El nombre más esperado

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Gordon estaba impaciente. Su respiración, agitada en estos momentos, abandonaba sus fosas nasales con vehemencia. Sintió ganas de beber café, lo necesitaba; siempre que algo lo tenía a maltraer bebía su habitual café para apaciguar los nervios. Algunos necesitaban fumar un cigarro, él beber café. Pero no lo tenía a su alcance, además sentía, por primera vez, que tenía bajo su poder a la rata asquerosa de Moxon, y no podía abandonar la sala.
Suspiró profundamente, y el sonido del aire dejando su cuerpo hizo que Bullock volteara.

-Necesitas un café, ¿no es cierto? -dijo como si hubiera adivinado sus pensamientos; se conocían desde hace tantos años que, sí, los adivinaba.

Gordon no contestó. Tenía la mirada fija, clavada como un cuchillo, en Lew Moxon. Muchas preguntas rondaban en su cabeza, entonces, esbozó la primera que pudo atrapar.

-¿Tú mataste a Thomas y Martha Wayne?

Sus palabras salieron atolondradas, casi inaudibles, pero aquel mafioso las había entendido bien. Tanto fue así, que empalideció y lo miró seriamente. Pero él no fue el único que lo hizo.

Detrás del cristal espejado, Bruce Wayne también oyó esa pregunta. Sabía que en algún momento se haría pero no creyó que fuera una de las primeras. Sus músculos se tensaron, sus corazón latió más rápido. Estaba tomado de la mano con Vicky, quien sintió como la mano de Bruce le apretaba la suya. Quería escuchar la respuesta, quería oírla de inmediato.

-¿Usted qué cree? -soltó Moxon.

-Creo que hay una gran posibilidad de que esté interrogando al asesino de las personas más influyentes que tuvo esta ciudad.

-Pues... -Hizo una pausa mientras una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios.

Bruce sintió náuseas, deseaba más que nada en el mundo escuchar el nombre de su peor pesadilla.

-Sólo dilo de una vez -rogó desde el otro lado.

Gordon colocó sus puños sobre la fría mesa, una gota de sudor recorrió su sien hasta acabar en el cuello de su camisa.

-Pues, temo decirles que no. -La finalización de la frase no trajo tranquilidad alguna.

-¿Entonces quién ha sido? -Preguntó Harvey.

-Tengo un nombre, sí, -confesó- pero quisiera que entiendan qué pasó desde la noche en que ocurrió el suceso por el cual se ha hecho esta denuncia.

Bruce empalideció, perdió fuerzas, pero no las esperanzas, aunque su paciencia estaba agotándose.

-Somos todo oídos -dijo Gordon mirando de reojo al vidrio espejado.

-Todo comenzó en la noche en que Thomas Wayne vino a salvar la vida de mi sobrino Bruno -empezó a decir-. En esa época yo me encontraba en plena campaña electoral, y para ser sincero, tenía muchas chances de ser el nuevo alcalde de Ciudad Gótica. Pero cuando esta noticia salió a la luz, perdí muchos votos que pusieron en riesgo mi candidatura.

"Entonces, apareció un mafioso que empezaba a hacerse respetar. Estoy hablando de Salvatore Maroni. -Tosió suavemente para no interrumpir- Él vio una gran oportunidad en mi. Y para demostrar su lealtad y ayuda, se ofreció a eliminar a Wayne padre, para ese entonces, cabe recordar, que Thomas estaba haciendo lo imposible para que yo no ganara. Así fue que Maroni envió a un hombre a cargárselo."

"Les juro, yo no tuve nada que ver en todo eso. No voy a mentir que me enteré pero, ¿qué podía hacer? Todo estaba demasiado sucio a mi alrededor."

"Desafortunadamente para mi, no gané las elecciones, la balanza se había inclinado para el lado que quiso el señor Wayne."

-Una historia interesante, ¿no crees Jim? -Harvey se había sacado el sombrero y jugaba con éste entre sus manos.

Batman: El Lado Oscuro De La JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora