What A Feeling~Hot

Capítulo 11

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Sí se puede decir que ya llevo más de 3 semanas viendo al desconocido que aun sigo sin saber algo sobre él, nuevas aventuras cada vez agarran más fuego que al momento ambos nos podemos quemar pero aun no ha sucedido, pero hasta ahora él ha sido el único que ha hecho que de nuevo pueda sentir aquel placer que alguna vez viví, cada vez que se me vienen los rescuerdos de la manera en que jugamos o solo pensar en comomlas yemas de sus dedos tocan mi piel mis piernas comienzan a temblar o al final mi vagina se humece que tengo que ir al baño a limpiarme, aun así no me quita él miedo de que algún esto tendrá que llegar a su fin porque se que todo tiene un inicio y un fin y a pesar que varias veces lo he meditado en ya no volver a verlo mi cuerpo lo necesita y esas mismas veces pierdo el control que al final termino en el mismo lugar donde nos encontramos y a los minutos terminamos en aquel mismo hotel haciendo más de 3 veces el sexo. Quizás seré un imbécil porque él solo me debe de usar para controlar sus satisfacciones y a la vez debo ser solo su juguete sexual pero pensarlo a veces de esa manera me cuesta que temo hasta encontrar un sentimiento más profundo con él que luego no podré evitar alejarme de él fácilmente que hasta terminare haciendome daño como sucedió aquella vez. Por lo menos solo quiero disfrutar de mi solteria por un momento porque francamente se que en algún día de nuevo mi vida tendrá que ser normal para dejar aquella diversión atrás y concentrarse de nuevo en el futuro. Por lo menos me daré cuenta que por un momento lo disfrute y fui feliz.

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Podía sentir como sus manos recorrían mi pequeño cuerpo a pesar que no lo veía porque estaba a espaldas de él, sabía que estaba disfrutando de mi...bueno no compañía sino que quizás de mi cuerpo si se puede decir así; yo estaba entretenida para mientras comiendo un par de fresas con chocolate y a cada rato sacaba mi lengua y la repasaba por mis labios para quitar unas pequeñas gotas de chocolate de ellos. En ese instante pude sentir como su mano llego a mi pecho y empezó a estrangularmelo agarrando con sus dedos mi areola y tirando de ella formando un pellizco que al principio podía sentir un poco de dolor pero luego la excitación que él me provocaba se convertida en una exquisides. Bañe otra fresa en el chocolate para mientras que él rozaba sus labios desde mi cuello hasta mi espalda sintiendo un cosquilleo que por veces me hacía sacar unas risas pequeña donde podía sentir como él sonreía de su parte en ese momento de nuevo subio a mi cuello para mientras que lo besaba e iba bajando hasta morder mi hombro haciendo que cerrara los ojos sabia que a pesar de las 2 veces que por ahorita habíamos tenido sexo, él quería seguir jugando y por supuesto quería que entrara a su juego pero yo seguía con lo mío que eran las fresas y trataba de ignorarlo de la mejor manera para que él no se aprovechara del todo de mí porque a pesar que se que le gusta como gimo y jadeo cuando me toca se que eso lo ánima más hasta que terminamos con lo que necesitamos.

-Abre las piernas. -Susurro en mi oído.

Podía sentir como su mano iba viajando por mi rodilla, mi muslo y por último en mi parte íntima y a pesar que aun quería comer y necesitaba un momento de descanso se que al final él ganara por la culpa de sus manos y de mi débil carne. Como acariciaba mi muslo me alento más a que abriera las piernas ya que vio mi negatividad de mantenerlas aun cerradas pero aun así él ganó cuando me susurro cosas prometedoras al oído y a la vez me mordía el lóbulo de la oreja.

-Estoy esperando castaña.

Así me ha apodado desde que hace varias semanas que nos comenzamos a reencontrar de nuevo de todos modos como yo tampoco se su nombre lo he tenido que apodar de la misma manera.

-Enserio me muero por tenerte dentro de nuevo.

Eso hizo que mi piel se erizara y al parecer él lo noto porque escuche una pequeña risita suya que hizo que mis piernas cobraran vida propia y empezaran a separarse para mientras que él metía su mano en mi íntimidad y empezara a jugar con mi clítoris, a la vez la exquisides de las fresas y la excitación que me estaban provocando sus dedos hicieron que me empezara a humedecer donde hasta mis piernas empezaron a temblar y yo como si fuera un celular vibrando, agarraba mi clítoris para agarrarla e hincharla donde a la vez adentraba sus dedos en mi interior haciendo que mis fluidos empezaran a embarrar más sus dedos donde podía escuchar su respiración entrecortada, me imaginaba que debía de estarse imaginando algo conmigo porque a pesar de que no nos conocemos he aprendido a conocerlo a mi manera y a veces se me hace fácil reconocer lo que hará o imaginar aunque a veces se puede volver frío o duro conmigo donde esos momentos son los más insorportables aunque al final terminamos haciendo algo nuevo que el día anterior.