9 : Celos

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Los días pasaron más rápido de lo esperado, era el último día de clases antes de las vacaciones de semana santa. La única razón por la que estos días son de mi agrado es porque voy a visitar a mi abuela, y porque no hay clases que es lo más importante. Con todos, casi dormidos en el salón, a las 7 AM creo que nuestras ganas de estudiar no se podían disimular. Normalmente en este día a los demás les dejan mucha tarea, pero nosotros éramos la excepción por la prueba de aptitudes que se hace anualmente para los que están en segundo año de bachillerato, así que nuestra única tarea era estudiar todo lo que Stephen King junto con su equipo nos habían dejado, cosa que nadie hacía por el hecho que a nadie le importa esa maldita prueba. En lo personal me parece una verdadera ridiculez medir la inteligencia y el estado psicológico de una población estudiantil por medio de algo como una prueba escrita, porque es muy sencillo aprender un procedimiento y aplicarlo, sin embargo cuando sales ahí afuera, donde las personas no tienen compasión, donde descubres que los seres humanos son la peor creación para el planeta tierra y para ellos mismos; ¿cómo iba a defenderme con el teorema de Pitágoras ante los demás?

-Yo era una muy buena estudiante antes de juntarme contigo -Me decía Liz en su lugar delante de mí.

-Tu vida debió ser muy aburrida antes de conocerme - Respondí

-Entregaba todas las tareas -Seguía diciendo como si no hubiera escuchado lo que dije -Me presentaba temprano a las clases, nunca faltaba, era una estudiante modelo, sin embargo tu pereza creo que es contagiosa, tu existencia es peligrosa Michael. Termino diciendo fingiendo una cara de preocupación.

-¡Ja-Ja! Tu decidiste juntarte con migo, ahora acepta el precio "Señorita excelencia" - Dije haciendo las comillas con los dedos

-Tienes razón, es mi culpa por ser tu amiga

-Mejor amiga, que no se te olvide, mejor amiga -Recalqué

Entonces entró Margaret, como era habitual con un traje de dos piezas del mismo color, y sus lentes, con el cabello recogido y varios folders en sus manos. No tenía la materia especializada de la carrera sino que otra llamada "Orientación para la vida" esta materia es la preferida de los de nuevo ingreso por el hecho de que de vez en cuando hablan sobre sexo. En primer año nos había cuasi-obligado a ponerle un preservativo a un palo.

-Buenos días -Saludó Margaret - Ya saben de qué trata esta materia, pero en esta ocasión vamos a hablar sobre lo que quieren y lo que no quieren. Para comenzar, Michael -¡Demonios! Pensé - Dígame ¿qué es lo que quiere hacer al graduarse?

Antes de que mencionara mi nombre yo estaba mirando a la ventana como es de costumbre, pensando en cómo sacan la piel de las ardillas para usos múltiples, y porque algunos se las comen. Entonces regresé al salón y traté de dar una respuesta coherente.

-Pues, emm... Creo que quiero ser doctor - Respondí

-Por qué quieres ser doctor Michael?-Creo que esto ya va enserio, me dije

-Pues, ammm... creo que reúne dos de mis pasiones, la primera es leer, y la segunda ayudar a las personas - Liz puso su mano rápidamente en su boca, para ocultar su risa.

Margaret, continuó preguntando a los demás, mientras yo escuchaba a Liz riéndose delante de mí.

-¿Que es tan divertido? -Dije susurrando cerca de su espalda

-¡Pfff! Ayudar a las personas - Dijo sin parar de reír -Tu no ayudarías ni a tu escritor favorito

-¿Señorita Building que quiere hacer al graduarse?

-Esto ya no te debe parecer tan divertido -Le dije

-Quiero trabajar en los aviones, como aeromoza -Respondió Liz

Liz no era muy alta, así que creo que le costaría mucho trabajo servir en un avión porque sería de la estatura de los asientos.

Salimos de clases luego de varias respuestas extrañas como la de Charlie diciendo que quería ser una estrella porno, o la de Victoria diciendo que quería ser enfermera.

Para la siguiente clase no había llegado quien nos daba esa clase. Así que me quedé tirado con mi espalda sobre la mesa de mi lugar, mirando el techo, Liz había salido al baño, o no sé dónde. Victoria se acercó, me miró fijamente, con mi cabeza al lado contrario de la suya.

-¿Estarás así todo el día ¡Genio!? - Preguntó Victoria

-Espera un minuto, solo Liz me puede llamar así -Respondí

-¡Disculpe señor exclusividad!

-Ese es Chars

-Bueno, tal vez no debas estar tan lejos, de ser el señor exclusivo - Dijo moviendo sus dedos sobre mi pecho y luego hacia mi estomago

-Quizás si -Respondí quitando su mano y levantándome

Caminé cerca del escritorio designado para los profesores. Victoria puso ambas manos sobre mi pecho, y me tiró con fuerza sobre el escritorio.

-Tal vez deberíamos negociar esto - Le dije

-No lo creo. Piensa que ya eres doctor, y que soy la enfermera -Dijo poniendo su mano derecha a un lado del mueble muy cerca de mi cabeza e hizo lo mismo con su mano izquierda

Acercó su rostro al mío, y pasó su nariz por mi mejilla. Podía sentir su respiración acelerada con mucho detalle.

-Vamos, ¿en serio crees que iba a abusar de ti, en público? -Me dijo levantándose y negando con el dedo índice.
Eso me hizo pensar que probablemente lo haría en privado.

Se quitó de encima, y caminó hacia la puerta del salón de reversa con la mirada más diabólica que había visto antes.

No sé qué demonios le pasaba a Victoria pero estos encuentros se fueron haciendo más frecuentes, nunca me besaba, mucho menos pasaba algo más, pero siempre era cuando no había casi nadie en el salón. Decidí contárselo a Liz.

-¡Victoria está loca!- Dije haciendo énfasis con ambas manos

-¡Ah! Ya te diste cuenta - Dijo con mucha tranquilidad

-Pero, casi me viola frente algunos de la clase - Respondí con cierto tono de preocupación

-Pues, solo disfrútalo -Respondió tomando de su té helado

-¡Creo que me estas confundiendo con alguien más! ¿Qué pasaría si un día apareciera Ashley mientras le dan uno de esos ataques extraños de <<Abuso del que esté más cerca>>?.

-No es tu novia

-Lo sé ¿pero que tal si lo fuera?

-Pues, solo le dices que Victoria es una esquizofrénica sexual suelta y no habrá problema

-¿En verdad tiene un problema como ese? - Pregunté

-¡Claro que no! Solo le gusta fastidiarte.

Ese día no pude ver Angie por ningún lugar, supuse que había alargado las vacaciones.

Las 7 Reglas De La CárcelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora