Someone like you.

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Capítulo 78: Someone like you.



Recuerdo haber vivido siempre en un mundo muerto, donde las habitaciones eran blancas y tristes, y las personas parecían estar tan ausentes como sus emociones.

Era un mundo muerto y solitario, donde las madres no besaban a sus hijas, donde las hijas estaban solas. Donde los padres no existían, donde las abuelas morían y la vida era todo lo buena que la dejase tu mente ser.

Era un mundo muerto, donde incluso la más alegre de las personas pensaba en acabar con su vida.

Era un mundo solo
en donde todos ansiaban un poco de compañía.
Rogabán por ella.

Era un mundo en donde preferías ser el cazador antes que la presa.
Y si eras la presa, dejabas que te acaben.

Era un mundo muerto donde los corazones vacíos y rotos ansiaban ser reparados.

Pero era mundo muerto y necesitaba ser cambiado.
Y esa era la mejor parte de todas.

He ido transformado mi mundo como se me ha antojado.
Un día era un mundo solitario y vacío, pero era agradable.
Otro día era un mundo alegre, donde todos se hallaban felices.
Otro día era un mundo repleto de amor, donde las personas dejaban de sentir miedo y sacaban a flote todas sus emociones.

Aunque a veces eran días feos, días que ni yo misma podía cambiar.

Eran días solitarios y oscuros, tan tristes que te daban ganas de llorar con sólo verlos.
Eran días desastrosos y estresantes.
Días fríos y carente de cualquier emoción. 
Días tan deprimentes que ni el diablo mismo podría aguantar.

Pero poco a poco se han ido convirtiendo en días buenos nuevamente.
Y no sólo gracias a mi, ya que he tenido algo de ayuda. 



- Sofía, tú chocolate se enfría. - Abraham murmuró dedicándome una mirada cariñosa. Le sonreí y me acurruque a su lado dando un sorbo a mi chocolate caliente.

Ha esto me refería cuando he dicho que he tenido "algo de ayuda".
Estoy segura que sin Abraham no hubiese logrado transformar mi mundo oscuro.

Creo que nadie puede transformar un mundo tan oscuro y trastornado sin algo de ayuda, eso es básicamente imposible. 

Mi yo del pasado no era consiente de eso, ciertamente no se sentía a gusto con ese mundo, sin embargo no estaba dispuesta a hacer algo para cambiarlo.
O al menos no estaba dispuesta a hacer demasiado, y ya sabes lo que dicen: No puedes salvar a alguien que no quiere ser salvado.

Yo creo que en este mundo existen dos tipos de personas:

Las que conviven con su dolor y los convierten en arte, cómo escritores, cantantes, poetas, etc.

Y aquellos que se dejan consumir por el y terminan acabados. Algunos lo llaman cobardes, en china se consideran valientes*, yo les digo personas tristes.
Es según como lo veas. 

Con esto me refiero a que yo fácilmente podría haberme convertido en una persona triste o una cobarde. Para los chinos una persona valiente. Sin  embargo - y sin que yo me lo esperara- convertí mi dolor en escritos del alma. 

Y todo gracias a Abraham. 

Supongo que sólo necesitaba a alguien...



- Casi lo olvido... - Apenas murmure mientras dejaba mi taza de chocolate a un lado y me levantaba de la cama. Los ojos curiosos de Abraham siguieron cada unos de mis pasos mientras que yo buscaba con una pequeña sonrisa algo entre mi ropa. - Te he comprado algo la otra vez, sólo que con todo lo que ha pasado se me ha olvidado. - Tome una pequeña cajita roja entre mis manos y volví a sentarme junto a Abraham.

Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora