-Estos son los recuerdos que juntamos- dijo Dumbledore señalando una de las esquinas de su escritorio llena de botellitas- No es necesario que los miren a todos porque pronto recordarán. Ustedes pueden elegir cuál desean contemplar primero. Incluso el profesor Snape se ofreció a entregar algunos fragmentos interesantes.
Hermione y Draco escucharon atentos y en silencio pero completamente consciente de la persona que tenían al lado de sí, preguntándose cómo era posible haber olvidado algo como aquello y combatiendo la extraña necesidad que sentían de tomarse de las manos. Una vez que Dumbledore les dejó el pensadero a su disposición los dejó a solas en el despacho.
Durante unos momentos el silencio fue incómodo entre los dos ya que ninguno decía nada ni atinaba a hacer el primer movimiento. Hermione se mordió nerviosamente el labio inferior y dio un paso al frente comenzando a mirar los frascos para ver cuál tomaría primero.
-¿Vamos los dos juntos o uno por uno?- preguntó Draco.
-Como quieras- le respondió ella extrañándose que pudieran estar hablando sin insultarse.
Pero en seguida cambió de idea porque en realidad no tenía idea con lo que se iba a topar y estaba algo asustada.
-No, vamos solos- le dijo.
Él la miró con curiosidad pero no hizo nada más que encogerse los hombros levemente.
Hermione tomó uno de los frascos que estaba etiquetado como: "Descubiertos. (Dumbledore)" El título le llamó la atención y mucho más por ser el del anciano director. Lo destapó y dejó que el líquido platinado callera dentro del pensadero. Giró el rostro hacia Draco y éste le hizo una seña con el rostro para indicarle que fuera ella primero. Se giró nuevamente, aspiró nuevamente y dejó que el pensadero hiciera su trabajo.
Al principio vio todo borroso, casi con si estuviera caminado dentro de una nube de humo pero luego fue apareciendo una sombra con la silueta de un hombre que fue asiéndose más y más concisa hasta poder distinguir al director caminado por un pasillo mientras desenvolvía un caramelo de limón. De pronto, se escucharon el sonidos de unas voces que Hermione no tardó en reconocer. Vio a Dumbledore sonreír levemente mientras negaba con suavidad con la cabeza y al doblar el pasillo pero sin avanzar más se pudo ver a una pareja. Hermione abrió inmensamente los ojos y la boca sin poder creerlo.
Se veía a ella misma caminado de manera seductora hacia Draco, que retrocedía. ¿Ella caminaba hacia él? ¿Desde cuando podía caminar de esa manera? No. Tenía que haber alguna explicación para aquello porque era imposible que ella hiciera aquello.
-¡Te quiero a ti!
Hermione, la que estaba observando todo aquello, lanzó un pequeño gritito lleno de sorpresa al darse cuenta que ella había sido la que había dicho aquello. ¿A caso podría suceder algo peor?
-Quiero que me beses
¡Oh, no, no, no, no! Pateó el suelo como si fuera una niña que no consigue lo que quiere, molesta consigo misma por lo que veía.
Draco titubeó.
-¿Te han dicho que te ves muy tierno cuando te ruborizas y tartamudeas?- escuchó que preguntaba aquella Hermione mientras lo arrinconaba en una esquina.
-Hermione, no estás en tus cabales-dijo él.
Sí, eso podía verlo porque jamás se comportaría de aquel modo era tan idiota de su parte. ¿Qué quería? ¿Acostarse con él?.
-Si así me siento cuando no lo estoy ¡Viva la locura!
-No, Hermione
Empezaron a forcejear porque ella se le quería lanzar encima de él pero ella consiguió besarlo. Todo lo que siguió después no pudo evitarlo, ni siquiera de dejar de observar. Fueron muchos besos, gemidos, caricias, palabras casi inteligibles. Hermione no lo podía creer. Giró su rostro hacia otro lado y vio que Dumbledore contenía la risa. ¿Qué era lo que le pasaba a aquel anciano? ¿A caso había acabado de volverse loco? ¿Por qué no los detenía?
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Enamorando a Hermione
FanfictionLOCURA: No había querido hacerlo. Había luchado contra viento y marea intentando evitar que aquel sentimiento tan poco común en él tomara forma y, poco a poco, fuera invadiendo su cuerpo. Lo había negado delante de sí y delante de todos sus amigos y...