Capítulo 6: Gemelas malditas

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—Perdón —me dijo ella, después de que Vass se marchara. Estábamos sentados en un banco del parque—, no era mi intención que esto pasara así.

Qué lástima me daba Claire, casada con un energúmeno como ese... ¡por no mencionar que era un maldito pederasta! Él debía tener 22 o 23 años y ella 15 cuando engendraron a sus niñas...

Sí, niñas. Sachi estaba jugando delante con otra distinta al parecer. Una gemela.

—Pues yo me lo esperaba desde que me dijiste que tenías esposo —respondí cruzado de brazos y a un metro de ella.

No quería ser antipático con ella, pero es que en la esquina de la plaza había un personaje muy sospechoso mirándonos. Debía ser uno de "los hombres" de Vass. Probablemente un brujo.

—N-no quería engañarte respecto a eso —se excusó—, e-es...

—Tranqui, yo tampoco miré si tenías anillo —admití—. No tengo por qué estar acostumbrado, las chicas de mi edad no suelen estar casadas.

—Y-ya... —tartamudeó mirándome de reojo—, ¿pero de verdad ligaste conmigo?

Crucé mis ojos con los suyos y suspiré. Era demasiado bella. Cabeceé.

—Te traté igual que al resto el mundo.

—Pero con mi esposo has sido distinto —comentó.

—Él vino a mí en plan agresivo, además —sonreí torvo—, es tu esposo.

—¿Mmm? —lamentó—. ¿Y qué hay de malo con eso?

—Que me da envidia, eso pasa —refunfuñé, enrojeciendo levemente—. Mierda, no debí decir eso —volví a mirar a nuestro espía. El muy cabrón no me quitaba el ojo de encima. Lo saludé con la mano y decidió seguir con el periódico—. Qué borde.

—Envidia... —pude oír tragar a Claire—. Ah...

Así, de soslayo, parecía alterada.

—Bah, olvídalo —dije metiendo las manos en los bolsillos—. No tengo derecho a decir nada, no sé nada. A veces hablo sin pensar.

—H-hum.

Las niñas chillaron entusiasmadas mirando en los parterres de flores. Una mariposa se alzó volando y ellas corrieron detrás.

—Así que gemelas. Debió doler un webo.

—¿"Doler un webo"? —se extrañó.

—El parto —expliqué rascándome la nuca. ¿De verdad hacía falta que lo aclarara?—. Bah, olvídalo.

—¿Q-qué quieres decir con "un webo"? —insistió un poco molesta.

—Pues mucho —definitivamente a veces me iba de la lengua—. Dos niñas, una detrás de otra... Solo digo que debió doler.

—Mmm —murmuró con tristeza. Luego alzó la cabeza a la niña que recogía flores—. Yolanda nació muerta —Me paralicé y lancé una brutal mirada a la pequeña que estaba junto a Sachi: ¡¿era un demonio?!—, o más que eso, sin alma. Su hermana gemela se la había robado.

—¿Esa es Yolanda? —quise aclarar. Asintió.

—Mara la devolvió a la vida, poco antes de morir ella misma

Yo no daba crédito a nada.

—¿Entonces es un zombi? ¿Una marioneta?

—No. Ella es humana —sonrió—. Yolanda solo era un cuerpo vacío, pero sano. Su alma estaba dentro de Tamara —me explicó—. Yolanda es bruja, pero Tamara es sacerdotisa. La más joven capturó el alma de la mayor en el momento de encarnar.

Astral Arcana: MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora