Black Velvet † H.S

Capitulo 34

Tomo asiento dejando su taza de café sobre la mesa, llevaban exactamente una semana en esa casa, Charlotte suspiro viendo como El padre de Harry se sentaba frente a ella dándole una sonrisa. Ella solo rodo los ojos. Jamás había odiado a alguien sin llegar a conocerlo, pero ese hombre era tan despreciable. Con sus miradas insinuantes a cada minuto.

-Tu querido chico sigue dormido ¿No? Debes haberle hecho mierda anoche, el pobre quedo cansado de tanto cogerte como animal ¿A que si?

-No es así, si no le importa quiero beber café tranquila.-Mascullo irritada, dejo la taza a un lado viendo como el hombre lamia sus labios llevando su mirada a su escote.

-Eres muy hermosa, me encantaría meterme entre tus muslos de muñeca ¿Te gustaría eso? Podría hacértelo mejor. Ya sabes la experiencia es algo mejor.

-¡Déjeme en paz! ¡No puede ser un...Cerdo! ¡He estado tratando de hacer esto agradable!

-Lose muñeca, mi oferta sigue en pie. Solo dime si quieres ser la muñequita de Papi te tratare bien. Ahora iré a comprar algunas cosas a la tienda ¡Nos vemos luego!

Ella le mostro el dedo del medio viéndolo salir, se puso de pie corriendo escaleras arriba al cuarto de Harry. Abrió la puerta corriendo hasta quedar sentada en la cama, movió al chico bruscamente tratando de que despertara. Esta era su oportunidad de escapar de ahí.

-¡Vamos Harry! ¡Mueve tu culo de la cama!-Le grito exaltada poniéndose de pie, jalo de su cabello en un acto de desesperación. Estaba tan cansada.

-¿Qué demonios quieres? ¿Qué ocurre Charlie?-Pregunta poniéndose de pie tomando su camisa colocándosela, junto al resto de su ropa. Le dio una mirada rápida a la chica.

-Tu padre acaba de salir, tienes que buscar el dinero ahora ¡Debemos irnos de aquí! No tenemos suficiente tiempo, harry por favor...-Le suplico caminando junto a el hasta el pasillo.

-Bien, vamos a su cuarto. Luego tomaremos su maldito auto y nos iremos lo más lejos posible.

Arrancaron hasta la habitación, empezaron a revisar todo. Hasta que Harry encontró una maleta debajo de la ropa del armario. La abrió notando que era demasiado dinero, sonrió poniéndose de pie. Salió del cuarto rumbo a la sala a buscar las llaves del carro. Estaban a un paso de salir de allí. Charlotte empezó a guardar el dinero en un bolso, estaba demasiado nerviosa. Sus manos temblaban cada vez más. Escucho algunos ruidos abajo pero pensó que era el rizado que había tropezado o algo. Acomodo su cabello para volver a meter los billetes.

-Vaya a la princesa le gusta demasiado el dinero ¿No?-La ronca voz del hombre resonó en el cuarto dejándola helada. Su mirada subió rápidamente viendo su amarga sonrisa.

-Yo...-Ella se puso de pie pero fue tarde su intento de escapar cuando el tomo su cabello fuertemente jalándola dentro del cuarto. Cerrando la perta con seguro

-Debí haber sabido que el malparido de Harry intentaría algo, puede ser un bastardo pero no es tonto, en cambio tú pequeña zorra eres una ingenua. Tan parecida a su madre.

La empujo a la cama en un movimiento brusco, subió sobre sus caderas inmovilizándola. Tomo sus brazos que intentaban moverse pero la tenía completamente a su merced. Las lágrimas no tardaron en venir cada vez que trataba de zafarse de su agarre. Su boca succionando en su cuello marcándola.

-¡Déjame maldita sea! ¡Harry! ¡Dios mío ayúdame! Harry...-Sollozo cuando el hombre impacto su mano contra su mejilla fuertemente, la picazón dejándola aturdida.

-Calla bebe, él no puede oírte y si lo hace no podrá hacer nada. Ahora serás mía.-Beso su mejilla tratando de besarla pero ella escupió en su rostro haciéndolo bufar.-Te gusta rudo ¿Eh?

-Déjeme ir...por favor...-Susurro sintiendo como el hombre rasgaba s camiseta rompiendo la tela, trato de arañarlo o hacer algo para que parara pero recibió otro puñetazo.

