Despierto sobresaltada al escuchar el ruido de la cerradura del cobertizo. Ya se atisban rayos de luz entre las rendijas de la puerta.
Anoche me dormí entre sollozos y las nauseas hacen presencia nada más abrir los ojos, espero que me traiga algo de comer si no quiere que llene esto de vómitos.
—Aquí tienes para todo el dia...— deja encima de una mesita una especie de bandeja con alimentos dentro.
Me desata las manos y los pies y coge el rifle que le cuelga de la espalda para apuntarme y que no me escape.
— ¿Que quieres de mi? —le digo con mucha inquina.
Solo de pensar que lo he tenido en mí casa estos meses haciendo las reparaciones se me pone la piel de gallina.
Por eso ha sabido entrar y salir sin que nadie se percatara.
— Estoy interesado en tu casa y con esa cuantiosa herencia que va con ella. — la voz de Alfonso suena demasiado ambiciosa.
— No la voy a vender — me pongo a la defensiva —¡lo sabes!
—Tú verás qué prefieres — su voz perversa me hace recordar las pesadillas — tenemos todo el tiempo que quieras para pensarlo. Aquí ninguno de tus amiguitos te va a encontrar.
Sale y oigo como cierra la puerta de nuevo y me levanto corriendo intentado aporrear la puerta chillando con todas mis fuerzas.
Horas más tarde sigo encerrada y pensando qué hacer con la casa.
¿Y si le firmo la compra de la casa? Se acabaría todo este problema.
Sé lo que va a pasar si no firmo. Me va a enterrar en esa especie de foso que doy por hecho que está en esta misma propiedad, alejada de la civilización.
¿Pero entonces, que gana él si me entierra? Nada. La casa pasaría a ser de Paula.
Le doy un millón de vueltas a la cabeza haciéndome más preguntas sin llegar a entender lo que motiva a Alfonso.
Pienso en Víctor y sé que debe de estar buscándome como loco, no quiero acabar aquí y volver a desaparecer de su vida.
¿Por qué ya no nos comunicamos telepáticamente? Justo ahora es cuando lo necesitamos, por eso Iván nos dio este poder ¿no?
¿Es por el embarazo? o ¿es por lo que él dice que no confío en él?
¿Y si es por la confianza? Recuerdo que le decía que los pensamientos deben de ser solo míos. ¿Y si es eso lo que los ha bloqueado? ¿Qué hago?
Horas más tarde el ruido de la cerradura vuelve a sacarme de mis pensamientos poniéndome en alerta. Por lo que sé voy a acabar bajo suelo, ya que eso aparece en los sueños de Víctor y míos. Yo magullada, llena de barro y polvo, además de herida.
—¿Qué has pensado? — su voz tiene cada vez más hostilidad, se le está acabando la paciencia. Su mano sigue en todo momento apoyada en el rifle.
—Exponme tus planes, Alfonso — necesito perder tiempo para que Víctor o a policía me encuentre.
—Fácil — Expone con una gran sonrisa avara en la cara — tu me cedes tu casa y te dejo libre...
—¡No puedo vender la casa hasta que pase una año! —Intento hacerle entender —Si lo hago perderás esa cuantiosa cantidad a la que haces referencia.
—¡Mentira! —Me pega una bofetada que me hecha al suelo —os oí a ti y a tu hermana hablar de que recibiríais ese dinero
—¡Pero al cabo de un año! —repito insistente con un amargo sabor de sangre en la boca.
« Víctor te quiero, quiero una vida a tu lado»
—Da igual — parece cambiar de idea — firma que me vendes la casa ¡ya!
—No puedo — no quiero perder lo que es la casa de mi familia y donde quiero vivir con Víctor y nuestro bebé.
Ojala Víctor me pueda escuchar. Quiero que me escuche siempre todos mis pensamientos, no tengo nada que esconder. Ya sabe todo lo que siento por él.
« Ayúdame»
« Me está pegando»
—Vas a poder — sus ojos parecen oscurecerse —por las buenas o por las malas.
« No»
« Salvame Víctor»
Veo que va a pegarme patadas e intento proteger mi barriga para que no me golpee allí.
« Es el obrero, encuéntrame Víctor»
Mantén la calma, mantén la calma repito una y otra vez como un mantra a cada golpe que recibo en las piernas, la espalda y la cabeza.
—¡No! —Digo entre jadeos a la vez que me da un fuerte golpe —¡Para! voy a firmar.
Éste último golpe en la cabeza me deja semiinconsciente y siento la sangre caliente correr por mi cabeza. Alfonso se cree que e perdido la consciencia totalmente y farfullando maldiciones se larga.
« Víctor no puedo mas»
« Voy a perder la consciencia»
« ...cobertizo...afueras»
Es lo último que pienso antes de perder la consciencia del todo, pero antes de verlo todo oscuro, creo oír su voz por última vez.
« Aguanta princesa»
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Conectada a ti. \#wattys2016/
Romance¿Qué pasa cuando el chico que te gusta es capaz de escuchar tu mente? Esa pregunta me la hago todos los días. Lo peor de mi situación, es que se comunica conmigo telepáticamente. Ya sé, no es algo normal. Pero no estoy dispuesta a que pueda indagar...