Las clases al fin habían terminado, este día se me hizo eterno, estaba en la entrada de la cafetería buscando a ver si ya había llegado Cameron y sí, lo miré en una mesa para dos personas en una esquina de la cafetería. Estaba revisando su celular y como si tuviera un sexto sentido volteó a verme, se paró y me sonrió. Me encantaba su sonrisa y es que cada que lo hacia se le formaba un hoyuelo, se miraba adorable, de igual manera le sonreí y fui a donde estaba.
— Hey —Me dijo Cameron.
— Hey —Le contesté de igual manera.— ¿Listo para álgebra? Llegué a la biblioteca por algunos libros que nos podrán ayudar un poco.
— Primero hay que ordenar algo —Le hizo una seña con la mano a una de las meseras.— Yo invito—Dijo guiñandome un ojo. "What?" Pensé.
— ¿Van a ordenar algo?—Dijo mirando picara a Cameron.
— Si, yo quiero un Frappuccino y una rebanada de pay de queso ¿Tu Sam?—La mesera apuntó la orden de cameron en su pequeña libreta y volteó a verme con cara de fastidio.
— Yo quiero café americano y una galleta de chispas de chocolate —Dije con una gran sonrisa, siempre que venía aquí pedía lo mismo.
—En un momento les traigo su pedido —Dijo guiñándole un ojo a Cameron, igual como él lo hizo conmigo.
— Le gustaste —Eso me salió sin pensarlo.
— ¿Qué cosa? —Me dijo como si no supiera de que hablaba.
— No actúes como si no supieras—Dije irónica. — Si quieres le pido su número —Solté.
— No hace falta, yo lo puedo hacer—¿Enserio lo dijo? Sentí una apuñalada en mi interior, seguro era el hambre.
— Bien ¿Con qué quieres empezar?—Dije cambiando de tema.
**
Ya teníamos mas de tres horas en el café, eran varios temas a los que Cameron no entendía, pero lo bueno que solo le explicaba una o dos veces y ya entendía, no como Bryan que no entiende nada ya hasta estaba dudando de como explicaba pero con Cameron sé que explico bien. Cameron estaba en el baño, yo solo miraba el lugar, me encanta esta cafetería y el nombre lo dice todo "La noche" Las paredes son de un azul oscuro, casi negro, con estrellas de varios tamaños, unas hasta brillaban en el techo, también había una luna, me encanta la noche.
— ¿En que tanto piensas?—Cameron me sacó de mis pensamientos.
— En la noche —Dije sin pensarlo.
— Te gusta este lugar ¿No es así?—Terminó con una sonrisa.
— De hecho si —Le sonreí de igual manera.
— Me encanta —Dijo haciendo más grande su sonrisa.
— ¿Este lugar? —Pregunté.
— Tu sonrisa. —En cuanto dijo eso sentí un hormigueo que recorrería todo mi cuerpo, sentía que mis mejillas ardían. Lo dijo de nuevo. Que mi sonrisa le gusta.— Y como te sonrojas.
— Basta Cameron —Dije aún colorada.
— Solo digo la verdad Sam.
— Bueno, si ya terminamos, ya me voy —Dije metiendo todo a mi mochila.
— No, yo te llevo.
— No, yo me voy sola, no es tan lejos—Dije dándome la vuelta, pero algo me detuvo, mejor dicho alguien. Cameron me detuvo agarrando mi muñeca.
— Sam, somos vecinos, si te molestó lo que te dije hace un momento prometo ya no volver hacerlo —Dijo mirando hacía sus pies.
— No, esta bien, solo que no supe como reaccionar —Dije levantando su mentón con mi mano— Gracias. —Dije y el puso esa sonrisa adorable.
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GRACIAS POR TODO.
No olviden dejar un comentario sobre que les parece la historia.
— Paola.
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El nuevo vecino.
Romance- Eres completamente mía. - Dilo de nuevo. - Eres jodidamente mía. - Soy tuya.