Por la tarde caminamos con Liz hacia fuera del manicomio, le llamo así porque pareciera que nos ponen camisas de fuerza para venir aquí. La única razón por la que vengo más o menos a gusto es porque veo a mis amigos y me entero de lo más reciente por boca de Jennifer; bueno en realidad no de ella sino de alguien que le contó a alguien ese alguien le contó a alguien y así infinitamente la cadena se repite hasta llegar a mí, no es que me encante saber sobre los rumores del instituto Albert Fireman.
-¿Porque crees que Ms. Exclusiva ponga tanto esfuerzo en comunicar a todos lo que sucede? -Me decía Liz
--Quien sabe, las aves necesitan volar, los peces nadar, nosotros respirar y comer, ella necesita ser reconocida de alguna manera -Dije
Entonces Liz dijo riendo
-Genio -Me llama así desde al año pasado
- Sabes hasta ahora me pregunto porque me llamas así
-Porque es seguro que puedas conceder deseos antes de poner atención a algo que no tenga que ver contigo
- ¡Auch! ¡Tú sarcasmo duele!- Le dije
-Debes ayudarme con el trabajo de biología- Dijo tomando la calle a la derecha cuando llegamos a la intercepción; yo tomaba la calle de la izquierda
-Está bien, solo si me pasas el de Lenguaje - Le dije casi gritando porque no se detuvo
Continué caminando hasta mi casa, saqué mis audífonos junto con mi secreto teléfono y puse música en aleatorio, esto mayormente lo hago para evitar cualquier tipo de contacto social, en verdad no me gusta nada que tenga que ver con seguir modales o estigmas sociales.
Al llegar a casa, encontré una nota de mi mamá en el refrigerador diciendo que estaría en el supermercado y mi padre pues todavía no llegaba del trabajo regularmente venía muy tarde.
Entré a mi habitación la cual estaba hecha un desastre, mi mamá me lo deja pasar los días de semana porque dice que estoy muy ocupado estudiando como para arreglarla, o bueno eso le repito desde que entré al instituto. Tiré mi mochila en mi cama cerca de donde estaba mi laptop, mi ropa, un balón de baloncesto que nunca utilizo, una impresora y un póster de mi videojuego favorito, estaba en mi cama porque lo pegué con chicles; al parecer no funcionan muy bien como cinta adhesiva.
Me cambié de ropa y baje para ver televisión, me gusta mucho verla en la sala porque en mi habitación está bien y todo, pero en la sala está el sillón.Encendí la televisión, estaban pasando un capítulo del costo de la historia, cuando veo este programa solo tengo una pequeña duda: ¿Por qué todos tienen sobrepeso? Es decir no tengo nada en contra de eso pero ¿Por qué todos tienen que serlo? Al menos los protagonistas lo son. Había un hombre queriéndole vender una botella de agua con la orina de una momia, entonces el sujeto que estaba detrás del mostrador le decía que tenía que llamar a un amigo que era experto en orina de momia, cuando llegó le dijo que efectivamente era orina de momia, pero el tipo calvo le dijo que solo podía darle la cuarta parte de lo que estaba pidiendo, y el dueño de la orina aceptó. Santo cielo porque se lo vendió a tan bajo precio, es decir, es orina de momia, no lo encuentras en cualquier lugar.
Entonces llegó mi mamá
-Hola, ya vine
-Pues, gracias por anunciarlo mamá no te había notado - Dije desde el sillón
-Al menos podrías ayudarme con las bolsas Michael - Exaltó un poco la voz
Me levanté y tomé casi todas las cosas que estaba cargando y las llevé a la cocina.
Luego subí a mi habitación, revisé mi teléfono tenía varias notificaciones de FB y unas cuantas de Instagram, no soy mucho de subir fotos pero me gusta ver que hacen mis amigos que si son fotogénicos.
Decidí hacer mi tarea, porque si algún profesor no me mataba, Liz si lo haría. Me senté en la silla giratoria y me acerqué a la mesa que está cerca de mi cama.
Una hora y media más tarde le envié un mensaje a liz diciendo que la tarea estaba hecha. Esto es un contrato no verbal que tenemos porque no haré todos los proyectos solo, aunque fueran asignados así, de modo que ella me ayuda haciendo una parte y yo la otra, una vez hecho todo lo juntamos.
Entonces me recosté en mi cama, eran las siete apenas, tomé uno de los libros que no había podido terminar desde las vacaciones, pero justo cuando lo abrí mi mamá grito desde abajo que la cena estaba lista. Regresé el libro al estante y bajé para poder cenar con mis padres, ellos lo llaman "Compartir acontecimientos". Era espagueti con albóndigas para cenar.
-¿Cómo te fue en tu primer día Michael? -Preguntó mamá
-Bien -Le dije sin dejar de masticar
-¿Qué hicieron hoy?
-Nada - Respondí
Luego de la cena, volví a tomar el libro y leí varios capítulos hasta quedarme dormido.
ESTÁS LEYENDO
Las 7 Reglas De La Cárcel
Teen FictionEl amor es la mejor creación del universo, para los peones que bajo el cielo jugamos a ser humanos. Buscamos constantemente la felicidad para que acompañe al plato fuerte, como si fuera una bebida que nos embriagara, haciéndonos levemente más tontos...