-Eres tan bella como Anne, recuerdo la última vez que la tuve para mí. Ella me amaba de aquella forma enferma como tu amas a ese imbécil, pero me canse de eso. Hasta que la vi dar su último aliento librándome de ella ¡Cuánto llegue a amarla! Pero a la vez la odie.

-Y-yo no soy ella, jamás lo seré ¡Sal de arriba de mí! ¡Estas enfermo!

-¿Vas a llorar? ¡Eres una bebita llorona! Mira como tus ojos se llenan de lágrimas, pequeño bebe-

Cuando la tela de sus jeans fue rasgada sintió como su vida corría en frente a sus ojos, como su aliento se atascaba en su garganta formando una horrible presión en su pecho. Sus brazos cayeron a ambos lados de la cama mientras cerraba los ojos. Esto era su fin. Solo era un grano de arena más que añadía a la gran mierda que era su vida.

La puerta fue rota bruscamente, Charlotte sintió como Harry sacaba al hombre de encima tirándolo al piso empezando a golpearlo con toda su fuerza. Ella solo pudo cubrir su rostro llorando desconsoladamente. Se sentía asquerosa, sentía que ya nada mejoraría.

-¿Crees que podrías matarme? Soy mejor que tu compañero ¡Vamos repítelo adelante!-Coloco la escopeta en su cuello creando presión evitándole respirar.-Hey esto es por mi novia.

Le dio una patada poniéndose de pie, su rostro estaba lleno de sangre sintiendo dolor pero el ardor en su pecho era aún peor. Apunto el arma en su dirección. Mirándolo con desprecio con todo eso que llevaba guardando tanto tiempo.

-Hazlo ¡¿Qué estas esperando?! –Ella grita poniéndose de pie, mirando incrédula como el rizado tira la escopeta lejos poniendo las manos en su cabeza.

-N-no puedo hacerlo, yo no soy un asesino.-Masculla viendo como ella sale del cuarto corriendo lo más rápido posible. El tomo el bolso dándole una última mirada al tipo.

Cuando bajo pudo ver como la castaña tomaba su chaqueta con apuro, sus mejillas estaban rojas y un rastro de sangre corría por sus labios reventados. Él se acercó enseñándole el bolso pero ella negó.

Ella lo miro con dolor reflejado tan claramente, no sabía que significaba, si era amor, o quizá un sentimiento más grande que el hombre aún no había sido capaz de descubrir pero, no se trata simplemente de querer estar a su lado, de amarle y de sentir que la ama, se trata de querer hacer todo para su bienestar incluso si eso significaba que ella no lo tendría.

Caminaron hacia la camioneta oscura donde Harry se desplomo en la parte de atrás cerrando los ojos con fuerza, ella subió arrodillándose mirando su cuerpo inerte apoyado en el acolchado. Su rostro estaba sangrando, había sangre moviéndose desde sus labios hasta su barbilla y cayendo por su pecho. Había moretones encima de los viejos. Estaba hecho mierda, siempre lo estaba.

-¿Él te rompió algo?-Ella pregunto limpiando su sangre con su chaqueta la cual ya estaba totalmente rasgada. Sus dedos acariciando su cabello lentamente.

-No lo creo.-mascullo arrastrando las palabras.-algo te preocupa.

-Creo que más que preocupación, es miedo.-Le corrigió dejando un beso en su cabello dejando su cabeza allí tratando de sentirse segura de nuevo. Aunque no funcionaba.-Pero sé que vamos a salir de esto, siempre lo hacemos ¿No?

Pero él no le creía.

-es porque no me importa cuán destrozada estaré, ni me importa la gran cantidad de mierda en la que estoy metida solamente para meter la mano en tu infierno y tratar de sacarte. Pero yo estoy sintiéndolo, estoy lastimada, hecha mierda como tú.

-Pero me amas.

-Lo hago, Harry.

-Y yo te amo también, te amo joder, me metí en la boca del lobo buscando que podamos tener un futuro, pero soy un asco, estoy pudriéndome. Pero no quiero que te alejes de mi lado. Soy lo suficiente egoísta pero no te dejare ir.

Ella asintió cerrando los ojos, no sabía que dolía más. Si los golpes en su rostro o la forma en que Harry trataba de acariciar su rostro pese al gran dolor que sentía. O que si no escapaba de esto rápido terminaría explotando llevándose todo a su alrededor.

Ella lo amaba pero debía dejarlo, ella lo quería pero por una vez en la vida sería lo suficiente valiente para pensar en ella primero.