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Jelouuuuuu bebés ahr la única aclaración es que va haber spoilers de la temporada doce, por si no la vieron todavía. Muchos kisses 💞😙

Habían logrado traer a Sammy devuelta a casa. Luego del emotivo reencuentro con su madre se dirigieron directo al búnker cansados y heridos. Dean manejaba el impala todo sucio y ensangrentado, al igual que los demás. Sam, que iba de copiloto, no paraba de mirar a su madre por medio de uno de los retrovisores. Su hermano mayor lo regaño varias veces por hacer eso. Sin embargo el rubio desviaba su vista cada vez que podía para lograr mirar a Castiel.

—Cas, ayúdame por favor. —le pidió Dean al ángel una vez en el búnker. Sam merecía algo de espacio con su madre. El cazador y el ángel se dirigieron directo a la habitación del primero. Este, dejó pasar a Castiel y cerró la puerta detrás de sí, recostadosu espalda y cabeza en esta. —Hola. —le dijo al serio.

—Hola. —inmediatamente una sonrisa escapó de la boca de los dos. Cas se acercó hasta el y lo tomó de la mano invitandolo a que vuelva a su posición original. El ojiazul colocó dos de sus dedos en la frente de Dean listo para sanar todas sus heridas pero este mismo lo interrumpió.  El rubio fue directo a su baño individual y sacó el pequeño maletín de primeros auxilios, le preparó a Cas una venda  humedecida con un par de medicamentos y se quitó la camisa.

Dio media vuelta dándole la espalda al ángel.

—¿Sabes como hacerlo verdad? —el ojiazul respondió pasando la tela por una de las heridas de Dean, este se estremeció.

—¿Estas bien? No quiero dañarte aún más. —el rubio carcajeo.

—Hay medicamentos que al aplicarlos duelen, Cas. No te preocupes. —y continuó. Lo hizo lento, le agradaba aquel momento y quería que durara. Dean dio media vuelta y atrapó la mano del más bajo en la suya, lo acercó hacia si y se miraron directo a los ojos. Dean dejó Un beso en los labios de Castiel. Era poco común que Dean hiciera aquellas demostraciones en público, pero al ángel no le importaba cuando o frente a quien, se sentía perfecto cuando el cazador le demostraba los sentimientos hacia él.

—¿Y cómo llevas el regreso de tu madre? —Castiel se separó del más alto. Dean lo pensó por varios segundos, quizás entendía a lo que su ángel quería llegar.

—¿Te refieres a lo nuestro? —se puso la camisa color verde militar otra vez.

—Me incomoda. Ella... nos mira raro. —Cas comenzó a jugar con un pedazo de su gabardina. Dean rió y se acercó al ojiazul.

—Mary está abrumada, sólo eso. Duerme un poco. —le aconsejó. El ángel asintió y se recosto en la cama, no sin antes besar a Dean. Este, se dirigió directo a la cocina, estaba hambriento. En el lugar se encontraba Sam con un par de vendas y un café en la mano, apoyado en la la mesada de metal. —¿Y mamá? —miró hacia todos lados.

—Tomando un baño. —el más bajo abrió el refrigerador y sacó los ingredientes para preparar un sándwich de lo que sea que había.
—¿Pudieron hablar?

—Si o algo así. Me preguntó cosas sobre el ahora, de mi, de ti y de Castiel.

Dean se detuvo en seco y dirigió la mirada hacia su hermano... o más bien a su espalda.

—¿Piensas decírselo en algún momento? —dio media vuelta quedando frente a frente con el mayor de los Winchester.

—Es como si tu y Cas pensarán lo mismo. Me da escalofríos. —hizo una mueca y fingió tenerlos.

—Si, supongo que hablamos un poco. —dejó la taza en la mesada.

—Sam, mamá está digiriendo el hecho de que las chicas ahora llevan un teléfono delgado en su bolso en vez de un ladrillo. No puedo decirle "Hey, tienes un hijo gay y está saliendo con un ángel."

—Pues parece que se está dando cuenta. Ustedes dos no son nada disimulados. —y se fue. Dean rodó los ojos y llevó su sándwich hasta su habitación. Castiel todavía estaba despierto, haciendo un movimiento de nervios con los dedos de sus manos.

—¿Estas bien? —preguntó el cazador con la boca llena. El ángel se sentó de inmediato y sonrió al verlo de tal manera. —¿Quieres? —Cas rechazó su oferta, el rubio se acercó y se sentó a su izquierda. Sin embargo, limpio el aderezo que caía por la boquilla izquierda de su boca. Dean tragó. —Sam dijo que mamá estuvo preguntando por nosotros, también dijo que no éramos nada disimulados.

—¿Se lo dirás? —entrelazaron sus manos y el ángel acomodó su cabeza en el hombro de su pareja. Dean dejó su embutido a un lado, limpiando su boca y manos, tomó el rostro de Cas entre estas desaciendo su postura.

—Cariño, déjame decirte que te veo algo preocupado con respecto a mamá. No importa si a ella no le gusta esto, lo que hay entre nosotros, ni siquiera importa si no le gustas tú, no dejaré de quererte nunca, ¿bien? —Castiel apoyó su frente en el hombro de Dean y lo abrazó, acercandolo aún más.

—Bien.

 Destiel |One Shots| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora