Capitulo 12

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"No suelo dejar mi ropa a nadie."


Estaba confusa y a la vez algo nerviosa mientras sentía el agua en mis manos, estaban sudando demasiado. Era imposible que fuera por el calor, mas que nada porque hacía mucho frío, demasiado para mi gusto. Decir que estaba nerviosa era una subestimación. Estaba mas que eso...

Tragué saliva mientras el motor del coche se escuchaba de fondo entre el silencio. Miré a mi lado para encontrarme con los ojos mieles de Justin. Sus labios formaban una perfecta sonrisa pícara, eso me puso nerviosa. No estaba equivocada. El realmente había querido decir eso.

"¿Q-que?" Las palabras salieron de mi boca, tartamudeando. Tragué saliva esperando su respuesta impacientemente.

"Dije que si quieres ir a casa." Sonrió de nuevo mientras me perdía en la laguna de sus ojos mieles

"Y-yo." Las palabras seguían saliendo de mi boca, mientras tartamudeaba sin darme tiempo a pensar en la respuesta adecuada. Sentía el ardor en mi garganta. Alcohol. Cerré mis ojos y los abrí a los segundos para hablar de nuevo. "A tu ca--" En ese momento me interrumpió con una sonrisa en sus labios.

"A tu casa, por supuesto." Abrí mis ojos sin poder evitarlo mientras me moría en mi interior de la vergüenza. Su sonrisa seguía en sus labios. Asentí con mi cabeza lentamente mientras tragaba saliva. Volteé mi cabeza hacia la ventanilla del gran coche para perderme en las calles de Los Ángeles.

¿Que co*ño había sido eso? Ugh. Si antes tenía alguna duda, ahora todo quedaba aclarado. Odiaba mi vida. Y lo peor, oficialmente estaba muriendo por dentro.

¿Como demonios pude pensar que el me podría pedir que fuera a su casa? Eso era completamente patético y lo peor de todo ... yo me lo había creído.

Él simplemente aclaró su garganta y siguió conduciendo en silencio, como habíamos hecho hasta de ahora. Suspiré mientras apoyaba mi cabeza en mi brazo con el codo apoyado en el hueco pequeño que había en la ventanilla.

Tragué saliva a la vez que observaba el cristal empañarse un poco, por el frío de afuera.

"¿Estas bien?" Sentí su mirada sobre mi. Ni siquiera quería darme la vuelta para mirarle a la cara. No me atrevía, después del malentendido. "Dije, ¿estas bien?" Insistió de nuevo y no me quedó otra que voltearme apretando mi mandíbula, conteniendo la rabia que tenía por dentro. Lo odiaba. Por hacerme pensar eso y hacerme sentir como una idi*ota.

"Si." Respondí seca, clavando mis ojos en los suyos, parecía que lo había fulminado con la mirada y cualquiera diría que había surgido efecto en él, porque se quedó algo sorprendido y frunció su ceño, parecía no saber que pasaba.

Volví de nuevo mi cabeza hacia la ventana, pero esta vez me tuve que voltear de nuevo porque empezó con sus preguntas.

"¿Segura? Porque no lo parece." Le miré su perfil a la vez que el buscaba el frente de la carretera para conducir y evitar tener un accidente. Aunque era bien entrada la madrugada, había algunos coches, haciendo fila en un carril de la carretera, algunos tocaban el claxon.

"Si. Estoy bien." La rabia estaba presente en cada palabra que salía por mi boca. Era evidente que en ese momento quería matarle. Cualquiera se daría cuenta de ello.

"Pues a mi me parece que no." Arqueó sus cejas volteando para mirarme a los ojos. El coche se paro, estaba detrás de una fila, esperando a que los demás arrancaran para continuar con el camino. Apreté mi mandíbula y solté una profunda respiración intentando tranquilizarme a mí misma ... Este chico estaba acabando con mi paciencia.

As Long As You Love Me ● JustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora