Trío de idiotas

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Maratón 2/?

La alarma sonó y entonces todo se vino abajo. Es como cuando estas soñando que estas a punto de besar a tu chico ideal y entonces suena la alarma haciendo que te despiertes.

Pues así me sentía yo, destrozada mientras Nathan tenía la mirada triste y sin ser capaz de decir nada.

Iba a hablar cuando Nathan me interrumpió.

-Bueno Alice, tienes que prepararte, has quedado con Bill y los demás, nos vemos.

Nathan se disponía a irse cuando lo cogí por la muñeca, impidiéndoselo.

Las lágrimas amenazaban con salir pero eso era lo que menos quería.

Es cierto que Nathan y yo apenas llevábamos saliendo pero era algo bueno que me había pasado en mi vida desde que me mude y joder, con él me sentía diferente.

Cuando cogí a Nathan de la muñeca, no se revolvió y se dejó llevar hacia mi cama dócil donde lo senté y yo a su lado.

-Nat, ¿se puede saber por qué? ¿Por qué quieres romper conmigo?

-Al no me hagas esto mas difícil además no es por ti es por mí.

-No jodas, no puedes escaquearte de lo que hay entre nosotros tan fácilmente.

-¿Y qué es lo que hay entre nosotros? Si mal no recuerdo y apostaría a que mi mente está en perfecto estado, tuve que suplicarte que salieras conmigo a pesar de que según tú, te gustaba.

Por el tono de Nathan, veía que le divertía la situación (aunque en sus ojos aún había tristeza) pero lo peor de todo me lo había buscado yo sola.

-Lo que hay entre nosotros es especial, ¿me vas a decir que lo quieres arruinar?

-Aahh, claro es tan especial....

¿Pero a estos gilipollas qué demonios les pasaba?

-¿Sabes lo que te digo? Si quieres romper conmigo hazlo de una vez. No se para que confié en alguien como tú.

Y entonces las lagrimas, salieron finalmente.

-Hey Alice ¿por qué lloras? No me digas que es porque intente romper contigo...

-Pues claro que si idiota, me dolería que cortaras conmigo porque te quiero...

A medida que decía esas dos últimas palabras, mi voz iba cesando hasta que al final no quedó nada.

-Alice... ¿Me has dicho que me querías? ¡Dios! Me acabas de hacer el chico más afortunado del universo.

-¿Pero tú no querías romper conmigo? Dije limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano.

-¡Ah eso! Era una especie de prueba para saber si realmente estabas conmigo porque tú querías o porque de alguna forma te forcé.

-¿¿QUÉÉ TU QUE?? TU SABES LO MAL QUE LO ACABO DE PASAR PEDAZO DE ALCORNOQUE.

-Lo siento Alice, ¿tan mal lo pasaste?

No respondí, simplemente me limite a darle la espalda mientras los dos aun seguíamos sentados en mi cama.

Nathan me abrazó por la espalda y me susurró al oído

-Lo siento Al, perdóname ¿si?

Como no respondí, Nat pasó a un plan astuto y eficaz. Demasiado.

Aprovechando que estaba cerca de mi oído, me mordió el lóbulo suavemente y con una serie de besos fue bajando hasta el cuello y que siguió hasta mis labios. Cuando finalmente lo hizo se lanzó encima mía (recordar que estábamos en mi cama)

Le seguí el beso de Nat y cuando lo hice, el supo que ya no estaba enfadada y por eso sonrió en mis labios.

Miré el reloj de mi habitación, y vi que me quedaban 20 minutos así que desgraciadamente me separé de Nat.

-Debo prepararme para mi cita con Bill y el resto así que si no te importa ¿podrías salir de mi habitación? No me apetece que me veas desnuda.

-Vamos princesa te voy acabar viendo tarde o temprano así que de aquí no me muevo, se puso de lado con la cabeza apoyada en su codo.

-Vale como quieras.

Me levanté, me quité las zapatillas, después mis calcetines para seguir con el pantalón.

Me quité la sudadera y solo me quedaba una camiseta de manga corta, que me llegaba casi a las rodillas más la ropa interior.

Estaba levándome la camiseta muy lentamente y cuando estaba a un palmo de la cadera...

-MIERDAAAA NO PUEDO MÁS.

Nathan salió corriendo hacia la ventana para entrar en su habitación y por las prisas que llevaba, se tropezó un par de veces.

Yo solo me podía reír por la reacción de Nathan.

Acabe de ponerme la ropa que consistía en una camiseta de manga larga blanca de algodón con la palabra "WORD" en negro, un pantalón pitillo azul, unos botines negros y un chaleco rojo, una bufanda negra y a mayores, un bolso pequeño de mano de cuero sintético color cuero (?) donde metí la cartera con un poco de dinero, el móvil con los auriculares, unos pañuelos y poco más.

Cogí la guitarra que le iba a Bill, la metí en su funda y a su vez en una caja de madera para que no se notara tanto lo que era. Agradecía enormemente que la caja tenía una asa con la que la podía llevar fácilmente.

Dejé una nota en la entrada diciendo donde estaría, y salí de casa.

Me dirigí hasta el parque donde antes había estado con Will y con Nathan. Sonreí ante el recuerdo.

Me dirigí a un pequeño merendero techado que había y me puse a esperar.

Tras 2 minutos esperando me cansé y envié un Whatsapp por un grupo en el que estábamos los cuatro.

Yo

Cabrones donde demonios estáis? Se me está congelando el maldito trasero aquí sentada.

Robert

Tranquila Al, ya vamos ahora, Dos minutos máximo vale?

Yo

Mas t vale, y como que vamos? Estáis todos juntos?

Bill

Si, pase por Logan porque su puntualidad brilla por su ausencia al igual que tu paciencia.

Yo

A callar Cabron y daros prisa de una vez.

Logan

Estamos en la entrada del parque, ahora llegamos Al.

Yo

Vale :) Estoy en el merendero.

Y guardé el móvil en el bolso.

Para mayor seguridad puse la caja en la mesa del merendero y esperé.

Al rato apareció el trío de idiotas.

Prisión escolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora