Love is Possible -《Bieber is Back 2》

24} Undercover

Estábamos inmersos en una contradictoria clandestinidad. Chelle se escapaba por la ventana de su habitación y descendía al patio trasero por la enredadera que adornaba la pared. La sensación de ser nosotros dos contra el mundo reforzaba cada intensa sensación que nos asaltaba. Pero tener que escondernos a veces era irritante.

Caminábamos por una zona suburbana para no encontrarnos con conocidos. Mis ojos barrían el piso, admirando las hojas multicolores esparcidas por él. Sonreí cuando vi de reojo como mi novia se agachaba lentamente para recoger algo del suelo. Adiviné sus intenciones, así que la imité con rapidez y antes de que pudiera hacerlo ella primero, lancé un puñado de hojas contra su cara.

Chilló y me lanzó el suyo que tenía preparado, lo que desembocó en una guerra. Las hojas volaban alrededor de nosotros mientras reíamos, y por su empecinada forma de atacar, supuse que sólo había una forma de acabar la batalla: me acerqué y besé sus labios con suavidad.

A pesar de que la liberación de Jeremy era inminente y que eso profundizaba el poder de la oscuridad dentro de mí, me esforzaba horrores para mantener la calma y no alterar mi relación con Chelle. Me manejaba cautelosamente puesto a que su mirada había cambiado. Algo nuevo destellaba en sus ojos cuando los enfocaba en mí. No sabía identificar lo que era pero se me hacía tan familiar... y tan negativo.

Seguimos caminando por esas tranquilas calles, hasta que divisamos a unos artesanos vendiendo sus creaciones en una vereda. Recorrimos el contenido delas lonas que presentaban los objetos en venta, y no hubo uno que llamara mi atención. Pero Chelle pareció curiosa por una caja de madera que se encontraba allí. La vendedora de aquel sector notó la mirada de mi novia y le explicó que eso era una caja musical. Abrió la tapa y un sonido parsimonioso y bello surgió de su interior.

El rostro de Chelle delataba una fascinación inusual. Yo la observé, sonriendo por los pensamientos que rondaban mi cabeza junto con la música: ella era hermosa, y era lo único que me hacía desear creer en el amor.

No me percaté de que su teléfono había sonado, pero vi cuando se lo llevó al oído. No dijo ni una palabra, más su expresión se había vuelto preocupada mientras oía a quien estaba del otro lado de la línea. Me imaginé el motivo de esa llamada. Cuando guardó el móvil en su bolsillo, yo tomé su mano, la miré y sonreí, para demostrarle que, pasara lo que pasara, yo estaba a su lado.

Nos abrazamos y ella suspiró antes de susurrar:

-Debo irme.

Asentí y me separé lo suficiente para verla negar con la cabeza.

-Oye eso. La melodía sigue su curso. Es tan hermosa que nada puede detenerla.

Sentenció.

Mientras caminábamos devuelta, observé la caja musical sobre mi hombro. Procuré mentalmente conseguir una para Michelle. Había momentos en los que se la notaba decaída, y yo me desesperaba por hacerla feliz.

La dejé a pocas cuadras de su casa. Me saludó con normalidad, incluso me dio unos cuantos besos de más que yo acepté sonriente. Sin embargo, antes de caminar lejos de mí, otra vez me miró de esa forma negativa que me hizo estremecer. Yo conocía esa mirada...

Cuando vio el porche de su casa, Chelle se aferró a las escaleras de éste. Corrimos mucho desde mi casa, incluso la noche ya había caído, pero no frenamos en ningún momento. Queríamos estar lejos de allí, lejos de Jeremy. Ella se sentó en un peldaño, jadeando y se tapó la cara con sus manos. Me quedé de pie, sin saber que hacer, y soportando las ganas de caer de rodillas por el peso del dolor en mi corazón que lo destruía.

Me agaché hasta quedar a su altura.

-Chelle...

Susurré.

-Tienes que irte de esa casa. Ese hombre es muy malo. No te quedes con él.

Me pidió, con la voz aguda, delatando la falta de aire.

Sollocé con angustia. Mi padre había prometido que dejaría a mi mejor amiga en paz. Lo había prometido. Pero me mintió. Acababa de lastimarla como a todas esas otras niñas. Y yo ya no quería estar cerca de él nunca más.

-No me quedaré con él.Sé que le teme a la policía. Iré con ellos para pedirles que me saquen de allí.

Respondí.

-No me delates. No les digas nada de mí.

Suplicó alterada,moviendo la cabeza de un lado a otro.

-No lo haré, Chelle, lo prometo...

Toqué su cabello, tratando de tranquilizarla, pero se apartó de mi toque bruscamente.

Levantó su cabeza. Parecía atormentada, pero algo más brillaba en sus ojos:resentimiento. Dirigido a mí. Reconocer eso fue muy doloroso.

Me incorporé lentamente y comencé a caminar hacia atrás, empujado por el golpe invisible que su mirada incriminatoria me había dado.

-Justin...

Ella me llamó, alarmada por mi creciente lejanía.

Negué con la cabeza. Su expresión me pedía que me quedara, pero no podía estar cerca de ella, la estaba lastimando. Con independencia de cuanto me quisiera a su lado...

Ella me culpaba.

Love is Possible (Bieber is Back #2)

Tatiana Romina