Una semana....
Una semana es lo que llevo sin ver a Kyle, y me está matando. Desde que mi padre le echó me siento muy insegura y desprotegida. Con él era como si, hiciera lo que hiciera, iba a estar a salvo.
Ahora mismo estoy en la biblioteca del instituto mientras intento estudiar el cuerpo humano, a pesar de que estoy muerta de sueño. Noto una mirada sobre mí, y cuando levanto la vista veo que ya no hay nadie en la biblioteca salvo yo. Se ha hecho de noche.
De repente, una sombra pasa por detrás de mí. Cuando me giro, no hay nadie. Esa misma sombra se proyecta en la mesa donde estoy y, cuando levanto la cabeza veo a... Kyle.
Me levanto de la silla y salto encima de él, a lo que Kyle me responde abrazándome.
–No sabes cuánto te he echado de menos, Kyle– digo abrazándolo. Mis ojos se llenan de lágrimas.
–No te puedes imaginas lo que echaba de menos tocarte, Ágata– dice hundiendo su cabeza en el hueco de mi cuello.
–¿Por qué has tardado tanto en venir a verme?– pregunto sentándome en la mesa y él en una silla frente a mí.
–Porque no dormías. No puedo meterme en tus sueños si estás preocupada y no duermes lo suficiente. Esto te está consumiendo al igual que a mí, pero tenemos que soportarlo– dice acariciando mis piernas.
–¿O sea que eso quiere decir que estoy dormida en la biblioteca?– pregunto con cierto humor. Él se ríe.
–Exacto– me sonríe y luego vuelve a su expresión seria.– Necesito que hagas algo por mí– dice.
–Lo haré– digo sin pensarlo.
–Necesito que os vayáis fuera de Eastwood durante un par de días. Hasta que todo se tranquilice– dice cogiendo mi mano.
–¿Qué se tiene que tranquilizar?– pregunto.
–Nada de lo que debas preocuparte– me dice con una sonrisa forzada.
–¿Sabes qué voy a descubrir el por qué, no?– digo con el ceño fruncido. Él ríe.
–No lo dudo, pero créeme que es mejor que os vayáis fuera de aquí– responde con una sonrisa falsa.
"No pueden estar aquí para la masacre que se formará"- escucho en su mente.
–¿Cómo que masacre?– le preguntó asustada. Él me mira con el ceño fruncido y luego baja la cabeza.
–Ágata, vete– dice. Yo niego.
–No hasta que me digas por qué quieres que nos vayamos–
–No necesitas saberlo–
–Sabes que si–
–No–
–Le diré a mi padre que se vaya, pero yo me quedo contigo– digo finalmente. Kyle va a responderme y yo le corto.– Y no es una pregunta, Kyle. Me quedo–
Él suspira frustrado y me coge la cara con ambas manos.
–Eres la chica más testaruda y cabezona que he conocido jamás, Ágata– dice antes de besarme.
Cómo echaba de menos su boca. Sentir sus labios junto a los míos. Le echaba de menos.
–¡Señorita!– me grita una voz chillona. Me sobresaltó y veo que está la bibliotecaria enfrente mía mirándome enfadada.
–Mm si...dígame– digo aturdida.
–A dormir se va a su casa. Aquí se viene a estudiar!!!– dice antes de irse a recepción.
