Sonó la alarma despertándome de una maravillosa siesta, nunca había dormido tan bien como hoy, agarré mi celular y me quedé mirando mi fondo de pantalla, estábamos Nico y yo en su motocicleta abrazados, esa foto la había tomado Bryan, hoy cumplíamos 6 meses de novios, estaba tan emocionada porque sería un día especial con el amor de mi vida, nunca antes había sentido algo así por alguien y estoy agradecida por que esa persona está a mi lado.
Nico dijo que iba a estar ocupado preparando mi sorpresa así que yo me puse hacer pendientes de la escuela y a limpiar un poco la casa, hace tanto que no limpiaba la casa, esas cosas me dan mucha pereza debo confesar así que si me caso con Nico el que va a limpiar la casa será el, le tengo tanta admiración porque él ya se independizó a corta edad, bueno no tan corta pero yo a su edad no imagino tener una casa propia y tener esas responsabilidades, es por eso que se gana mis respetos.
La tarde había pasado tan rápido y hasta el momento no había tenido respuesta de Nico, ¿Qué tanto estará planeando? Es un hombre súper romántico y es una de las cosas que más me gustan de él, que dedique su tiempo en mi.
Estaba arreglando los últimos detalles de su regalo, no era una persona tan detallista como él pero intentaba hacerlo por que él se merece también lo mejor, y yo intentaré hacerlo, este hombre saca lo mejor de mi.
Estaba terminando de alistarme cuando escuché que mi mamá saludaba a Nico en la parte de abajo, me puse mis tacones, me miré por última vez al espejo, agarré el regalo y bajé a saludar a mi guapo novio.
Estaba vestido completamente de negro, pantalones, camisa y una corbata, lucia tan ardiente con ese color, en cuanto miró que bajaba por las escaleras me ayudó extendiendo su mano para bajar, lo abracé en el último escalón para estar al tamaño de él, me correspondió el abrazó apretando mi cintura con sus brazos, nos separamos y nos dimos un beso corto.
— ¡Échenles agua! —Dijo mi mamá dirigiéndose a la sala. Ambos nos separamos riéndonos.
— ¡Mamá! —No paraba de reír.
— Eres la mujer más bella Sam —Lo dijo sin parar de mirarme a los ojos.
— Felices 6 meses, mi amor —Le extendí el pequeño regalo que le había realizado. Lo tomó con ambas manos con delicadeza.
— ¿Puedo abrirlo ahora? —Dijo con entusiasmo.
— Por supuesto —Le sonreí.
Estaba quitándole la envoltura, lo destapó, estaba nuestra primera foto, una vez que estábamos en mi cuarto, fue un día especial, después de mirar una película Nico puso una canción hermosa, la estaba escuchando con delicadeza cuando se levantó de la cama y extendió su mano en señal de que íbamos a bailarla, estar rodeada de la persona que más quieres, bailando, es una de las mejores sensaciones, todos tus sentimientos brotando. Después de mirar unos minutos la foto, la hizo a un lado para seguir mirando lo demás, abajo de ella había una chaqueta negra, sabia que le encantaban, pero esta era diferente, tenía bordado su nombre en la parte de atrás, Nico la extendió y pude notar su cara de emoción, volteó a verme y una sonrisa enorme se posó en su rostro.
— ¡No puede ser! —Él en verdad estaba muy emocionado. — ¡Me encanta Sam! —Dejó la chaqueta y la caja en una mesa que estaba en la entrada y me levantó. — Eres la mejor novia en el mundo ¿Lo sabes verdad? —Me puso de nuevo en el piso y me besó.
— Estaba tan ansiosa, no sabía si en verdad te iba a gustar.
— ¿Bromeas verdad? Ya no me la quitaré nunca —No dejaba de sonreír.— Pero vámonos ya por que yo también estoy entusiasmado para que veas tu regalo —Besó mi mejilla. Tomó mi mano para salir de casa.
— ¡No hagan nada malo! —Gritó mi mamá de la sala.
— ¡No prometemos nada! —Gritó Nico y ambos reímos, cerró la puerta con cuidado y nos dirigimos a su casa. Estaba sacando algo de su bolsillo. — Espera. —Me detuvo y sacó un pañuelo color negro, tenía que ser negro.
— ¿Y eso para que es? —Pregunté picará.
— Tú mamá dijo que no hiciéramos nada malo, y yo cumplo, basta Sam. —Me volteó y me puso el pañuelo en mis ojos. Me dirigió a la puerta de su casa, al entrar olía a flores, y velas aromáticas, dimos unos cuantos pasos más y me quitó con cuidado el pañuelo.
Hermoso. Fue lo que inmediatamente pensé, estaba una mesa con dos sillas, al rededor de todo eso habían flores de todos los colores, era demasiado colorido, me encantó como se miraba, había velas blancas en diferentes mesitas de la cocina, en medio de la mesa había tulipanes blancos, como los primeros que me había regalado y velas. Voltee a ver a Nico y él me miraba a mi.
— Gracias, está demasiado hermoso Nico —Me acerqué a él para darle un beso tierno.
— Te mereces esto y más Sam —Agarró mi mano y me dirigió a donde estaba la mesa. Caminábamos por encima de todas esas hermosas flores, el olor era increíble, me extendió la silla para que tomara asiento.— Ya vuelvo. —Me depositó un beso en la cabeza y desapareció en la cocina. Yo no dejaba de ver la hermosa vista. Después apareció con dos platos de comida.
— ¿Cocinaste? —Pregunté sorprendida por qué a él no le gustaba mucho la idea de cocinar, decía que no era bueno.
— Yo lo intenté —Dijo dejando cada plato en su lugar.— Estuve mirando miles de videos en YouTube, en canales de cocina para comidas románticas. —Tomó asiento.— Solo espero que esto haya salido rico. —Tomó mi mano.
Miré en plato, era pechuga en salsa de champiñones acompañado de puré de papá y una ensalada que se miraba deliciosa.
— Esto seguro sabe delicioso, mejor de lo que se mira —Dije tomando los cubiertos.
Estuvimos toda la cena platicando de nosotros, de cómo nos conocimos, nos encantaba platicar, me encantaba estar con esta persona simplemente.
— Ahora me gustaría darte tu regalo. —Dijo con una sonrisa.
— ¿Aún hay más? Yo creí que este era mi regalo amor. —No me gustaba cuando gastaba demasiado en mi.
— Espera aquí. —Se levantó de su silla y fue corriendo hasta su habitación, regresó y traía en sus manos una pequeña caja.— Sam, yo en verdad que ya no me imagino una vida sin ti, quiero vivir contigo por el resto de mis días.— OMG. No podía pensar en nada más.— Y con el permiso de tu mamá te entrego esto. —Me extendió la pequeña caja. La abrí con cuidado, estaba muy nerviosa en verdad, adentro había unas llaves, ¿Qué?.— De ahora en adelante vivirás conmigo, claro, si tú aceptas. —Sé quedó esperando una respuesta de mi parte, estaba tan entusiasmada de esta nueva noticia, jamás creí que Nico quisiera que viviera con él, derrame una lágrima y Nico la atrapó con unos de sus dedos.
— Claro que acepto vivir contigo Nico, es un sueño hecho realidad —Me abalancé a él para abrazarlo, estuvimos así por unos minutos, me separé y lo miré unos segundos directo a los ojos. —Gracias por esta noche tan espectacular roomie. —Ambos hicimos una carcajada y nos besamos.
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Al fin pude terminarla, regresé para darle un final digno a esta historia por todos los lectores que se tomaron un poco de su tiempo en leerla.
MUCHAS GRACIAS. ❤️-Paola.
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El nuevo vecino.
Romance- Eres completamente mía. - Dilo de nuevo. - Eres jodidamente mía. - Soy tuya.