Enamorando a Hermione

La torre sangrienta

Draco se escondió entre las sombras cuando la vio llegar. Ella se aproximó dando pasos cuidadosos hasta donde él estaba sin percatarse de su presencia. Antes de que girara y lo viera con la ayuda de la luz de su varita, se le acercó sigilosamente por detrás y la tomó por la cintura. Hermione lanzó un grito que él se apresuró a callar tapándole la boca con su mano.

-Silencio, Granger- le dijo al oído apretándola contra su cuerpo cuando la sintió estremecerse.

La soltó suavemente pero ella se apresuró a voltearse y pegarle en la cabeza con la mano.

-¡Ey! ¿Por qué me pegas?- se quejó apartándose.

-¡Porque eres un idiota! Si vuelves a darme otro de esos sustos te aseguro que te arrepentirás. ¿Qué hubiera pasado si te hubiera lanzado una maldición sin querer?

-Tampoco es para tanto- dijo él- No sucedió eso.

-Pero podría haber sido- insistió ella- Ahora, ¿Nos vamos o no? Será mejor que nos apresuremos antes de que me arrepienta.

-Bien, sígueme- le dijo Draco tomándola de la mano y comenzando a recorrer uno de los pasillos.

-¿Me vas a decir a dónde iremos?- le preguntó Hermione- La última vez fue una linda sorpresa pero dudo de esta ya que salimos a media noche.

-Confía en mí, ¿Quieres?

-Y eso me lo dices después de insultarme durante todos estos años.

Hermione se tapó la boca sin poder creer lo que había dicho. Draco se detuvo y la contempló dolido por aquel reproche.

-Lo siento- se apresuró a disculparse ella- Lo siento, no he querido decirlo...

-Por algo lo has dicho, ¿no?- dijo Draco con seriedad- Aunque supongo que me lo merezco... Después de todo, nunca me he disculpado por todo lo que te dije... Yo... lo siento.

Hermione se aceró a él y lo abrazó.

-No tienes que disculparte- indicó ella sin soltarlo- Ya te perdoné hace mucho tiempo. En verdad siento haber dicho eso, Draco, no quise hacerlo.

-Tal vez tengas que hacer algo para convencerme de eso- le susurró él al oído con una voz muy sensual que la hizo estremecer.

Rápidamente, Hermione se apartó y lo miró cruzándose de brazos.

-O te conformas con mi disculpa o me doy media vuelta- lo amenazó ella.

Draco rodó los ojos.

-Vámonos de una vez por todas- le dijo él volviendo a tomarla de la mano.

Siguieron caminando por el pasillo hasta toparse con una armadura. Draco la tocó con la punta de su varita y ésta se hizo a un lado dejando libre un pasadizo oscuro que ella nunca antes había visto. Se adentraron hacia allí y estuvieron caminando durante un minuto más o menos hasta que se toparon con unas escaleras que subían hacia el techo.

-Deja que vaya yo primero- le dijo Draco.- Te avisaré cuando tienes que subir.

-De acuerdo... Ten cuidado- no pudo evitar decir esto último.

-No hay peligro, Hermione- le indicó Draco- Sólo veré que no haya nadie y nos puedan atrapar. Aunque no creo que nadie se atreva a entrar allí.

Subió la escalera con la varita en su mano que le ayudaba a iluminar el recorrido. Abrió la puerta que tenía sobre su cabeza tan sólo un poco para espiar y luego bajó el rostro hacia ella.

-Sube- le dijo.

Abrió la puerta por completo y subió hacia la habitación superior. Se dio vuelta y ayudó a Hermione.