Capitulo 28.

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Si la vida se contara por expresiones de impotencia en vez de años, habría dejado de contar hace tiempo. Charlotte estaba sentada revolviendo la ensalada con el tenedor. La capucha cubría gran parte de su rostro mientras escuchaba la voz de Renee quien la miraba lastimosamente.

-¿No comerás?-Pregunto en un intento de tener la atención de la castaña, esta negó alejando el plato.-Estas en los huesos querida.

-No tengo apetito, lo siento.-Mascullo bajando la mirada, se puso de pie caminando hasta la sala donde tomo su móvil marcando el número de Harry.

Hace horas salió por esa puerta sin decir donde, no ha llamado y Charlotte simplemente está asustada. Jodidamente asustada de que se le haya pasado la mano con esas malditas pastillas y sustancias. Al tercer pitido el móvil es contestado. Había gritos ensordecedores detrás y escuchaba su nombre en boca de otras personas, hizo un esfuerzo por entender que era lo que decían, uno cual, no fue difícil, porque se encontraba relativamente cerca. ¡Harry! ¡Hey Harry! ¿Dónde mierda dejaste la jeringa? ¡Se metió esa heroína él solo, pequeño bastardo!

-¿Harry? ¡Dios háblame ¡-Ella hablo angustiada tardando en reaccionar ante el ruido.

-No, el ya no está. Su mirada esta tan ida que incluso podrían mearle en la cara y no haría nada al respecto.-Una voz femenina se escucha, por su contagiosa risa se da cuenta que esta drogada.-Hace tiempo que no nos veíamos, es bueno meterlo en algo en que no podría salir.

La llamada se corta, en ese instante su cuerpo se deja caer en el sofá escondiendo su rostro entre sus manos. Resopla llena de impotencia o tristeza. Esta odiándolo demasiado. Lo odia por irse, por poner en riesgo su vida y por romper su dañado corazón cada vez más. Quiere ir por el pero su orgullo es fuerte. Las heridas están frescas aun.

-Él estará bien, tranquila.-La rubia se deja caer a su lado frotando su espalda. Sus manos haciendo círculos sobre la tela del buzo gris.-Sera mejor que no se aparezca aquí o lo golpeare.

-E-él se inyecto esa mierda, Rens.-Susurro cubriendo su boca en un acto nervioso por no soltar un sollozo, sabia sobre ella. La vio siendo inyectada en su hermano tanto tiempo.

-¡Oh no puedo creerlo!, escúchame Charlie, él te golpeo como una jodida bestia ¡Tu lloras porque es un drogadicto de mierda! ¡Maravilloso!

-Yo bese a Donny. Fui una perra.-Soltó un suspiro tembloroso, sus ojos mirando un punto fijo en la pared de enfrente. Siente como la mano de Renee toma la suya entrelazándola.- ¿Sabes que es lo peor de tener el corazón roto?

La rubia niega apoyándose en su hombro, aspira profundamente recordando a Pandora. Ella solía apoyarse en su hombro mientras tenia s mano sujetada fuerte. La extrañaba demasiado. Quizás debería ir a su casa y darle un jodido abrazo, lo necesitaba.

-No recordar como era antes de tenerlo así, y empiezas a olvidarte del significado de vivir. Todo se vuelve nada en cosa de segundos. Pero solo puedo quedarme aquí.

-¿Tu plan de vida es irte con un drogadicto y aguantar toda su mierda? ¿Eso te imaginas para tu futuro?

-Yo lo amo, puede que suene loco. Pero jamás pense que mi madre moriría tan pronto, que mi hermano fuera un maldito egoísta por abandonarme. Que terminara sentada esperando al chico más problemático que he conocido.

-Solo actúas como una puta adolescente, que cree que tiene el mundo a sus pies. Cuando crezcas un poco más te darás cuenta, entenderás lo equivocada que estas. Él no es tu única opción.

-Solo quieres vivir por mí, se la mierda que has pasado. Pero este es mi infierno Rens, seré fuerte por ambos.-Le sonrió poniéndose de pie. Tomo la cajetilla de cigarros encendiendo uno.

Black Velvet † H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora