Capitulo 11

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"¿Quieres ir a casa?"


Me volteé para coincidir con los ojos oscuros del chico que estaba en la cena de la que acababa de salir. ¿Que demonios hacía él aquí? ¿Y que le importaba a él que yo le mintiera a mi padre o no? Odiaba a la gente entrometida.

Me quedé en el silencio, mi boca seguramente estaría abierta del susto y la sorpresa. Era completamente de noche y apenas se veía nadie mas por la calle. No le conocía, es decir, ni siquiera sabía su nombre, ¿Que si me intentaba hacer daño?

"¿Estas bien? Te notas ... ¿sorprendida?" Arqueó su ceja.

"Oh, si, estoy bien." Fingí una mueca y me volteé de nuevo, para buscar un taxi.

"Hey!" Gritó para que yo me volteara. Le miré a los ojos.

"¿Si?" Suspiré mientras el salía humo de mi boca por el frío que hacía.

"Si quieres te puedo llevar. ¿Vas a una fiesta cierto?" Asentí con mi cabeza, sin saber mas que decir.

"No importa, puedo coger un--" Me interrumpió.

"Yo te llevo." Sonrió sin darme elección. No sabía si debía aceptar o simplemente negarme a ir con él. Me quedé parada allí, mientras el empezaba a caminar hacia un coche que estaba aparcado en frente de la acera. "¿No querrás esperar a un taxi con el frío que hace, verdad?" Se volteó para mirarme mientras empezaba a caminar.

A lo mejor no era tan mala idea.

Caminé detrás de él mientras el daba la vuelta al coche para entrar por la puerta del conductor y cuando quitó el seguro, yo hice lo mismo por la puerta del pasajero. Entré en el coche. Era demasiado bonito. En un tono oscuro grisáceo, parecía un SUV si no recordaba mal.

Froté mis manos por el frío mientras se escuchaba el sonido del cinturón al hacer click en su hueco. Suspiré a al vez que él me miraba a los ojos, yo esquivé su mirada incómoda.

"¿A donde vas?" Dijo encendiendo el coche al girar la llave del contacto. Este rugió a la vez que él pisaba el acelerador para calentar el motor. Le miré a los ojos tragando saliva a la vez.

"Rosemead, en Glendale." Le dije. El me miraba a los ojos mientras asentía con su cabeza. Y daba marcha atrás para luego salir a la calle y conducir en dirección a la fiesta.

"Olvidé que había una fiesta allí, yo también voy." Hizo una mueca volteando su mirada hacia mi, lo que me incomodó. Asentí con mi cabeza mientras hacía una mueca. "¿Siempre eres tan callada?" Levanté mi mirada para mirarle mientras conducía. ¿A que demonios venía eso?

"No suelo ser confiada con personas que hace menos de dos horas que conozco." Me encogí de hombros mientras el esbozaba una sonrisa. Asintió con su cabeza.

"Seguro que nos conoceremos mas de dos horas." Sonrió mientras yo apretaba mi mandíbula. Fruncí mi ceño.

El resto del camino por suerte fue en completo silencio, tan solo se escuchaba el motor del coche mientras caminaba por las calles de Los Ángeles en dirección a la fiesta en Rosemead. Estaba impaciente por llegar y ver a Ashley.

Volteé para mirarle conducir mientras hacía un escrutinio perfecto de sus facciones, fijándome en el mas mínimo rasgo de su rostro. Su nariz era bastante respingona y su cabello era completamente negro y corto, liso... parecía de tacto suave.

"¿Como te llamas?" Mier*da, maldita consciencia que no me deja tranquila y habla por mí. Esta situación se parecía a la que tuve con aquel chico de ojos mieles... Justin Bieber. ¿Lo volvería a ver? Era lindo no lo podía negar.

As Long As You Love Me ● JustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora