Capítulo 11

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"Mejor que te lo diga él..."

Pero

¿Quién?

Bah, no importa. Seguro que estoy estresada por los exámenes y por eso sueño cosas tan raras.

Hoy es viernes al fin!!!!

Me levanto y me pongo lo que suelo utilizar para gimnasia: unos shorts negros y pegados de chandal, una camiseta de tirantes rosa con el logo de "Puma", y mis New Balance negras y grises. Me recojo el pelo con una coleta y me pongo una chaqueta de chandal de Adidas negra.

Bajo a la cocina y están Kyle y mi padre. Kyle va con unos pantalones sueltos de deporte cortos, una camiseta de manga corta negra y unas Adidas negras también.

–Vaya, hoy parece que los dos tenéis gimnasia– comenta mi padre comiendo.

–Sí, desde ahora coincido en todas las clases con ella– dice Kyle sonriendo.

–¿Ah sí?– me pregunta mi padre. Yo ruedo los ojos.

–Por desgracia...– respondo sentándome en un taburete.

En el colegio pensaron que como ahora Kyle vive en mi casa deberíamos de estar todo el día en el colegio juntos. O sea, que le han pasado de su clase a la mía, y ahora tengo que soportarlo a todas horas.

A mi padre le empiezan a llamar, y él lo coge y se aleja.

–No te hagas la tonta, te encanta que esté en tu clase– dice en bajito. Yo apretó los puños.

–Hicimos un trato, ¿recuerdas?– digo.

–Pero es para no discutir. Yo simplemente sigo la verdad– dice, pero no acabamos la conversación porque mi padre se acerca a la mesa.

–Chicos, tengo una buena y una mala noticia– dice mi padre.

–Empieza por la buena, Thom– dice Kyle.

–Ya han encontrado una casa para ti– comenta sonriendo.

–Es genial, Thomas, gracias– le abraza.

–¿Y la mala?– pregunto. Él suspira y me mira.

–Que mañana me tengo que ir a un congreso en Boston, y no vuelvo hasta la semana que viene, princesa– dice mi padre.

–Pues vete, papá, yo puedo quedarme aquí sola– digo.

–Cielo, no quiero que te quedes sola. Ya sabes por qué– responde triste.

Sí lo sé. Claro que lo sé. Él no se iba de que me vuelva a pasar lo mismo de hace 2 años. Que vuelva a cortarme y me pase algo.

–Papá, eso ya es pasado– digo yo.– Tu vete y aprende mucho–

–Claro, Thomas, y si quieres yo puedo venir a echarle un ojo a la nena– dice guiñándole un ojo. Yo le miro muy mal.

¿Nena? ¿Qué tengo? ¿3 años?

–No hace falta, yo me sé cuidar sola– recrimino.

–Si Kyle viene de vez en cuando me iré tranquilo– intenta negociar. Yo bufo.

–Está bien!! Pero entonces también tendrá que llevarme al colegio, no pienso ir en bus– digo como norma.

Kyle sonríe.

–Trato hecho– dicen los dos.

Kyle y yo nos despedimos de mi padre y vamos hacia el coche.

–Oye, Gatita, ¿no crees que esos pantalones son demasiado cortos?– dice mirando mi atuendo.

ADONISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora