KARRIE
Me remuevo en la cama. No puedo dormir.
-¿Karrie?- dice John desde el otro lado de la puerta -¿No tienes que ir a trabajar?-
Suspiro y hundo el rostro en la almohada. No he dormido en toda la noche. Después de que Beth me dejara en la puerta de mi casa y revisara todo solo logró ponerme nerviosa. Más tarde durante la noche recibí una llamada suya desde un número desconocido preguntándome si aún estaba bien. No logré pegar pestaña luego de eso.
A las nueve treinta de la mañana Mike me envió un mensaje de texto diciéndome que estaba despedida. Sin razones, solo despedida.
-Me reporté enferma- miento. -Me dieron el día libre-
John abre la puerta sin pedir permiso y me observa. Lleva su traje de policía y se cruza de brazos frente al pecho. -¿Enferma?-
-El estómago, algo me cayó mal- le digo, y me hundo más en la cama.
-Mike es un buen jefe al parecer- dice como insinuando algo con sus palabras. Lo miro con el ceño fruncido -Lo digo porque te da libre cuando quieres, te deja salir antes del trabajo. Prácticamente te paga por nada...-
-¿Qué quieres decir con eso?- lo interrogo, sentándome recta en la cama.
Se encoje de hombros, restando importancia -Eres joven y bonita, los chicos con dinero como él...-
-¡¿Piensas que me estoy acostando con él?!- vocifero indignada.
Sé que no debería sentirme tan ofendida, después de todo es la situación que teníamos con Jules. Pero entre Mike y Jules hay una brecha de diferencia muy grande. Mike es un asesino, un narco, un verdadero chico malo. Jules solo vende por él. En el fondo, sé que solo es mi subconsciente defendiendo en vano a Jules, pero no creo que pueda llegar alguna vez a ser tan malo con Mike.
-Karrie, no quise ser tan duro. Tú puedes hacer lo que quieras, solo me sentiría mejor de tener algo de información aquí. Saber con que tipo de gente te relacionas-
¿Con qué tipo de gente me relaciono? Asesinos, drogadictos, vendedores de drogas que se esfuman con el aire, manipuladoras, mentirosos, ladrones.
-No tienes que preocuparte por ello- le aseguro. -Solo vete al trabajo, estaré bien-
Cuando John deja la habitación siento una presión que no sabía que estaba ahí, caer. Pero de todas formas no termino por sentirme tranquila. Tengo que saltar de mi cama y recostarme en la alfombra para buscar mi arma debajo de la cama. Cuando la sostengo en la mano siento un poco más de paz, pero algo sigue molestándome, como un mal presentimiento, como antes de que pasara lo de mamá.
Tengo cosas que hacer.
******
Estaciono la camioneta de papá en la calle frente al Hotel. El clima está cambiando en Spring, el invierno está llegando y el viento frío se cuela por todas partes. Las personas pasean envueltos en abrigos y suéteres, incluso algunos con botines.
Los inviernos en Spring se caracterizan por la gran cantidad de nieve que se acumula en las calles y la enorme cantidad de turistas que llegan a patinar en hielo en el lago Spring durante la navidad. Las tiendas en esa época no dan abasto, hace mucho frío y los niños comienzan a corretear por todos lados con sus trineos de madera para hacer carreras en medio del bosque.
Me cierro el abrigo cuando me bajo de la camioneta y comienzo a caminar con las manos hundidas en los bolsillos, y la mirada baja.
Dentro del Hotel la temperatura aumenta varios grados y todo huele a algo dulce. Detrás del mostrador está Beth. Al verme se enfurece. Lo noto.
-¿Qué mierda estás haciendo aquí?- gruñe.
Me acerco decidida. No dejaré que me intimide con su actitud de chica ruda. Es solo una niña con un buen dote de actuación, nada más. Tengo un arma en mi cintura, no tengo porque temer a ella.
-¿Dónde está Mike?-
-¿Eres tonta?- pregunta saliendo de la seguridad del mostrador para detenerse frente a mí, a unos pasos, aún así muy cerca. -Te dije que te quedaras en tu casa hasta que te dijera que salieras. Mike no está, vete-
-¿Por qué me despidió?- insisto -¿Por qué me estás ayudando, si es que es eso lo que estas haciendo? ¿Por qué ese tipo dijo lo que sea que haya dicho? Necesito hablar con Mike-
Beth se cruza de brazos. Un mechón castaño se cae por su rostro y lo oculta detrás de su oreja, con irritación -ÉL NO ESTÁ AQUÍ- me asegura, pero en el momento en que termina de hablar, desde la puerta que da al estacionamiento escucho una voz masculina soltar un grito.
Amabas miramos al mismo tiempo hacia la puerta de metal, pero reacciono más rápido y comienzo a correr antes de que me tome del brazo o logre detenerme de alguna forma. Me grita que me detenga pero no la escucho, tomo el pomo de la puerta y empujo hacia afuera con fuerza, para salir perdiendo el equilibrio hacia un estacionamiento cerrado semi-vacío.
Cuando recobro el equilibrio, observo la situación delante de mí. Mike está de pie junto a Dallas y Terrence Lawrence. Jules está a mi izquierda y sus ojos se detienen en mí exactos cinco segundos antes de mirar al gemelo de Biersack arrodillado frente a él, amordazado y golpeado.
Entonces, dispara.
La sangre del hombre tiñe el suelo y un grito se escapa de mi garganta, pero no siento como si fuera mi voz. Me tiembla todo, no puedo pensar en nada bien.
Tengo que tomar un par de segundos para analizar que es lo que está pasando dentro de este lugar. Jules acaba de dispararle a un hombre en la frente. Acaba de matar a un hombre y yo lo he visto todo.
Dallas saca su arma y me apunta. Soy consciente de ello, pero no puedo escuchar su voz cuando me habla. Quizás a dicho que no dolerá o quizás que ya se acabó. Algo como lo que un mafioso dice a menudo, pero no lo escucho. Beth grita algo, creo que le pide que se detenga, él no la escucha. Van a matarme.
Moriré.
-Baja el arma- escucho decir a Jules. Cuando lo veo noto que ha alzado su propia arma apuntando a su hermano -Dallas, sabes que soy más rápido que tú, baja el arma-
-Alto- gruñe Mike. Me mira con los ojos fríos. Los Dubosi bajan sus armas al mismo tiempo. -Beth-
-Te advertí que te fueras- susurra Beth antes de golpearme con algo la cabeza.
Todo se pone negro mientras caigo.