As Long As You Love Me ● Justin

Capitulo 32

"Eres tan egocéntrico."

¿Dormir? Ha! Cómo si hubiera sido capaz de conciliar el sueño en toda la noche. Había estado despierta un par de horas y luego me había dormido al escuchar a mi padre llegar a casa. No sabía porque, a pesar de dormir muy poco, no estaba cansada. Quizás sería por la ducha fría que me había dado por la mañana.

Todavía no sabes lo malo que puede llegar a ser...

A veces unas palabras o una frase te podía dejar sin dormir, ¿eh? Pues este era mi caso.

Suspiré mientras mordí la punta de mi bolígrafo que estaba todavía sobre mi mano derecha. Miraba con mirada perdida al frente, a la pizarra mientras el Sr. Cavanaugh explicaba la época Barroca de historia del Arte.

Suspiraba cansada, intentando que mi mente se centrara en al menos alguna palabra que decía el profesor delante de mi, pero no había manera de dirigir mi atención hacia él.

No podía concentrarme. No sabía si era la falta de sueño o lo que me había dicho ese anónimo -aunque sabía perfectamente que era Jason-

Mordí mi labio entre mis dientes cuando el timbre sonó y me sobresaltó. Me giré para ver que todos empezaban a recoger mientras otros salían por la puerta rápidamente. Era como si ellos fueran niños de diez años y el primero que llegara a la salida del edificio consiguiera caramelos o un cheque regalo en el recreativo infantil de la esquina.

Sacudí mi cabeza con resignación. Chicos.

Salí por la puerta del edificio, sin ni siquiera esperar a Ashley, aunque sabía que ella me estaba observando a la salida con Miley a su lado para irse ellas dos a casa. Ni siquiera me molesté en mirarla. ¿Para que? Era mejor así.

En estos momentos confiaba en el karma. Que él karma hiciera todo...

Suspiré resignada mientras emprendía mi camino por las calles de Los Ángeles hacia mi casa. Pero de pronto mi nombre salió de la boca de alguien en voz alta y eso me hizo girar mi cabeza hacia atrás, para comprobar quien era.

Pensé encontrarme con Justin, pero no... no había recibido señales de él en todo el día. Lo que me pareció extraño. Era Ashley.

"_____. Por favor, espera." Su voz era entrecortada y su pecho subía y bajaba de manera rápida, lo que indicaba que había estado corriendo durante un buen rato para alcanzarme.

"¿Que quieres Ashley?" Le llamé por su nombre completo y no por el apodo con el que me dirigía a ella cuando hablábamos todos los días. Las cosas habían cambiado.

Miró a sus manos, sus dedos jugaban una y otra vez nerviosamente. "Verás yo..." Se detuvo mientras le miraba.

"¿Si?" Insistí en que ella hablara. Esta vez no iba a salvarle el cu*lo yo.

Suspiró resignada a la vez que levantaba su cabeza para mirarme a los ojos. "_____, siento lo que pasó ayer. Lo siento mucho. No quiero que nuestra relación se destruya por lo que pasó."

Arqueé mi ceja con sarcasmo. ¿Estaba hablando en serio? Ha. Siguiente broma por favor.

"¿Que? Ashley, me parece increíble que ahora vengas disculpándote, cuando ayer ni siquiera te importó una mier*da donde estaba yo, porque te fuiste con Miley. ¿Que te ha hecho cambiar de opinión ahora? ¿Se tiró al chico que te gustaba o que?" La miré a los ojos, directamente. Estaba harta de esconder todo lo que sentía detrás de mi fachada.

"_____." Negó con su cabeza. "Me da igual Miley, ella no es como ... tu." Me miró a los ojos. Algo dentro de mi se estremeció.

"Oh si, no es como yo, pero te fuiste con ella y me dejaste prácticamente sola. Y lo peor de todo es que ni siquiera te importó." Negué con mi cabeza, había una expresión en mi rostro de disgusto y lo peor es que me dolía que me hiciera eso... Eramos amigas desde que éramos pequeñas.