Desperté muy tarde, no tomé el café que mamá preparaba para mí cada mañana; porque llegaría después de que la campana sonara. Caminé muy rápido por la acera hacia el instituto, alcanzaba a ver la puerta principal, y el suelo se hacía cada vez más como gelatina y aparentemente no llegaba nunca. Pude ver como el vigilante cerraba la puerta, entonces empecé a correr, para cuando había llegado la puerta ya estaba totalmente cerrada. Recordé que al lado derecho del muro de atrás tenía un agujero, que estaba muy mal cubierto por unas tablas, los de último año entran por ahí o bueno los expertos en desorden.
Pasé por una cerca que rodea el instituto, hacia el muro, hasta llegar al agujero. Habían tres tipos, uno de ellos estaba fumando su nombre es Rick, el de la botella es Dick y el otro del teléfono en el cual tenían fijados sus ojos los tres le llamaban Jasón, había escuchado de ellos por medio de Charlie, el año pasado lo habían golpeado a él solo por diversión. Será un milagro si me dejan pasar sin tratar de golpearme o sin ridiculizarme de alguna manera, pensé. Entonces uno de ellos levantó la vista y codeó al del lado para que mirara también.
-Oye chico, ¿Cómo te llamas? -Dijo, Rick
-Michael - Respondí
-Esto es lo que va a pasar Michael -Dijo mientras hacia una señal con la mano para que me acercara--Me vas a dar todo lo que traes, te quitarás los zapatos, y te irás a tu casa.
No soy muy bueno peleando, mucho menos golpeando a alguien, la verdad es que solo soy un tipo alto y ya, sin embargo no tengo nada especial en mi físico que me ayudara a defenderme de situaciones como estas. Solo di unos pasos hacia atrás muy lentamente para tomar mi mochila y empezar a correr, pero me observaban desde tres puntos distintos no podía librarme de esto tan fácilmente, no quería deshacerme de mi mochila porqué en ella traía un libro que estoy leyendo y también mi versión novelada de la filosofía que le prestaría a Liz.
-No, no, no, qui,qui,quiero ha-cer-lo -Dije vocalizando con mucha dificultad.
-¿Qué es lo que acabas de decir, marica?-, Exclamó rápidamente Dick.
-Que no les daré nada - Respondí con un poco más de valor
-Es mejor que empieces a correr- Dijo Jasón casi interrumpiéndome.
Y así fue, comencé a correr con todo lo que pude, pensé en ir a mi casa, pero les diría donde vivo a estos idiotas, así que mejor decidí correr hacia el otro muro del instituto, para darle vuelta a la manzana y regresar para entrar por el agujero del muro de la derecha.
Corrí con todas mis fuerzas, para que no me pudieran alcanzar, puse mi mochila delante de mí, para poder correr mejor. Tiré unas bandejas apiladas que estaban cerca del terreno baldío para la carrera de agropecuarios. Luego de algunos minutos, mire atrás para ver si todavía me perseguían, al volver a ver, tropecé con una raíz medio salida de un árbol enorme que estaba cerca del muro izquierdo del instituto. Los tipos se acercaban, me puse de pie para continuar corriendo, pero me había torcido el tobillo. Como pude comencé a correr de nuevo, me dolía como nada nunca me ha dolido en mi vida.
-¡Para ahí chico listo! Solo queremos ser tus amigos - Gritaban los tres detrás de mi
¿Mis amigos? ¡Ja! Como si fueran Liz o un libro. Al llegar muy cerca del muro derecho del instituto, trate de pasar lo más rápido que pude por medio del agujero, pero estaba tapado con muchas tablas de madera y algunos alambres con púas, traté de quitarlas como si mi vida dependiera de ello, y pues así era. Me pinche varias veces con el alambre y las tablas porque tenían clavos escondidos.
-¿Pensaste que podías escapar rápido? -Preguntó Dick con mucho sarcasmo y sadismo
Luego aparecieron los otros dos, Rick se veía muy cansado, supongo que era por su adicción. Me puse de pie, miraba al suelo lleno de polvo y algunas llantas de caucho en desuso a mi izquierda. Puse mi mochila sobre una tabla. Y apuñe una de mis manos.
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Las 7 Reglas De La Cárcel
Teen FictionEl amor es la mejor creación del universo, para los peones que bajo el cielo jugamos a ser humanos. Buscamos constantemente la felicidad para que acompañe al plato fuerte, como si fuera una bebida que nos embriagara, haciéndonos levemente más tontos...