CAPÍTULO 14

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12 De Mayo de 2015


He acabado en Asenjo. Sentada y tirando piedras al río. Inmersa en mis pensamientos.

Hace una semana que he salido del hospital, sin saber nada de Víctor. Hoy me he quitado el collarín, y hasta dentro de un par de días no vuelvo al trabajo.

Cojo una piedrecita y la tiro. Un gran suspiro sale de mi interior.

No puedo creer que Víctor tuviera telepatía conmigo y no me lo dijera. Llamé por teléfono a su padre y me confirmó el romance de mi tía Laura, con su hermano Iván. Estoy apenada por ella, crecí y pasé toda mi adolescencia, pensando en que nunca encontraría a nadie en su vida. Y resulta, que lo encontró y lo perdió, ese mismo verano. Entiendo por qué se volvió tan solitaria. Le envolvió la culpa totalmente. Fue dulce y amable con nosotras. Nos trató como las hijas que no tuvo. Tía Laura, ahora volverás a encontrarte con tu amor verdadero.

Cojo otra piedra y la vuelvo a tirar al río, intentando que llegue más lejos que la de antes.

Víctor y yo también estuvimos enamorados ese verano, todas esas miradas, coqueteos y caricias que nos dimos, no pasaron desapercibidos. También me salvó de otro grave accidente al caer esa pared, y por lo visto, el fantasma de Iván le concedió ese día el don de la telepatía. Vio el amor que nos teníamos y supo que su sobrino haría todo por mí. Porque yo corro peligro. O corría peligro.

Ya no sé, si era este accidente de coche, del que estaba predestinado a salvarme, o aún me tiene que pasar algo peor. Víctor me dijo que ya no me escucha nada, y que eso deberá ser porque su "trabajo" ha finalizado.

¿Por qué no se me aparece a mí Iván y me dice que es lo que pasará? ¿No sería más fácil así?

Observo la gran laguna del rio, está precioso en primavera. Todo está floreciendo y el color verde predomina a lo lejos. Los pájaros cantan alegremente y el sonido del mar, me tranquiliza y me llena de calma. Al observar el acantilado no puedo evitar recordar aquella época adolescente, donde nos tirábamos y nos divertíamos a lo grande.

No teníamos tantas responsabilidades como ahora, disfrutábamos más de la vida y tomábamos locas decisiones.

Ahora siento que me hago demasiadas preguntas, todas ellas sin contestación.

¿Estaba conmigo sólo por protegerme? ¿No era real su interés hacia mí? ¿Me dice la verdad, y ya no me oye? ¿Realmente confío en él?

Cojo otra piedra y esta vez la tiro con fuerza al agua.

—¡Joder!—Exclamo a la nada.

Froto mis sienes e intento pensar con claridad.

¿Debo hablar con Víctor? No puedo estar 11 meses sin dirigirle la palabra. No puedo hacerle esto al club de la muzzarella.

"Joder Mandy, Víctor lo ha hecho para protegerte. No ha querido engañarte a propósito. No seas cruel y ves a darle las gracias." Las palabras de Lucas, hace un par de días, vienen a mi mente.

Debo ir a hablar con él. No se merece que le ignore tanto como lo estoy haciendo. Aclararé la situación con Víctor, hablaremos de lo que realmente pasa con su don y podré averiguar más cosas.

Me levanto echando un último vistazo al río. Una leve sonrisa se esboza en mi cara. En cuanto haga más calor, vendré a tirarme al acantilado. Como en los viejos tiempos.




Llego a la entrada del hotel y veo a Sarah en la recepción hablando con teléfono. Ella me hace una señal para que me acerque.

Conectada a ti.    \#wattys2016/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora