Tomé mi espada (la cual oculté en el bosque junto al equipaje de huida y recuperé cuando nos alejamos de las niñas ) y desenvainé al llegar abajo. 15 metros de profundidad, eso fue lo que bajamos por el pasadizo del altar.
Una cámara inmensa nos recibió: 5 o 6 metros de altura, lo menos 50 de largo y otros 20 de ancho. La antorcha que portaba Claire no alcanzaba a iluminarla más allá de unos metros, el resto estaba sumergido en una espesa penumbra incitada por una abertura en la pared de roca que quedaba al fondo a nuestra izquierda. Por dicho agujero, circular y de casi 2 metros de diámetro, caía el denso cauce de la cascada que daba origen al lago Medialuna. El río viajaba por un profundo surco en medio de la cámara, a la cual llegaba por una oscura abertura en el otro extremo, a nuestra derecha, y caía por el hueco iluminado.
—Prepárate —me murmuró Claire.
Asentí silenciosamente y arrojé la funda.
La cámara estaba llena de sarcófagos de piedra, lo menos había 50.
—Son muchos —comenté por lo bajo.
—Tranquilo —dijo apretando un puño en su barriga—, no vamos a luchar solos.
Cerró los ojos y comenzó a convulsionarse, como conteniendo las arcadas. La observé hacer con preocupación: ¿cuanto tardaría la invocación?
<<PUM>> Un golpe, proveniente de algún lugar indeterminado en la cámara, llamó mi atención. Miré en todas direcciones estrujando el mango de la espada. Debía defender a Claire mientras invocaba a sus mascotas.
<<PUM> Giré el cuello y descubrí una tumba abierta. Juraría que un segundo antes estaba cerrada, me la quedé mirando. Al momento asomaba una mano pútrida y morada, consumida.
—Claire, date prisa —le insté.
—Voy todo lo rápido que puedo —aseguró mientras la tapa de otro sarcófago salía volando estruendosamente. En seguida se abrían varias más. No tardé en distinguir dos ojos amarillos y muertos contemplándome entre las sombras. Un segundo después había muchos más.
—Son demasiados —maldije—. ¡Claire, vámonos!
—¡No! —rechazó con notables nauseas—, mi demonio los destrozará a todos...
Al momento vomitaba un brazo morado, largo y fino. Palidecí al ver la garra asomando de su garganta y extendiéndose para apoyarse en su vientre. La mano tenía solo cuatro dedos. Ella desencajó el rostro de dolor mientras otros tres dedos asomaban de su boca para forzar la salida, empujando los dientes de su mandíbula superior y forzándola a doblar la espalda hacia atrás. Al momento surgía de su preciosa boquita, esa que ya había besado, una cabeza pequeña, redonda y repugnante con un único ojo y varios y afilados colmillos.
La escena me dejó paralizado y me revolvió las entrañas. El ser era largo y fino, una cosa repulsiva cuyo cuerpo asemejaba al de una serpiente o a un gusano pero que estaba rematado en dos largas patas. Este demonio monstruoso salió de la boca de la mujer que amaba y se estiró fuera arrastrándose hasta el suelo. Claire terminó por escupir sus asquerosos pies y se secó la saliva, ante mi estupor y resoplando con fatiga.
El demonio arqueó la espalda como un gato y "bufó" a los zombies. Era largo, alto y fino, cada pata era casi tan larga como alto era yo mismo. Un autentico monstruo.
—Acaba con ellos —tosió Claire señalando a los zombies.
El ser galopó inmediatamente contra sus presas, como si fuera perro de caza, y atacó a uno de ellos blandiendo un manotazo. El zombi voló por los aires mientras el demonio arremetía contra los demás. Los no-muertos, armados con espadas, cargaron contra el demonio esgrimiendo las oxidadas hojas, pero el monstruo saltaba sobre sus cabezas y se escurría con movimientos rápidos y sinuosos, todo sin dejar de bufar.
Distrajo a un considerable número de cadáveres, pero eran medio centenar. Lo menos veinte vinieron hacia nosotros en actitud agresiva.
—Mi turno —sonreí.
Corrí hacia ellos, esquivé el tajo del primero torciendo el cuerpo, lo decapité y seguí contra el siguiente. Desvié la espada y le rajé el podrido cráneo. Me agaché evitando otro tajo y lancé la punta atravesando a un cuarto por la ciega pupila. Salté a un lado evitando una puñalada y le amputé la mano de un sexto. Estaba rodeado pero es entonces cuando mi concentración aumenta y mejor combato.
