El Escuadrón (Vegexby)

Viaje de Fuerzas

Departamento de Contención, Algún lugar de Escocia, 20 de enero del 2010

07:30 horas

El departamento de contención o "DC" como solía llamarle la Agencia, era un complejo de varios kilómetros ubicado en el interior de Ben Nevis, el punto más alto de los montes Grampianos y del reino unido, albergaba dentro de sí, no solo a criminales de guerra, sino a los terroristas y miembros de la mafia más peligrosos del mundo, hombres que eran considerado irreformables, o que por ser considerado enemigos globales, eran puestos bajo el cuidado minucioso y extremista de DAI.

Alejandro Bravo había viajado a primera hora, luego de ser contactado por los líderes de la agencia para encontrarse con el encargado de las instalaciones en la división escocesa, llevaba un elegante traje que le hacía parecer bastante maduro y su cálida sonrisa solo era contrarrestada por sus apagados ojos marrones incapaces de reflejar emoción alguna.

Su jet privado había aterrizado a varios kilómetros de las instalaciones, donde un helicóptero blindado lo había estado esperando para trasladarlo hasta la que era conocida como la prisión más segura y secreta del mundo, y también la más custodiada.

El recorrido a través del verde y tranquilizador paisaje que llevaba hasta la entrada secreta, fue bastante apacible, permitiéndole a Alejandro reflexionar un poco sobre su vida y los múltiples conflictos que con ella venían, pocas veces podía detenerse a reflexionar y en un lugar tan apartado, le era posible no solo reflexionar sobre todo lo que deseara, sino que ofrecía un extra, el silencio total en su cabeza, lejos del bullicio de la gente y de sus pensamientos.

El helicóptero era manejado de forma remota desde las instalaciones y la soledad que en ese momento invadía la mente de Alejandro era justo lo que durante mucho tiempo había anhelado. Aun cuando se supo de sus habilidades desde que era un niño pequeño, nunca vivió dentro de las instalaciones de DAI, debido a que su padre era un hombre influyente y proveía una gran cantidad de dinero a los fondos de la agencia, cosa que Alejandro había continuado haciendo luego de su muerte, además de colaborar en ciertas misiones especiales que le eran encomendadas.

Detalles como esos, eran lo que llenaban su tranquila mente, tan poco acostumbrada al silencio, no por lo menos sin hacer un esfuerzo, hasta que comenzó a sobrevolar sobre la verde zona Grampiana y acercarse a Ben Nevis, un bullicio enorme invadió su cabeza, miles de voces que hablaban al mismo tiempo, algunas entre ellas otras sin relación alguna, cada una diciendo cosas sin sentido, preocupados, ansiosos, enojados y tristes, toda una oleada de emociones y actitudes golpearon de pronto a Alejandro como un enorme guante de box.

Apretó sus sienes con los dedos como si estuviese teniendo jaqueca, mientras intentaba concentrarse en mantener las voces fuera de la misma, poco a poco fueron aminorado, hasta que finalmente pudo escuchar un simple murmullo, que luego de convertirse en un molesto zumbido desapareció por completo.

Sus órdenes habían sido claras, solo había dos tipos de trabajos para los que el agente Bravo era seleccionado: Buscar y Destruir o Infiltrarse y trasladar y en este caso en particular era la segunda, un traslado de un sujeto peligroso, único entre los que se encontraban en aquella prisión con el que ya había tenido la desgracia de coincidir en el pasado. Un vector con habilidades destructivas que había sido arrestado por tráfico de armas de alto calibre y planos para armas nucleares.

Se colocó sus lentes oscuros mientras el helicóptero descendía con tranquilidad en medio de los enormes montes y se introducía por una enorme compuerta que se abría mostrando el interior de aquellas imponentes montañas. Fue introducido a un enorme hangar completamente blanco junto con otros automóviles, además y aparatos de hélices, cuando la puerta del helicóptero se abrió, pudo observar con detenimiento la cantidad de tanques que se encontraban resguardados y su vista se fijó en un enorme Jet caza completamente negro que se encontraba estacionado al fondo.