Black Velvet † H.S

Capitulo 23

A veces solo necesitas unos minutos para darte cuenta que todo está derrumbado, que aunque hicieras todo para remediarlo nunca saldrías de aquel laberinto. De todo eso que ayudaste a construir y ahora te tiene hasta el cuello. Te tiene siendo testigo de una jodida deuda, de como la persona que amas está siendo apuntada con una arma y como ese dolor punzante en tu pecho crece cada vez más.

Se queda algunos minutos aún allí, cuando pudo controlar su agitada respiración se arrastró saliendo de su improvisado escondite, su mano limpio el rastro de lágrimas tomando camino hasta la quebrada puerta. Estaban algunos muebles y cosas destrozadas con cada paso que ha dado. Sus ojos se topan con la chica rubia sentada con la cabeza apoyada contra la muralla, hay un rastro de sangre en su rostro y sus ojos apenas están abiertos.

-S-se lo llevaron, Renee.-Murmuro arrodillándose en frente sintiendo como sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.-Ellos me han quitado a Harry.

-L-lo sé, Chambord.-Murmuro tratando de acomodarse sobre la dura superficie, observo el ceño fruncido de la chica quien trataba de ayudarla a ponerse de pie.-E-el solía llamarte así.

-¿Por qué?-Murmuro sosteniendo la cintura estrecha de la chica hasta el sofá donde se dejó caer suspirando adolorida. Esos tipos eran tan agresivos.

-Ya sabes, es algo tan apetecible pero a la vez tan inalcanzable que podrías matar por tenerlo entre tus manos. Una jodida metáfora inentendible de Harry.

-Estoy tan jodida.-Murmura, pero su voz está bajando de tono, muerde su labio inferior mientras sus ojos se pasean por la destrozada casa.-Y enamorada.

-Sera mejor que vuelvas a tu casa, tu familia debe estar preocupada.-Hablo encogiéndose en el sofá abrazando sus piernas con fuerza, Un dolor punzante se instaló en el pecho de Charlotte.

-Uh, digamos que mi amiga debe estar asesinándome mentalmente por dejarla sola en esa casa.-Se puso de pie dándole una sonrisa a la chica quien se quedó curiosa.

-¡Buena suerte!

(...)

Abrió lentamente la puerta de la casa, adentrándose lo suficiente para ver la cabellera rubia de su amiga en el sofá viendo un programa de cocina, Soltó un suspiro acercándose inspeccionando el lugar. Todo estaba en orden.

-Veo que sigues aquí...-Musito llamando la atención de Pandora quien dio un respingo poniéndose de pie de manera brusca.

-¡Jodida mierda Charlie!-Coloco una mano en su pecho por la sorpresa de ver a la chica en frente, Noto la sonrisa irónica en sus labios y se confundió aún más-¿Dónde demonios estabas?

-Buscándole sentido a la vida, no te preocupes solo vine por unas cosas.-Hablo caminando hasta las escaleras siendo seguida por la otra chica quien la miraba un tanto perturbada.

-Estaba esperando que llegaras, ha llamado Jonas esta mañana, no le dije que estabas medio desaparecida. Te manda saludos y dice que nos extraña.-Murmuro apoyándose en el umbral de la puerta.

-Gracias, me alegra saber qué nos recuerda aun, ya sabes pensaba que había formado su familia con una atractiva calamar.-Soltó una risita, tomando un bolso mientras abría el armario.

-¿A dónde iras?-Balbuceo entrando en pánico mirando sin entender el motivo de la repentina aparición de su amiga, no quería ni siquiera preguntas si Harry estuviera esperándola fuera.

-Me quedare en casa de Harry, será temporal luego nos iremos muy lejos de aquí. Él lo prometió.-Guardo su ropa y algunas cosas necesarias sentándose en la cama junto a la rubia.

-¿Son novios?-La rodeo con su brazo dejando un beso en su cabello, podía oler el tabaco en ella y sabía que había estado en aquellas fiestas alocadas.

-No lo sé, él me dijo que me ama y es mutuo ¿Crees necesario un maldito título?

-No, solo siento que algo anda mal, te conozco demasiado para saber que si todo fuera bien estarías saltando sobre la cama contándome sobre lo maravilloso que es ese idiota.

-Tenía deudas con un traficante de drogas, Se lo han llevado. Pero me dijo que volvería por mí. Tengo mucho miedo.-Su voz se cortó cuando un sollozo afloro.

-Jesucristo, solo eso faltaba. Tienes tu oportunidad para librarte de él y todos esos problemas que arrastra, no quiero que salgas perjudicada. Sé que lo amas pero Charlie has cruzado los límites masoquistas que alguien puede tener en una relación. Lo de ustedes es enfermizo.

La antes nombrada se puso de pie, tomo su bolso sin darle una mirada a la chica que pensaba que la entendía. Guardo sus ahorros en su chaqueta, no tenía mucho dinero pero eso serviría para sobrevivir algún tiempo. Sorbió su nariz abriendo la puerta.

-Deberías resignarte a asumir que mi hermano no volverá, lamento romper tu burbuja de ilusión pero es la verdad. Se ha ido para siempre.-Mascullo entre dientes.

-Deberías resignarte a que Harry no volverá, a estas horas debe estar jodidamente muerto. Como posiblemente lo estarás tú con la decisión que estas tomando.

-Fue un gusto conocerte, Panda.-Fue lo último que dijo para abandonar su ahora antigua casa, cerrando una dolorosa etapa de su vida. Concluyendo una amistad.

Camino el tramo que la separaba de la vivienda del rizado, abrió la puerta guardando la llave de repuesto que se encontraba bajo el tapete. Dejo sus cosas en la habitación. No pudo evitar tomar una camiseta del armario reemplazándola por su ropa. Se sentía tan bien con su aroma envolviéndola, camino hasta el sofá acurrucándose sintiendo sus ojos arder mientras observaba la única fotografía de Harry en su móvil.

Harry es una persona tan retorcida con tanto y arrepentimiento, y aun así, procura que ella sea feliz. Y ella, es una persona llena de dolor, vergüenza y angustia, pero Harry la ama de todas formas y constantemente se sienta y solo observa sus zapatos, preguntándose cómo alguien como él puede amar a alguien como ella, y en ese momento no puede evitar que su amor por él crezca.

Harry es la brisa fresca que golpea tu cara suavemente en una llena de estrellas. Él es la pizza de extra queso. Es la canción que escuchas en la radio y se convierte en tu favorita.

Él es la emoción de verano y un último día de clases. Él es estar triste y feliz y todo lo que está en medio.

Harry es esa droga que, aun sabiendo que te hará daño, sigues consumiéndola.

Y ella se convirtió en adicta.

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(Chambord es un licor francés evaluado en 3,5 millones de dólares a base de frambuesas rojas y negras, miel y coñac)