As Long As You Love Me ● Justin

Capitulo 7

"Manejar negocios no es una cosa fácil."

Narra Justin

Sonó el despertador de la habitación, mientras me removía entre las sábanas. Pegué de nuevo mi cabeza en el otro lado de la almohada a la vez que suspiraba pesadamente para seguir durmiendo. Pero no todo fue de mi agrado. Unos minutos después, cuando acababa de conciliar de nuevo el sueño, el despertador sonó con ese desagradable sonido que te despierta por las mañanas. Gemí.

"Joder!" Lancé un grito en medio de la habitación mientras me ponía sentado en la cama, inclinándome hacia delante, apoyé mis codos sobre mis rodillas mientras abría un poco las piernas. Me restregué de mala manera la cara con mis manos. Dí un suspiro. Debía de ser la hora de marcharme ya.

Sentí alguien a mi lado rozar la piel de mi espalda y cintura. Me estremecí mientras miraba hacia atrás rápidamente, para encontrarme con unos ojos negros. Suspiré mientras el aire salía por mi nariz, apreté mi mandíbula a la vez que sus ojos se incrustaban en los míos.

"¿Que pasa?" Arqueó una ceja mientras entrecerraba sus dos ojos para mirarme curiosa. Suspiré de nuevo, tratando de contener mi mal humor por las mañanas. Tenía sueño y aun encima tenía que aguantar a una 'chica' con sus preguntas... peor no podía haber empezado mi día. Necesitaba dormir al menos cuatro horas mas, me había acostado a las tres de la mañana.

"Vístete. Te tienes que ir." Le miré mientras ella se levantaba para sentarse a mi lado, en la gran y cómoda cama. Mirándome con incredulidad. Se tapaba con las sábanas su pecho descubierto.

"Es muy temprano, creo que..." La interrumpí.

"Me da igual si es temprano y mucho menos me importa lo que tu creas. Vete." Escupí seco mientras me levantaba para ponerme mis boxers. Caminé por la habitación hasta meterme al baño y darme una ducha rápida, por mucho que quisiera pasarme todo el día en la ducha, no podía. Tenía que estar en como mucho, media hora fuera de casa.

Noté como su voz murmuraba en lo bajo, palabras malsonantes. Pero no me importaba una mier*da lo que aquella chica creyera o me dijera. Ahora solo quería que se me quitara el terrible y horroroso dolor de cabeza que tenía.

Salí de la ducha, minutos después de ducharme rápidamente con agua fría, para despertar. Era la mejor forma de abrir los ojos y no tropezar por el camino por el que fuera en la mañana. Y mas si tenía que conducir. Me até una toalla por debajo de mi cintura mientras las gotas de agua se quedaban plantadas en cada parte de mi piel.

Dejé mi pelo mojado mientras salía a la habitación. Cerré la puerta del baño mientras miraba a cada lado de la habitación. No había nadie, solo estaban las sábanas tiradas en un lado de la cama. Bien. Pensé mientras paseaba por el suelo cubierto con una alfombra. Aquella zorra, se había ido. Un problema menos.

Me dirigí hacia el armario que tenía en la habitación. Escogí unos jeans negros y unas supra negras con la suela blanca. Me deslicé en unos boxers después de cogerlos de uno de los cajones de abajo y puse mis jeans después de los calcetines y mis supra.

Mi pelo estaba algo húmedo, pero ahora no tenía tiempo apenas de hacer nada mas.

Puse una camiseta blanca con cuello en V y una sudadera, para después ponerme mi chaqueta negra de cuero. La ajuste a mi cuello y a mi torso y me puse mi reloj, después de poner una cadena con una medalla sobre mi pecho. Suspiré y bajé rápidamente las escaleras. Cogí un vaso de zumo y me lo bebí deprisa.

Mi móvil sonó en el bolsillo de mis jeans. Era un mensaje cuando lo vi.

De: Matt