Condiciones

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Hermione entró a la sala común de su casa minutos antes de la hora de la cena. Todavía estaba algo ruborizada, sin poder creer que ella había sido capaz de decirle algo así a Draco, pero a pesar de eso no se arrepentía porque sabía que había sido completamente sincera al ponerle esas condiciones.

-¿Dónde estabas, Hermione?- preguntó Ron apareciendo delante de ella.

Hermione sonrió al ver que estaba de la mano de Lavender. La joven sonrió tímidamente y la saludó.

-Hola, Hermione. Yo... iré con las chicas. Nos vemos después, Ron- dijo y le dio un beso en la mejilla al pelirrojo cuyo rostro se volvió del mismo color que su pelo.

-Veo que las cosas entre ustedes mejoraron- le dijo mientras ambos iban a sentarse a los sillones que estaban cerca de la chimenea.

-Sí- respondió tímidamente éste-Es que... hablamos... y quedamos en que no iba a ser tan pesada como antes y, lo mejor de todo, ¡No me va a llamar más Ro-ro!

Hermione rió divertida y feliz ante la cara de alegría de su amigo.

-Bueno, te felicito- le dijo.

-Gracias... Y no soy el único... Harry se reconcilió con Ginny hace unos segundos.

Ella dejó de reír repentinamente y se quedó viendo a Ron estupefacta. Sabía que cuando esa tarde Harry le había dicho que la amaba había sido una tontería y una completa mentira, pero no pudo evitar sentir un tirón de dolor en el pecho al escuchar aquello. Sin embargo, expulsando rápidamente esa idea de su mente hizo su mejor esfuerzo y sonrió.

-Eso es una noticia sorpresiva- dijo finalmente luego de un largo silencio- Sólo espero que esta vez entre esos dos las cosas vayan bien. Sabes que tu hermana y yo no nos llevábamos bien últimamente pero quiero lo mejor para ambos.

Ron hizo una mueca.

-Sí, sé que Ginny puede ser un tanto... - negó con la cabeza-Puede ser una verdadera pesadilla, pero cuando se siente feliz es buena.

-Lo sé- le aseguró ella sonriendo- Ahora, ¿Vamos a bajara comer?

Ron asintió y cuando se dispusieron a ir al comedor se encontraron con Harry que venia caminado sin mirar por donde iba, con el rostro pensativo.

-¿Harry, estás bien?- preguntó Hermione al verlo.

-¿Eh? ¡Ah! Hola, Hermione... Sí, estoy bien. Y... ¿Malfoy cómo está?

-¿Qué le pasó a Malfoy?- preguntó confuso Ron mirándola confuso.

-Nada- se apresuró a decir ella- Sólo tuvimos un pequeño inconveniente que ya resolvimos. ¿Bajamos?

Ambos asintieron y bajaron al gran comedor donde comenzaron a comer tranquilamente cuando la comida apareció, pero ella no pudo probar más de unos cuantos bocados que se volvieron un nudo en la boca de su estómago.

De vez en cuando Hermione alzaba la vista hacia donde estaba él, en la mesa de los de Slytherin, pero cuando Draco alzaba la vista para mirarla ella apartaba la vista ruborizada. De tan sólo pensar en lo que le esperaba esa noche su respiración se aceleraba y tenía la terrible tentación de negarse. No podía creer que estuviera tan nerviosa por aquello si ella misma se lo había pedido.

Comenzó a mover la comida de un lado al otro que tenía en su plato mientas recordaba lo que había sucedido ese día.

Flashback

Draco Malfoy le acababa de proponer matrimonio de la manera más loca que jamás hubiera imaginado. Quería decirle que sí directamente, gritarle que lo amaba con desesperación, tirarse en sus brazos y decirle un montón de cursilerías, pero no hizo nada de eso. Bajó los ojos hacia sus menos que jugaban nerviosamente con el borde de su falda, tragó saliva y respondió.

Enamorando a HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora