Capítulo 17

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Estuve la mayoría de la mañana preguntando cosas sobre mis poderes y demás, y Theo me dijo que solo han habido 2 personas con mis mismos poderes: mi madre y un hombre que ya está muerto. Dice que son muy poderosos y que tengo que aprender a controlarlos cuanto antes para no causar estragos.

Ahora estoy en mi habitación con los altavoces escuchando mi lista de música mientras hablo con mi padre por Skype.

–Cariño, yo...– le interrumpí.

–No me llames cariño– dije.

–Yo no podía decírtelo hasta que no llegara el momento. Siempre, todo lo que he hecho y sigo haciendo es para protegerte. No quiero que te pase lo mismo que a tu madre– contesta apenado. Veo que han caído unas cuantas lagrimas mías en el teclado del portátil.

–Ah, claro, y tampoco sabías que Kyle es un ángel caído, que soy muy poderosa y que vienen a matarme. ¿No pensabas mencióname siquiera lo último, Thom?– digo alterada.

–Y-yo no creí que el momento había llegado. Pensaba que no sabrían quién eras– se defiende. Yo me río sarcástica.

–Claro, Thom, tú y tus mentiras para "protegerme". Estoy harta de que todo el mundo me oculte cosas. Primero mamá, luego Kyle, y ahora tú. ¿Sabes? Llegará el día en que los Argels me maten, y quiero que sepas que será tu culpa– digo cerrando con brusquedad el portátil.

Me tapo la cara y sigo llorando como una niña pequeña. Mi padre odia las mentiras, y es el primero que me oculta algo tan grande.

–Te has pasado– dice Kyle desde el marco de la puerta.

–Me da igual– digo cogiendo un pañuelo de mi mesita.

–Es tu padre, no deberías tratarle de esa manera. Tendrías que tenerle un poco más de respeto– dice cruzándose de brazos. Yo me río.

–¿Acaso sabes lo que es respeto? Porque conmigo ni siquiera lo has pensado– digo tumbándome y tapándome con un almohadón. Odio que me vean llorar.

–Cuando estés un poco más tranquilita, bajas a razonar– dice yéndose.

Comienzo a berrear como un animal. Sí, soy de las que hacen sonidos extraños cuando lloran.

Mi móvil comienza a sonar y veo que es Drew.

–¿Diga?– digo haciendo un puchero.

–Hoola, Agu... ¿Estás llorando?– pregunta preocupado. Yo me sorbo los mocos.

–No...– miento.

–Ya, como que no te conozco. ¿Qué te pasa, Agui?– pregunta con la boca llena de algo.

Yo le cuento que he discutido con mi padre (no le he dicho la razón) y que Kyle es idiota.

–No entiendo por qué vas y te enamoras del más gilipollas– dice mientras pongo él manos libres.

–Ya, pero por desgracia eso no lo elijo. Me estoy empezando a plantear si debo de alejarme de él. Creo que no me conviene estar a su lado– digo secando mis ojos.

–Ves, tenía razón– dice. Yo ruedo los ojos.– Oye, ¿quieres dar una vuelta o que vaya a tu casa?– pregunta.

–La verdad es que no, me apetece estar sola y reflexionar. Últimamente mi vida se está volviendo...irreal– digo. Él ríe.

–Pues bueno, ahora que me has dado calabazas, me voy a pintar con mi hermana– dice con falsa tristeza. Yo me río levemente.

–Adiós, Drew– me despido.

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