N/A: este capítulo se refiere a temas desapacibles; delicado para la sensibilidad.
Permití que el humo previamente aspirado del cigarrillo se quedara en mis pulmones unos segundos antes de dejarlo salir por mi boca. Observaba fijamente a la mujer que estaba siendo interrogada a dos metros de mí, por el nuevo fiscal de la causa de Jeremy.
Su rostro demacrado y demasiado maquillado, estaba adornado por unos ojos grandes y vacíos que, junto a las múltiples marcas de agujas salpicadas por su brazo, eran fieles pruebas de su dependencia a las drogas.
-Patricia Mallette ¿son éstos sus datos actualizados?
El fiscal giró la pantalla de la computadora y Patricia le echó un desinteresado vistazo antes de asentir.
Apenas vi a mi madre ingresar en la habitación, aquel frío que solía predominar mi corazón hacía tiempo volvió a instalarse en mi pecho. No sentí absolutamente nada. Es que realmente no tenía nada que sentir por aquella desconocida a la que jamás había visto y quien tampoco se esforzó por saber de mí durante diecisiete años.
La contactaron cuando quedé a la deriva con mis ocho años, pero ella renunció a su obligación de cuidarme, por lo que mi tía tomó las riendas del asunto.
Sabía su historia. Cuando recién entraba en la adolescencia tuve curiosidad por saber sobre ella, y unos viejos contactos fueron delicados al explicarme todo sobre Patricia. Entonces entendí porque mi propia madre no quería tener nada que ver conmigo, pero de todas formas no podía extirpar de mi corazón el rencor hacia ella. Ni quería hacerlo.
-¿Podría relatarme cómo fue que conoció a Jeremy Bieber?
Pidió el fiscal.
Dunkan estaba presente, junto a otro oficial. Parecía ser el mas ansioso y expectante en el cuarto. Yo me encontraba ahí por un pedido de él. Me había involucrado demasiado en el asunto, algo que me dio la pauta de que me necesitaba más delo que yo creía.
-Su gente me tenía hasta que él vino por mí.
La voz rasposa de Patricia delataba varios años de adicción al tabaco.
Miré el cigarrillo humeante en mi mano y me acerqué a la punta del sillón, apagandolo contra un cenicero que no me había molestado en usar hasta el momento. No quería denotar que tenía alguna similitud con ella.
Mientras yo ocupaba la mente con la jodida tarea de desligarme a mí mismo de mis progenitores, pasé por alto que Patricia había dicho algo muy importante.
-¿Su gente?
Inquirió el profesional, con renovado interés.
-Sí, su gente. Esa banda de enfermos retorcidos que me tenían encerrada con otras niñas.
-Espera... ¿encerrada con otras niñas?
-Sí, ahí mismo, donde nos prostituían.
Explicó la mujer.
El fiscal no pudo ocultar su expresión de sorpresa, mientras Dunkan y yo intercambiábamos una mirada.Sabíamos que Jeremy trabajaba con esa gente, y eso sólo corroboraba nuestra investigación frente a las autoridades.
El fiscal se quitó los anteojos y se frotó los parpados con sus dedos.
-¿Me estás diciendo que, además de comerciar pornografía infantil, Jeremy Bieber estaba involucrado en la explotación sexual de menores? ¿Y que tú eras una de ellas?
Patricia asintió, impasible.
-Tenía trece años cuando Jeremy me llevó a su casa para... como sea, ustedes ya saben la maldita historia. Supongo que esperaban matarme después, pero quedé embarazada por su estúpido descuido. Al parecer, arruinar la vida de tantos niños habían desarrollado un siniestro instinto paternal en él ya que quiso tener al bebe.
Se rió sin humor antes de proseguir:
-Fue mi boleto a la libertad. Me soltaron en el extranjero cuando el niño cumplió un año, y aunque volví al poco tiempo, denunciarlos era en vano. Hay sectores del gobierno municipal metidos en ésto. Lo único que hubiese logrado fue que me asesinaran.
Al concluir, el fiscal parecía a punto de desmayarse. Utilizó un pañuelo para limpiar el sudor que cubría su rostro.
-Mierda.
Murmuró el profesional, y fue un indicio de cuan jodido resultaba detener la apelación de Jeremy.
Inspiró con fuerza antes de volver a colocarse los anteojos y observar a Patricia.
-Bien... lo siento. No puedo...imaginar que habrá sido pasar por eso a tan corta edad...
Habló dubitativo.
Patricia se encogió de hombros con desinterés y reconocí esa acción como la consumada entrega absoluta.
-Creo que toda esta información nos abrumó un poco. Lo mejor sería citarla otro día para seguir hablando,señorita Mallette.
La aludida asintió.
Se levantó del asiento y se giró hacia mí. Nadie nos había presentado y no creía que supiera que yo era su hijo, pero la mirada intensa que me dedicó me hizo dudar. Sostuve mis ojos sobre los de ella, inexpresivo.
Abrió la boca, como si estuviera apunto de decir algo, haciendo que mi corazón se acelerara nerviosamente. Pero volvió a cerrarla, arrastró su vista al suelo y caminó hacia la salida. Me congelé en el lugar, concentrándome en la nada, hasta que Dunkan tocó mi hombro.
Eché un vistazo alrededor; nos encontrábamos solos.
-¿Quieres que..?
-No. No quiero tener ningún tipo de relación con esa mujer.
Lo interrumpí, con el tono mas frío que jamás había usado.
-Me lo imaginé.
Dijo gravemente.
-Ah ¿si?
Mascullé.
Me incorporé y me dirigí a la puerta.Quería salir de ese lugar porque el aire me estaba faltando y algo estaba gestándose con ardor en mi pecho. Estaba a punto de explotar.
Cuando crucé el umbral, la voz de Dunkan llegó hasta mí:
-Sí, me lo imaginé, porque ella es exactamente igual que tú...
Love is Possible (Bieber is Back #2)
Tatiana Romina
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Love is Possible -《Bieber is Back 2》
Ficção AdolescenteJustin Bieber es un adolescente atormentado que anhela su propia destrucción. En la secundaria, se reencuentra con lo único de su horrible pasado que nunca quiso olvidar: Michelle Mileston, su mejor amiga de la infancia. Ambos se involucran en u...