Todo estaba marchando bien, era un hermoso día para Charlotte. Las nubes cubrían el cielo apartando el hecho de que era un día frio. Sus favoritos. Dejo el bolso en el sofá avanzando perezosamente hasta el baño donde tomo una ducha caliente. Deslizo unos pantalones negros algo holgados y una camiseta desgastada de Pink Floyd. Su cabello goteaba mientras salía de su cuarto.
-¿Mamá?, ¿Estas en casa?-Hablo paseándose por el pasillo, toco la puerta del cuarto de su madre abriendo la puerta lentamente.
Se arrodillo a un costado de la cama haciéndose espacio entre los tazones con restos de infusiones y periódicos expirados. Jane estaba respirando pesadamente a pesar del caos se veía bien. Su mano se movió con cuidado acariciando su bronceada piel.
-Buenos días, Creo que deberías vestirte hoy.-Le sonrió apartando mechones rubios de su rostro.-Te preparare un baño.
-Gracias querida, dame unos minutos para ponerme de pie.-Se sentó débilmente apoyando las palmas de las manos en el colchón para tener un poco de equilibrio.-Las velas están en el último cajón al igual que el gel energizante.
Ella asintió preparando la bañera, encendió las velas y algunos inciensos de lavanda. Su cuerpo se volvió un manojo de nervios al escuchar el grito ahogado de la mujer. Se puso de pie corriendo hasta quedar paralizada observando como esta vomitaba. Las lágrimas cayendo por sus mejillas mientras trataba de respirar.
-¡Mierda, mierda!-Chillo acercándose para sostener su cuerpo antes que cayera al piso, podía escuchar sus sollozos sofocados.
-L-llama a Jonas, llámalo.-Balbuceo dejándose caer en la cama tosiendo con fuerza, su pecho subiendo y bajando mientras el agudo dolor en su cabeza no cesaba.
Sus dedos temblorosos tomaron el móvil, salió del cuarto esperando que contestara. Su pecho estaba apretado y su corazón luchaba por mantener un latir constante.
Hola soy Jonas, en este momento no puedo hablar, deja un mensaje quien quieras que seas...
-¡Estúpido, cabron!-Murmuro guardando el móvil en su bolsillo.
Regresó al cuarto, su madre estaba recostada inmovilizando su cabeza mientras lloraba. Se aproximó tomando su mano ayudándola a levantarse de a poco. Sus brazos sujetando su cintura.
-Te llevare al hospital, solo ayúdame a llegar al carro.-Musito sonriéndole al ver su asentimiento.
.Con todas sus fuerzas logro recostarla en la los asientos traseros, metió la llave y acelero por las escarchadas calles de la cuidad. Pensando en que tenía el tiempo contado. No se detuvo ante los semáforos solo condujo estacionando descuidadamente en la entrada del hospital más cercano. Se bajó abriendo la puerta y volviendo a sostener el peso de Jane en sus brazos. Luego de algunos largos minutos entraron, Charlotte dejo escapar un suspiro al ver a los paramédicos acercarse. La dejaron en una silla de ruedas conduciéndola por el pasillo.
-¡No te preocupes, estaré aquí esperándote!-Exclamo quedándose detrás de las grandes puertas blancas tratando de que las lágrimas no abandonarán sus hinchados ojos.
Se sentó en una de las sillas de la sala de espera, escondió la cabeza entre sus manos tratando de pensar con tranquilidad. Se preguntaba dónde estará su hermano. Porque esta tan sola en un momento tan difícil. Todas esas preguntas solo la hacían sentirse aún peor. Percibió el vibrar de su móvil entre sus manos. Observo la pantalla con los ojos nublados por las lágrimas
"¿Estás bien? Tenía una llamada perdida tuya... ¿Charlie estas ahí?"
"Mamá está en el hospital, Jonas."
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Black Velvet † H.S
Fanfiction❝Los chicos destruyen corazónes, yo destruyó mentes.❞ ADVERTENCIA: Esta historia constará de escenas sexuales, lenguaje explícito y violencia si no te sientes cómodo con ello, te sugiero que no lo leas.] Historia completamente original.