James

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Quizás no era su mejor año en la jefatura de policía, pero él estaba haciendo lo mejor que podía. Fueron varios casos los que resolvió desde que llegó a Ciudad Gótica como un simple policía con la ayuda de su compañero Harvey Bullock. James Worthington Gordon fue nombrado detective al descubrir que la banda mafiosa de Carmine Falcone trabajaba en conjunto con varios policías del departamento, incluyendo al comisario Gillian Loeb. Eso le trajo muchos enemigos, pero, poco a poco, la gente fue confiando en sus capacidades y buenas intenciones. Si bien continuó trabajando junto Bullock, los casos juntos ya no eran tan contantes. Echaba de menos esa época.

Se sirvió un poco más de su whisky escocés, mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por los efectos del alcohol. Sin dudas no era un gran año. La mafia de Salvatore Maroni, al vencer a Falcone con su ayuda involuntaria, se había hecho con el control de la ciudad; ahora debía buscar la manera de detenerlos. Pero Maroni sabía que él iría tras ellos, sí. Bebió del vaso un largo sorbo, y sintió un ardor recorriendo su garganta. Necesitaría un milagro.

Se puso de pie y caminó hasta el balcón de su apartamento. Afuera, la tenue brisa le refrescaba la mente, inspiró profundamente mientras se terminaba el whisky. Primero debía preocuparse por la inexplicable muerte del señor Claridge. Él había estado ahí presente cuando el viejo murió, el millonario había estado encerrado en su cuarto hasta ocurrido el crimen. El hombre de la capucha roja, como se hacía llamar el presunto asesino, había actuado mucho tiempo antes. Quizás fue correcto el arresto de su mayordomo. Por cierto, debía regresar al departamento de policía para interrogar al acusado.

Regresó a la casa y se miró en el espejo. Su pelo se estaba volviendo grisáceo y eso no le gustaba, también su ancho bigote. Tomó su habitual sombrero y el sobretodo, y abandonó el departamento. Caminó a paso ligero por el pasillo que conducía al ascensor. Su cabeza le daba vueltas, ¿sería realmente el mayordomo Bonfis el asesino?, o quizás, tal vez ¿sería el demonio enmascarado que la gente tanto habla? No lo sabía con exactitud pero debía resolver el caso cuanto antes.

Las puertas del elevador se abrieron y salió del edificio. Su auto se encontraba a unos metros de allí. Al llegar, abrió la puerta y se introdujo en éste. El sol recién comenzaba a salir y no había dormido la noche anterior, pero James ya estaba acostumbrado. Condujo lentamente por las calles de Ciudad Gótica hasta llegar a la jefatura. A esa hora de la mañana siempre encontraba un lugar donde aparcar. Ingresó a toda velocidad sin intenciones de saludar a los pocos policías que se encontraban allí sentados en sus pequeños escritorios. Cruzó todo el recinto hasta llegar a su oficina. En la puerta, un rótulo de oro indicaba: Detective James Gordon. La abrió con su llave y, al ingresar, la cerró.

Su oficina, o la cueva de la justicia como la llamaban algunos, olía a café, y como para no generar dudas de lo que allí se bebía, encendió su cafetera particular. El whisky le había dado sueño pero tenía una mañana agitada, entonces, tenía la obligación de mantenerse despierto. Para matar el tiempo antes del interrogatorio, comenzó a investigar documentos antiguos. En uno de ellos, que databa de hace dos años, decía: la banda de la capucha roja asalta un banco. Coincidencia tal vez. En el mismo figuraban tres asaltos más en diferentes momentos. No era nuevo como era de esperarse, y eso quería decir que el mayordomo Bonfis era, o el líder de la banda o un simple mayordomo; y Gordon se inclinaba más por la segunda opción.

Una hora pasó cuando alguien llamó a su despacho. Era su excompañero, Harvey Bullock, con su habitual traje gris y su corbata celeste. Su pelo enrulado estaba despeinado esta mañana, y cuando aquello ocurría, quería decir que iba a ser un día interesante. El policía entró sin esperar respuesta alguna y saludó a Gordon con un fuerte abrazo.

—¿Cómo andas, Jim? —preguntó amablemente.

—Ya sabes, mucho trabajo que me mantiene realmente ocupado.

Batman: El Lado Oscuro De La JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora