Sofía:

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Pequeña, ya no llores. Tú nuca lloras a menos de que las cosas de verdad sean devastadoras. Y antes que cualquier cosa suceda, existen dos palabras que necesito que queden grabadas en esta hoja: Te amo y gracias.

Quiero que sepas que desde que nos conocimos te volviste una persona indispensable en mi vida. Eres mi hermana y mi mejor amiga, hemos pasado tantas cosas juntas que me es imposible mencionarlas todas, y justo por eso me alegra saber que no me iré con el sentimiento atorado en el pecho por no haberte dicho lo mucho que tú significas en mi historia.

Siempre habrá una persona que sufra más que tú. Siempre habrá alguien cercano a nosotros que se tenga que ir, siempre nos quedaremos con la duda de lo que alguna vez pudo haber pasado si ella o él se hubieran quedado; porque la vida siempre está llena de detalles y de incógnitas. Las personas vienen y se van, pero es nuestra decisión el tiempo que aprovecharemos con ellos.

Esta vida nos pone obstáculos, algunos que nos es imposible superar. Ésta es una de ellas. No me he rendido, sigo luchando, pero lo cierto es, que soy consciente de cómo va a terminar esto. Es extraño, ustedes mejor que nadie saben que la muerte me aterra, pero el amor hacia tus hijos te hace olvidar todos tus miedos. Se llama sacrificio. Espero de corazón, que algún día puedas comprender este sentimiento.

No estés triste por mí. Soy más feliz que nunca, Sofí. Mira todo lo que tengo: Conservé su amistad por más tiempo de lo pudimos haber esperado, aún contra cualquier pronóstico. Bailé todo lo que quería bailar. Amé y fui amada. Y tú estuviste allí, conmigo, a cada momento.

No tengo por qué decirte que compares tu vida con la de cualquiera de nosotras; ni que un hombre, matrimonio o hijos es lo que necesitas para ser feliz. Sólo te exijo que busques tu felicidad, no se puede ir por la vida en soledad. Lucha por encontrar esa razón que te haga sonreír todos los días.

Sé que faltan muchas cosas por decir, pero este nudo en la garganta no me permite continuar; así que seca esas lágrimas, Sofía, yo haré lo mismo con las mías. Te voy a extrañar mucho. No me recuerdes con dolor.

Nunca dejes de sonreírles a las personas y jamás dejes de retar al mundo. Libra todas las batallas venideras, y las que no puedas ganar, enfréntalas con la cabeza bien en alto.

Nadie es invencible, llega un punto donde todo colapsa.

Aunque no nos volvamos a ver, te aseguro que siempre estaré a tu lado. Te amo, y por favor recuerda: La vida sigue.

Solíamos decir que nuestra amistad era como el matrimonio: Hasta que la muerte nos separe, pero olvida eso. ¡JUNTAS POR SIEMPRE!

Andy.

Hasta Que El Sol Se CongeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora