Capitulo 26

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"Está conmigo, perra."


Estaba perdida. Eso era todo.

El calor brotaba de mi mejilla, mientras me llevaba mi mano contra mi rostro para taparme el lugar donde mi propio padre me había golpeado.

Dolía como el infierno. Y ardía demasiado.

Estaba contra la pared, tirada en el suelo, sentada sobre la superficie de mi habitación. El me miró atentamente mientras las aletas de su nariz se abrían y cerraban con rapidez, por la respiración tan agitada. Tragué saliva. Estaba furioso y fuera de si.

"¿Me creíste tan idi*ota como para saber que no me iba a dar cuenta?"

Tragué saliva de nuevo. Sin saber que decir, mis ojos todavía seguían clavados sobre los suyos. Mi pelo estaba algo revuelto por la caída y mi labio estaba entreabierto, también dolía, aunque menos que mi mejilla.

"Y-yo solo..." Mi voz era entrecortada, apenas salían las palabras, simplemente balbuceaba con temor a que me hiciera algo mas grave que una simple bofetada.

"¿Tu que? ¿Huh? ¿Vas a decir que lo siento? ¿Vas a decirme eso y luego te vas a ir de nuevo de casa?" Negó con su cabeza. "No lo creo." Apretó su mandíbula tan fuerte que se quedó marcada.

"Solo quería dar una vuelta... llevo todo el día aquí sin hacer nada. Necesitaba algo de aire." Dije mas deprisa, como si las palabras salieran de mi boca sin apenas darme cuenta. Estaba nerviosa, y hablar rápido era un síntoma de mis nervios.

"¿Dar una vuelta? ¿A estas horas de la noche? Por favor _____ ... no me tomes por idio*ta!" Se acercó mas gritando las últimas palabras. Yo simplemente me escondí bajo mis brazos, esquivando sus ojos... parecía un animal. Alzó sus manos mientras hablaba, haciendo que el temor corriera por mis venas. Dándome la sensación de que me iba a hacer algo o me iba a pegar de nuevo.

Las lágrimas se acumularon en mis párpados, haciendo a mi vista borrosa.

Solo quería que todo acabara de una vez. Rogaba en mi mente que acabara. Por favor.

Noté su aliento de cerca ... en mi oreja. Tan cerca que mi piel se erizo dándome escalofríos por mi espina dorsal. Estaba demasiado cerca. Yo simplemente me encogí en el suelo mientras las lágrimas ya se desbordaban por mis mejillas sin poder evitar detenerlas.

"Mírame... Mírame!" Al ver que no le hacía caso y no hacía lo que el quería, me grito tan fuerte que mi oído dolió. Su mano áspera agarró mi mandíbula para girarme y mirarle a la cara, enfrentándole. "Espero que esto te sirva de lección... y no haya próxima vez. Si no, lo lamentarás." Soltando mi rostro con fuerza, me arrinconé contra la pared de mi habitación mientras el caminaba alejándose de mi, cerrando la puerta de la habitación de un portazo detrás de él.

Se había ido.

Fue entonces, cuando todo se me vino encima... poco a poco, recuerdo tras recuerdo, lágrimas tras lágrima. Todo. De nuevo.

Las lágrimas no paraban de bajar por mis mejillas y exploté, sollozando sin parar, teniendo dificultades para coger aire mientras lloraba desconsoladamente en un lugar de mi habitación, tirada en el suelo, asustada y todavía dolorida por el reciente golpe.

Me había pegado.

Siempre tenía miedo de que este momento pudiera llegar... pero nunca pensé que llegaría a ser tan doloroso como esto. Un golpe siempre duele, pero las secuelas que te deja en tu interior... nada puede arreglarlas, ni el tiempo ayuda a curarlas.

As Long As You Love Me ● JustinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora