Hoy era la cita con Cameron, ¿Lo puedo llamar así? ¿Esto va a ser nuestra primera cita? La verdad es que no sabía, pero la idea de salir con Cameron me agradaba mucho, es una buena persona, no se porque las personas siempre abren la boca antes de conocer a alguien, Cameron tiene un gran corazón.
Ya estaba lista hace como media hora, estaba muy emocionada y nerviosa a la vez, le dije a mi mamá que iba a ir al restaurante italiano con Cameron y me dijo que ese lugar era elegante así que decidí ponerme un vestido color negro con unos zapatitos del mismo color, la idea de usar tacones no me agradaba mucho, aún que mamá insistió esta vez le dije que no y ella lo entendió.
Estábamos en la sala de la cocina mirando un programa de cocina que a ella le gusta tanto.
Eran las 8 en punto cuando escuché sonar el tiembre de la casa, me levanté acomodandome el vestido y fui abrir la puerta, detrás de ella estaba un Cameron en traje, de toda la ropa que ha usado esta se le mira mucho mejor.
—Hola Sam —Me dijo sonriendo.
— Hola Cameron —Le devolví la sonrisa.
—Te vez hermosa —Dijo tomando mi mano. Yo solo me sonrojé y él por supuesto lo notó. - ¿Nos vamos?
—Claro, deja ir por mi bolso y avisarle a mamá —Me fui trotando.
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Íbamos ya en camino hacía el restaurante, después de que fui por mi bolso Cameron me dijo que la niñera que cuida a su hermana estaba enferma así que yo le dije que la dejara con mi mamá a ella le encantan los niños y por supuesto no se negó por nada.
— Esta muy lejos el restaurante ¿No? —Le dije mirando por la ventanilla.
— No te preocupes, ya casi llegamos —Él no despegó su vista de la carretera.
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Habíamos recorrido ya otros 20 minutos más y no llegábamos, esto se estaba poniendo raro.
— ¿Seguro que no me estas secuestrando? —Pregunté riendo un poco.
— Bueno, me descubriste —Dijo apagando el carro.
Al lugar que llegamos difinitivamente no era un restaurante, había una pequeña cabaña y muchos árboles alrededor, en ellos habían luces colgando, se miraba muy hermoso.
Cameron abrió mi puerta y me extendió su mano para yo sujetarla y bajar, me quedé observando el lugar por un momento. Sentí la mano de Cameron pasar por mi cintura.
— Esto no parece un restaurante —Le dije mirándolo.
— Que bueno que te diste cuenta —Dijo riéndose. Yo golpeé su hombro con mi puño.
— Vamos —Me guió por el lugar hacía llegar a la parte detrás de la cabaña.
En medio estaba una pequeña mesa con dos sillas, en medio de la mesita había velas y un florero con margaritas, mis flores favoritas ¿Como supo él que eran mis flores favoritas? Bueno, eso no importaba ahora, habían platos y vasos tanto en el lugar que iban a ser de él y mío, también pétalos de margaritas en toda la superficie de la mesa, y a lado de la mesa una botella de champagne. Y para adornar mas luces.
— ¿Te gusta? Hice todo esto con la intención de que te gustará —Hizo cara de niño bueno.
— Me encanta —Le sonreí como nunca lo había hecho antes. Nadie había hecho algo así por mi.
— ¿Quieres comer? —Asentí, me tomó la mano y me dirigió hacía la silla que me correspondía.
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Ya habíamos comido, Cameron había hecho spaghetti con albóndigas, al principio no le creía que había cocinado él pero terminé por creerle, este era su nuevo restaurante italiano, y la verdad es que no había un nuevo restaurante en la ciudad, me contó que mamá lo sabía todo, con razón me dijo que era elegante para que usara algo elegante.
Estuvimos hablando sobre cosas de nosotros, sobre que va a ser después de la universidad. Él esta estudiando para ser un gran doctor, me dijo que la idea de salvar vidas le hace muy feliz, por mi parte yo estoy estudiando para ser abogada y algún día poder defender los derechos de las personas.
Me dijo también que vamos a pasar la noche aquí en la cabaña porque era peligroso si nos íbamos ahorita, así que decidimos mirar una película. La cabaña era de sus abuelos y que en cuento les contó para que era asintieron de inmediato.
Estábamos mirando una película romántica antigua, habían casi puras películas románticas así que nos decidimos por esa. Estaban en un cine-auto los protagonistas, sabía que se acercaba un beso porque de fondo estaba una música romántica. Y si, se besaron, no es que fuera extraño que mirara a dos personas besándose, pero mirar eso y junto a mi esta Cameron se pone tenso el asunto.
Sentí la mano de Cameron sobre la mía.
— ¿Ya te dije que hoy te vez hermosa? —Dijo eso mirándome fijamente con una sonrisa.
Puse cara de que estaba pensando— De hecho si.
— Bueno, pues es la verdad. —Dijo poniendo una de esas sonrisas que me encantan de él.
— Gracias Camero, por esta linda noche, la verdad es que me la estoy pasando muy bien —Dije sentándome como él.— La comida estaba muy rica, esto es muy perfecto.
— Que bueno que te gustó, la verdad es que dudaba de esto, si te iba a gustar.—Dijo esto y agachó la mirada.
— A cualquier chica le habría gustado esto —Puse mi mano en su mejilla.
— Yo solo pensaba en una chica cuando planeaba todo esto —Puso su mano en mi mejilla— En ti Sam, solo en ti —Y después sentí sus labios con los míos, fue un beso suave y delicado.
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El nuevo vecino.
Romance- Eres completamente mía. - Dilo de nuevo. - Eres jodidamente mía. - Soy tuya.