Pelea a bordo (One Piece)

Capítulo 10

-¿Qué me pongo?- Le pregunté a Robin sacando todos los conjuntos de mi armario.-¿Este vestido?
-Muy formal.- Respondió Robin rebuscando entre toda la ropa algo que le pueda  servir a su amiga.
-¿Y este?- Dijo Nami con un vestido blanco entre las manos.
-Ese me gusta más, pruébatelo.- Dijo Robin doblando las otras prendas de ropa, Nami asintió y se cambió.- ¡Perfecto!
-¿Segura?- Robin asintió.
-Ahora ven que te peine.- Nami se sentó en la cama y dejó que su amiga la peinara.-¡Lista!- Dijo Robin al poco tiempo.

Unas horas más tarde...

-¿Qué hora es?- Preguntó Nami mirándose frente al espejo.
-Las 10 y media.- Dijo tranquilamente la morena.-¿A qué hora habías quedado con espadachín-san?
-A las 10.- Respondió la pelirroja con mucha calma.-¡Mierda!- Exclamó al darse cuenta de su fallo.- ¡Adiós Robin!¡Luego te cuento!- Gritó la pelirroja saliendo a cubierta.

Al salir a la cubierta no vio a nadie. ¿Por qué no se me hace raro? Él me avisó que si no estaba a las 10 se iría.
-¿Ya estas?- Preguntó Zoro saliendo de la cocina.
-¿No te habías ido?- Preguntó confusa la pelirroja, el espadachín negó con la cabeza.
-Me supuse que llegarías tarde, así que te esperé.- Respondió el peliverde acercándose a ella.-Estas muy guapa.- Dijo desviando la vista para ocultar su leve sonrojo.
-Gracias.- Respondió Nami con la mejor de sus sonrisas.-¿Nos vamos?
-Si claro.- Respondió el peliverde tendiéndole la mano a Nami, quien la acepto sin pensárselo dos veces.
-¡Marimo!¿¡A donde te llevas a Nami-swan!?¿¡La estas raptando!?- Gritó Sanji al ver a su amada Nami agarrada de la mano del estúpido peliverde.
-¿Raptarme?¿Por qué iba a raptarme?- Preguntó sorprendida la pelirroja.- Esto es una cita no un secuestro.- Respondió tranquila la navegante.
-¡¿Una cita?!- Exclamó sorprendido el cocinero, la pelirroja asintió y tiró de la mano del peliverde para sacarlo fuera del barco.

Todo el camino hacia la aldea fue entre risas, cuando divisaron las pequeñas casas ya se oía un gran alboroto proveniente de la pequeña aldea.

-¿Qué es lo primero que quieres hacer?- Preguntó Nami mirando a su acompañante.
-¿Qué te parece ir a tomar algo?- Preguntó Zoro.
-Vale. Pero...¿A donde?- Preguntó la pelirroja mirando a su alrededor.
-Ahí.- Respondió el peliverde señalando con el dedo una pequeña taberna en la plaza de la aldea.

La taberna estaba llena de gente y tuvieron que abrirse paso entre toda la multitud a base de empujones y pisotones para llegar a la barra.

-¿Que van a querer?- Les preguntó un camarero.
-Una jarra de sake.- Respondió Zoro.
-¿Y para su novia?- Volvió a preguntar el camarero.
-No...- Zoro fue interrumpido por Nami.
-Yo quiero otra jarra de sake.- Respondió a gran velocidad la pelirroja.
-Como la señorita desee, ahora mismo les traigo las jarras de sake.- Dijo el camarero antes de marcharse a atender a otros clientes.

Al poco tiempo una chica joven, que no paraba de lanzarle miraditas a Zoro, les llevo sus bebidas.

- Hola guapo.- Dijo la chica situándose entre Zoro y Nami.
-Hola.-Dijo Zoro sin siquiera mirarla.
-Viene conmigo.- Dijo Nami a las espaldas de la chica, la cual se giró para mirarla.
-¿Vienes con esto?- Le preguntó la chica a Zoro señalando a Nami.-¿No os dijeron a la entrada que no estaba permitido el paso de animales?
-Entonces no deberías estar aquí, porque eres una zorra.- Dijo Nami plantándole frente.
-¿Qué acabas de decir?- Preguntó la otra chica en un tono un tanto molesto.
-Que eres una zorra.- Repitió Nami sin contarse un pelo.
-¡Otra jarra!- Gritó Zoro ignorando la discusión de las dos chicas.-¡Mejor tráeme una botella entera!
-¡Zoro!-Gritó Nami más que enfadada.
-¿Qué?-Preguntó el peliverde girándose para ver a su amiga.
-¡¿Cómo qué que?!¡Di algo!- Le gritó Nami a su compañero.
-Vale, vale, yo lo digo.- Dijo antes de darle un trago a la botella que le acaban de traer.-Algo.
-¡Eres insoportable!-Gritó Nami dándole un tortazo a Zoro.-¡Te odio!-Gritó antes de salir corriendo.
-¡No Nami espera!-Gritó Zoro levantándose lo más rápido que puedo, pero la camarera se le tiró encima y le hizo volver a sentarse.
-¿Por donde nos íbamos?-Preguntó la chica sentada sobre el regazo de Zoro.
-Íbamos por la parte en la que si no te quitas de encima te corto en pedazos.- Respondió Zoro en un tono helador.
-P-pero...
-Lárgate de mi vista.- Dijo Zoro con el mismo tono que antes, la chica no dijo nada más, se levantó del regazo de Zoro y desapareció entre la multitud.

¿Por qué no vuelve?¿Donde está? Se preguntaba Zoro después de estar esperando a su compañera por un largo rato en la taberna.

-¡Otra botella!- Gritó Zoro desde su asiento.
-Pero señor, ya lleva más de tres botellas.- Le dijo uno de los camareros.

En otra parte de la aldea...

-¿Navegante-san?- Preguntó Robin al ver a su amiga sentada en uno de los bancos de la plaza.
-¡Robin!-Gritó Nami entre lágrimas, corriendo hacia la morena.
-¿Que ha pasado?-Preguntó la arqueóloga.
-¡Z-zoro es estúpido!-Gritó la pelirroja abrazando a su amiga.
-Tranquila, todo está bien.-Dijo la morena para consolar a su amiga.
La pelirroja lloró durante un buen rato sobre el hombro de su amiga,quien la consoló como pudo.
-¿Ya estas mejor navegante-san?-Le preguntó la morena a su amiga, esta asintió con la cabeza y se limpió las lágrimas.
-¿Podemos volver al barco?-Preguntó la pelirroja levantándose del banco.
-Claro.- Respondió la arqueóloga levantándose también del banco para seguir a su amiga.

Camino al barco no mencionaron ni media palabra, Nami no tenia ganas de hablar y Robin entendía a su amiga.

-Me voy a dormir.- Dijo Nami nada más llegar al barco.
-Yo voy a beber agua a la cocina y ahora voy.-Respondió Robin, su amiga se dirigió al cuarto de las chicas mientras que ella iba a la cocina.