Capítulo 12: Yourself

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Karrie


Jules sonríe cuando pasa junto al mostrador de la entrada de camino a las escaleras. Aún me causa escalofríos verlo pasar cada día desde hace un mes. Todo empeora cuando tengo que salir con él por orden de Mike y nos vemos obligados a viajar codo a codo durante horas sin hablar más de lo necesario.

-Arriba, ahora- indica Mike al salir de su oficina, dando un golpe en el escritorio al pasar.

Me levanto de la silla y lo sigo de inmediato, manteniendo un par de pasos de distancia, permaneciendo seria, centrada y en silencio.

En el mes que llevo trabajando para Mike he aprendido un par de cosas; Nunca hablar de lo que no debo, nunca mentir a Beth, nunca hablar de más con Beth, no responder altanera a Mike, no hablar con personas extrañas, lucir fuerte. La mitad de las cosas las tuve que aprender a la mala.

Aún tengo moratones y cicatrices de mis recientes enseñanzas.

La oficina de reuniones es una sala grande en el segundo nivel, la tercer puerta a la izquierda terminando el pasillo. En el centro hay una mesa de caoba barnizada con siete sillas, y unos pequeños sillones en el extremo derecho de la habitación. La ventana grande da hacia la calle principal de Spring Diamond, y la otra, la pequeña da hacia la parte trasera, donde a lo lejos se puede apreciar el lago naciendo.

Cuando entramos los hermanos Dubosi ya están ahí, sentados uno frente al otro en la mesa, acompañados de Beth quien está de pie junto a la ventana. Terrence Lawrence y su hermana, Rainie están ocupando un lugar en los sillones de cuero, y una pequeña Emily esta en el alfeizer de la ventana más pequeña, con la mirada perdida.

-¿Dónde está Marvin?- inquiere Mike al tiempo que avanza para tomar asiento en su lugar habitual, en el extremo de la mesa, dirigiendo la reunión.

Beth frunce el gesto antes de responder.

-Estoy arreglando eso aún- dice y sé que no es la respuesta que Mike esperaba, pero nunca ha discutido nada con Beth, y esta tampoco es la oportunidad.

-Espero que el asunto en Marrakech no se salga de control- dice Mike, con la vista fija en Beth, desafiandola a protestar.

Beth no se queda callada -Sé lo que hago- gruñe y se deja caer en una de las sillas.

Prontamente y en silencio todos tomamos lugar rodeando la mesa. Intencionalmente me siento lejos de Jules, pero no puedo evitar encontrarme con sus ojos cuando levanto la mirada en su dirección. Siento en mi garganta ese gusto amargo que deja la bilis antes de vomitar. 

Cada vez que veo los ojos de Jules no puedo evitar pensar en su mirada sobre el hombre arrodillado en el estacionamiento. La sangre y los sesos aparecen en mis sueños cada noche desde ese día, y nada lo mejora el hecho de que ahora ver sangre y sesos es algo de todos los días, parte de mi rutina, pero eso no lo vuelve natural. 

-Los Spikers quieres dejarnos- dice Mike con tono neutro. 

Rainie frunce el entrecejo -No pueden hacer eso. Ellos son nuestra única conexión con las Vegas-

-Los Bears no querrán hacer un trato y Rocketfeller tomará las Vegas- dice Dallas como quien lee el futuro pretendiéndose brujo.

En esta conversación no logro entender más que los nombres de los grupos que trabajan junto con Mike en otras partes del país, y del mundo. Entre ellos los Spikers, los hombres de Chris, el tipo al que Jules le disparó en el estacionamiento.

Emily, quien no pasa de los dieciséis años, se remueve, empujando su silla para sentarse más derecha. -Los Spikers creen que Mike asesinó a Chris y no van a hacer un trato con nosotros después de eso, pero los Bears si lo harán-

POLICIAS Y LADRONES [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora