Vuelve a tu hogar, ángel. ✅

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Capítulo tres: Vuelve a tu hogar, ángel.





Sólo había sido un sueño. Un simple sueño.

No pude evitar que las lágrimas cayeran en cascadas sobre mis mejillas, ni el nudo en mi garganta.

Mi cuerpo temblaba debido a los espasmos que me provocaban los sollozos, el hueco en mi corazón había crecido y dolía tanto.

Sabía que no debía sentirme así por un simple sueño, sabía que era una estupidez que doliera de este modo, pero no podía evitarlo.

Eso parecía ser lo único en mi vida. Ese suelo fue una brisa entre tanto caos.

Sé que es estúpido, sé que no debería sentirme de este modo.

Pero cuando no tienes nada, ni a nadie, y de repente llega alguien, no, llega la persona que más amas y te dice algo como eso para después darte cuenta de que fue simplemente un sueño es imposible no sentirse... Vacía.

La bosina del autobús sonó avisando que si no bajaba dentro de dos minutos se iría. Tome rápidamente mi mochila, limpie mis lágrimas y obligándome a mi misma a no llorar y a eliminar el hueco que se había formado en mi corazón corrí escaleras abajo, tome mis llaves y salí de casa. Subí al autobús y me senté en el ultimo asiento. Fije mi vista en la ventanilla y deje que algunas lágrimas cayeran.





~*~

_¡Pero es que no entiendo cómo cojones puede gustarte ese gilipollas! - Gritó Mark. Estaba tan molesto y ni siquiera sabia porqué. Lo mire por encima de mis pestañas. Él era alto, ojos claros, cabello castaño y delgado. Era mucho más alto que yo y eso le daba ventajas a cuando quería lastimarme.

Suspire y baje la mirada, él y otros chicos y chicas siempre me golpeaban por ser "Diferente".

Según ellos yo era la "Rara" porque no salia a las fiestas, no bebía ni fumaba como ellos o no me había embarazado a los quince como Mara, la chica que siempre me golpea.

Ellos siguieron con sus insultos, me gritaban, empujaban y golpeaban.

No intente defenderme, ni decir nada, evite gritar e incluso respirar.

De nada servía cuanto les rogará que me dejaran tranquila, ellos no lo harían, jamás lo hacen.

Las personas son crueles sin razón alguna, acababa de descubrirlo.

El aire se fue de mis pulmones cuando Mark me encestó una patada en el estomago, me doble sobre mi misma y caí de rodillas al suelo. Mis ojos se llenaron de lágrimas y solté un grito ahogado.

Cuando abrí la boca en busca de aire lo único que salió fue sangre, todos ellos se asustaron al darse cuenta que en verdad me habían hecho daño y salieron corriendo.

Yo me quede allí, doblada sobre mi misma en busca de aire, con los ojos vidriosos, la respiración dificultosa, las manos hecho puños y con mucha rabia.

Cuando logre recuperarme salí del colegio y aún con los ojos llenos de lágrimas fui a casa. Cuando entre camine hacía las escaleras, necesitaba ir a mi habitación y estar sola.

__ ¿No saldrás con tus amigas?, es viernes. - Habló mi madre, me gire a verla y enarque una ceja en su dirección.

¿Se estaba burlando de mi?

__ Iría si tuviera alguna. - Especté seca. Me gire sobre mis talones y comenzó a subir las escaleras.

_Cierto... Desde que conociste a ese muchachito no tenes amigas. Porque coño lo habrás conocido. Me hubiese gustado tener una hija normal. - Espectó. No me paso desapercibido el tinte venenoso en su voz y el desprecio con el que me miraba.

Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora