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Mis ojos se abrieron dejando mostrar a un hermoso ángel dormido y acurrucado a mi lado. Atrage a Castiel hacia mi sin importar su despertar. Se removió entre mis brazos, abrió sus ojos regalandome una de sus hermosas miradas.

-¿Dean? - aún estaba algo dormido. Se acercó aun más hacia mi acurrucandose en mi pecho.

-¿Si? - lo mire enternecido, había vuelto a cerrar sus ojos.

-No me gusta este motel, no me gusta el color rojo.- dijo con voz ronca como un niño pequeño. -Asi que despierta.

-Estoy despierto, cariño.- reí un poco, era un poco absurdo, pero viniendo de el tierno.

-Despierta.- repitió.- despierta.- esta vez me sarandeo un poco.

-Cas, estoy despierto.- pasee la mirada sobre mi ángel y este ni se había inmutado.

-Dean, despierta.- escuche una voz a lo lejos, no cualquier voz, era la de Cas.

Los ángeles no duermen.

Castiel llevaba un buen rato intentando despertar al cazador, tenía el sueño pesado. El ángel colocó dos dedos en la frente de Dean, listo para entrar en su sueños y decirle que despierte. Pero el humano se adelantó y dio un salto en su cama. El de ojos azules se encontraba muy cerca del más alto.

-Espacio personal. - le recordó Dean, este se alejó avergonzado. - ¿Qué sucede? - preguntó luego de unos segundos de recapacitacion.

-Sólo quería saber ver como estabas.

-¿Saber como estava?-Dean lo miró extrañado.-Estaba bien, dormido. ¿Para que me despertaste? - Estaba teniendo un bonito sueño. No puedes despertar a alguien sólo para saber como está.

-Sólo quería ver como estabas.- repitió Castiel.- Estabas algo raro mientras dormías.

-¿Yo? - el cazador fingió confusión. Aún seguía de pie frente a el ojiazul, con una gran distancia de por medio. Esos tres pasos parecían kilómetros para Dean.

-Si, ¿Qué estabas soñando? - Dean paseó su mirada por toda su habitación -había descubierto que estaba algo desordenada- para no encontrarse con la de Castiel, pero el ángel siempre lograba encontrarla.

-No se, no lo recuerdo.- mintió.

-Bueno, puedo arreglar eso.- levantó dos de sus dedos llevándonos directo a la frente de Dean.

-¡No! No, ¿Sabes? Creo que era una pesadilla.- apartando la mano del ángel dando pasos hacia atras. Este asintió, supuso que si habia sido una pesadilla no quería recordarla.

-¿Y tu como estas?- Cas se acercó a Dean. Giró un poco su cabeza e hizo una transformación facial, levantó apenas las comisuras de sus labios y sus ojos comenzaron a transmitirle comprensividad al cazador. El rubio, al sentir tal cercanía, comenzó a acelerar su respiración inconscientemente pero intentó que el ángel nonlo notara. Las ganas de romper la poca distancia que los separaba no faltaba de ninguno de los dos lados. Cualquiera que los viera pensaría que eran adolescentes en cuerpos de adultos. Reservando sus sentimientos por miedo al rechazo, de vez en cuando se colgaban mirándose el uno al otro cuando uno de los dos estaba distraído, hacían todo tan obvio pero lo ocultaban muy bien al mismo tiempo.

Dean apoyó sus manos en los hombros del ángel.

-Espacio personal.- y lo empujó hacia atrás. Aquello le dolió, quería tenerlo así y más cerca, si era posible, por el resto de su vida. Pero no era al único al cual le había dolido. Castiel retrocedió un paso y al instante se esfumó ante los ojos de Dean. Un aleteo y había desaparecido. Claro, ¿Por que querría estar con el? Castiel tenía otras preferencias con respecto al amor y eso era más que obvio. Bueno, no tanto. Pero tener esa idea cubría el hecho de que Dean pensaba que no era nada y no merecía para nada a Castiel.

 Destiel |One Shots| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora