Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.

Esperanza para los desesperados 2/2

Capitulo 81: Esperanza para los desesperados.

Dolor, angustia y excitación es todo lo que puedo sentir ahora mismo.

Sus labios calientes y mojados están recorriendo mi cuello mientras sus manos frías, las cuales se sienten tan extrañas para mi, recorren con seguridad y firmeza mi espalda y trasero.
Quiero echarme a llorar aquí y ahora mismo porque sé que esto está mal, porque sé que no debería estar haciendo esto. No así. No ahora.

- Para, para por favor. - Murmuro, pero me es inevitable soltar un gemido cuando sus besos bajan a mis pechos. Hecho la cabeza hacia atrás y enredo mis piernas en su torso desnudo.

¿Cómo diablos llegue a esto?

Mi cabeza no para de dar vueltas y pensar en millones de cosas a la vez. Mi madre, mi trabajo, la universidad, Paul, el chico que conocí a penas hoy... En Abraham.

Siento náuseas y notó como comienza a faltarme el aire en los pulmones.

No puedo hacer esto. No puedo.

- ¡No! ¡Basta! - Chilló cuando él se coloca entre mis piernas dispuesto a comenzar algo que sé que esta mal.

- ¿Sucede algo? - En sus ojos sólo hay preocupación. -¿Te lastime?- Parece tímido y todo rastro del chico seguro y atento que tenía frente a mi hace unos segundos desaparece.

Niego con la cabeza y reprimo lo más que puedo las lágrimas que intentan escaparse de mis ojos.

- No... Es sólo que... Lo siento. No puedo hacerlo. - Llevo mis manos a mis ojos y limpio las lágrimas traicioneras que escapan de mis ojos.

Me siento la persona más sucia en este momento.
Siento que estoy mandando a la mierda las pocas cosas buenas que la vida me dio y siento que estoy ensuciando el amor que Abraham siente hacia mi y yo tengo por él.

- Oh, Sofía, no te preocupes. - Él limpia mis mejillas con sus pulgares y se acerca para depositar un beso en mi frente. - Otro día será. - Susurra. Lo miró porque no puedo creer que no este molesto conmigo por parar todo a mitad de camino.

Hago un mohín con mis labios y tiró de él hacia mi para esconderme en su pecho. Me rodea con sus brazos y me deja allí mientras da suaves caricias en mi espalda desnuda.

- Lo siento tanto. - Murmuro.

- Está bien, Sofia. No te preocupes. - Abraham da besos cortos por mi cabeza y eso logra calmarme un poco.

Aunque la sensación de pesadumbre y malestar no ha desaparecido de mi organismo.

- Tengo algo que contarte. - Susurro en su pecho. No he dejado de darle vueltas a ese chico y lo que paso entre nosotros en el parque. Sólo espero que Abraham no me odie por eso.

- Dime. - Dice con voz suave.

Tomó aire y me acurrucó más en su pecho antes de hablar.

Va a odiarme.

- Conocí a un chico hoy. - Susurré.

- Continua. - Me anima.

No quería separarme de su pecho. No quería mirarlo a la cara porque me sentía avergonzada y asqueada por mis acciones de hace unas horas.
Habia hecho mal y tenia miedo de que eso dañará a Abraham.

Y de que me odiara.

- Me invitó a tomar un café. - Susurré. Sentí su cuerpo tensarse y supe que estaba comenzando a atar cabos, pero aún así espero a que continuara. - Y yo acepté. - Susurré.