Me aparté de la cuchillada por la espalda lanzando el pie contra la crujiente cadera de mi atacante: se hizo picadillo y se desplomó roto de cintura para abajo. Bloqueé un tajo por un lado, por el otro, giré evitando un hachazo frontal, tomé el hombro del no-muerto y lo lancé con el que tenía a mi derecha, bloqueé otro sablazo y atravesé el correspondiente y viejo cerebro, desactivando a otro más.
—¡NAZHAM! —Oí gritar a Claire y me volteé alzando la espada para frenar el golpe de uno más grande y partirle la cabeza.
Entonces la vi a ella: cuatro le daban alcance, ella huía hacia el origen del río. Fui a salvarla pero de pronto vi que salían ramas del suelo y perforaban a sus perseguidores.
—¡¿Vassilis?! —giré alarmado pero no vi al viejo. Solo estaba ese demonio repugnante desmembrando zombies y arrojándolos por los aires con resoplidos abisales.
—¡NAZHAM, VEN! —Claire chilló de nuevo, así que obedecí y corrí tras ella al agujero del que salía el río. Una escalinata ascendía a ambos lados del surco de agua, era un túnel—. ¡Vamos, él se encargará!
Asentí y comenzamos a subir a paso veloz. Al momento noté que nos seguían. Volví la cabeza y vi a varios zombies corriendo tras nosotros. Uno estaba peligrosamente cerca. Me detuve, desvié su espada con la mía y le clavé el pie en la cabeza, desencajándosela y lanzándolo escaleras abajo. Continué subiendo para llegar junto a Claire. Ahora estábamos en una sala circular con 8 salidas a túneles igualmente anegados de agua. Todas las puertas eran iguales y estaban dispuestas de forma equilátera y simétrica, solo cambiaba el dibujo que había encima de ellas: lunas en distintas fases.
—¡¿Por dónde?! —grité.
Los ancestrales guerreros nos dieron alcance. Giré para encararlos y retrocedí desviando tajos a pares, triples y cuádruples, esquivándolos a veces y cercenando manos y cabezas con rápidos tajos a sus podridos huesos, pero llegaban más. Entonces, sin previo aviso, surgieron púas de madera del suelo atravesándolos a todos. Busqué a Vassilis con la mirada pero era Claire la que bajaba el brazo con gran fatiga.
—Vamos, es por aquí —dijo.
La seguí por uno de los pasillos, chapoteando en el agua, mientras volvía la cabeza repetidamente para asegurarme de que no nos seguían más.
—¿Cómo has hecho eso? —le pregunté mientras salíamos a una cámara idéntica a la anterior—. ¿Te lo enseñó Vassilis?
—Ah... —lamentó avergonzada. Apartó la mirada, lo que me resultó preocupante—. Sí, puedes decir eso —la miré extrañado pero ella siguió caminando y cambió de tema—. Rápido, tenemos que abrir la cámara y volver a por las niñas antes de que Vassilis vuelva a casa. El lapso de tiempo que tenemos para escapar es muy corto —me recordó apurando el paso por uno de los pasillos—. Él debe haber vuelto al pueblo, pero no debe haber llegado aún a casa. Hay una reunión del "círculo" —así es como llamaban a la secta— antes de partir para la ritual. Debemos escapar mientras están reunidos. Luego ya no podrán seguirnos sin arriesgarse a que Whitehowl escape. Se verán obligados a usar a uno de los novatos para suplantarme en la ceremonia, por lo que a lo mucho vendrán a por nosotros un par de demonios. No será ningún problema. Todo saldrá bien —se dijo mientras llegábamos a una cámara idéntica a la anterior. Llevábamos ya cerca de cinco salas exactamente iguales, y cada vez atravesábamos una puerta bajo una fase diferente, no siempre consecutivas—. Mañana a estas horas estaremos bajo el amparo de la Orden y viviremos en paz y libertad.
—Claire...
La tomé de la mano y la detuve. Ella me miró sorprendida, yo le sonreí cálidamente, me acerqué a su rostro y deposité un beso en sus labios, desdeñando el recuerdo de lo que había salido de ellos solo unos minutos atrás. Ella me devolvió el afecto con un suspiro y me sonrió al cabo.
—Seremos felices —dijo.
Acaricié su precioso rostro, recreándome en el brillo de sus perfectos ojos verdes.
—Hum —asentí—. Lo seremos.
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Astral Arcana: Moon
ParanormalAntes de que se infectara con la Maldición de la Luna y se convirtiera en licántropo, Natham Oldstone solo era un jovena que buscaba una piedra capaz de resucitar a los muertos... ---------------- Primera precuela de Astral Arcana (horror y romance...