Epilogo

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Cuando estas enamorada te sientes elevada, como si solo existiera aquella persona por la cual diste o das todo de ti, su boca sobre tu cuello sabe a gloria y vas olvidándote de todo. Solo el toque de sus manos te hace sentir en el lugar adecuado, su calidez te derrite a tal punto de no querer apartarte jamás. Pero pasa. Y luego no sabes lo que era la soledad, lo duro que es verlo allí alejándose de a poco y olvidas como respirar.

Él se encargó de succionar su esencia, destrozarla a tal punto de que jamás volvería a ser como antes. Se llevó su juventud, sus esperanzas y una parte de su vida. Y ella ama cada parte de eso. Porque haría exactamente lo mismo para volver a estar rodeada de sus brazos escuchando su corazón de cocaína. Ser su vía de escape a su desastrosa vida.

Harry se fue, pero no la llevo con él y eso dolía demasiado. Él se llevó todo con el pero la olvido en el camino...

Las luces de la carretera enceguecían su visión, aparto las botellas vacías para poder pisar el acelerador de una sola vez. Paso una mano por sus ojos llevándose el rastro de lágrimas. Había salido de allí tan rápido que solo comenzó a conducir sin dirección alguna. Solo quería huir de ese infierno. Aunque nada mejoraba mientras su visión se volvía borrosa. Sabía lo peligroso que era conducir tan ebria y con unas pastillas dentro.

Sus ojos se toparon con unos orbes verdes llamativos en el espejo que la miraban con cautela, se giró rápidamente viendo al rizado expulsar el humo lentamente. Charlotte abrió la boca incapaz de creer lo que veía. Este soltó una carcajada acercándose para besar su boca bruscamente volviendo a su lugar.

-T-tu ¿Por qué si estas tan lejos de mí pero te puedo tocar, palpar? Sé que estas aquí o al menos eso quiero creer.

-Lo siento, suelo perderme mucho. Pero ¿Puedes sentir mi calor?-Toma su mano dejando un beso sobre sus nudillos llenos de cicatrices y heridas a medio sanar.

Ella respira lento, sus ojos llenándose de lágrimas cuando sus manos vuelven al volante esquiva algunos autos recibiendo bocinazos y algunos improperios. Siente como el pánico se arraiga dentro con tanta fuerza que debe voltear a cada minuto para ver al chico que sigue fumando tranquilamente. Ella toma su cabello jalándolo con frustración.

-¿Por qué lo hiciste, maldito cobarde?-Ella de pronto habla desesperada, su pie en ningún momento se mueve del acelerador. Es más aumenta la velocidad porque debe hacerlo. Debe llegar con él.

-Oh vamos, sabias que todo terminaría mal... ¿Qué esperabas? Tu sueño americano no tenía futuro cariño. Ya sabes, juega duro y muere joven.

-Me dejaste ¡Me abandonaste en tu propio desastre! ¿Sabes que es lo peor de todo esto?

-Lose, probablemente alguien te vio salir de aquel lugar y encontró mi cuerpo y llamo a la policía. Y ahora deben estar buscándote, para culparte de mi muerte. Asesina.-Él sonríe cuando ella suelta el volante para darle un golpe.-Cuidado muñeca, puedes volcar el auto.

-¿Querías esto, no? Siempre tuviste miedo de que te arruinara, de que cayeras tan mal por mi como yo lo hice por ti...ahora estoy tan metida en tu mierda como querías.

-Charlie, detente... pisa el maldito freno ¡Para esta mierda! ¡No hagas una locura!

Ella soltó una carcajada al ver su cara de pánico, podía escuchar voces a su alrededor y como una potente luz los iluminaba pero ya no importaba. El seguía gritándole que parara pero no podía hacerlo. Se sentía totalmente inmóvil mientras lo observaba.

-Vas morir ¡Mierda toma el volante! No te duermas cariño... oh cariño tus ojos lucen preciosos como el abismo al que te diriges...

Entonces ella reacciono, estaba completamente sola. Sus manos temblorosas tomaron el volante tratando de hacer algo, pero solo sentía la voz de Harry alejándose. La imagen de su madre suplicándole que se detuviera pero por más que tratara de luchar no había nada que hacer.

Y sintió los labios de su hombre posarse en los suyos, perdió el control del vehículo. Sus dedos entrelazándose con los suyos de forma perfecta. El auto cayó por un despeñadero volcándose sin detenerse. El sol brillaba en sus rostros mientras corrían tomados de la mano. Su cabeza impacto contra el volante violentamente mientras las ventanas reventaban sobre su cuerpo. El irradiaba fuego mientras la alzaba entre sus brazos llevándola lejos. Las llamas quemaron cada recuerdo y robándole su último aliento. Y Harry le susurro sobre su boca.

Oh bebe nacimos hechos para morir...

Oh bebe nacimos hechos para morir

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Black Velvet † H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora