Estaré muy feliz por ti. ✅

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Capítulo cinco: Estaré muy feliz por ti.

El nudo en mi garganta había aumentado, mis manos temblaban y mis ojos nublados por las lágrimas no se apartaban de la pantalla esperando algún mensaje, mención, algo.

Pero nada llego, pasaron los minutos y yo no me movía, no respiraba, ni siquiera parpadeaba.

El dolor punzante de mis muñecas era casi torturador, la débilidad de mi cuerpo era tanta que me obligue a mi misma a sentarme en la cama, mi cabeza daba vueltas y estaba comenzando a ver juntos negros en todos lados.

¿Qué me estaba pasando?.

Perdiste mucha sangre.

Me recordo esa vocecilla en mi cabeza que me tortura todo el tiempo. Tenía nauseas y las ganas de llorar cada vez eran más y más.

No podía seguir con esto. Ya no aguantaba, el dolor físico era horrible y el dolor emocional era tanto que me dejaba sin aliento.

Ya no podía aguantar más. Ya no.

El sonido de mi celular sonando me sacó de los tortuosos pensamientos de mi cabeza.

Con las manos temblando y el corazón latiendome tan rápido, tan fuerte, que sentía que en cualquier momento iba a escaparse de mi pecho y saldría corriendo de la habitación.

Me tome unos segundos antes de responder la llamada de Karla, los oídos me zumbaban y la cabeza me iba a mil por hora tratando de inventar escusas o disculpas para decirle.

Me obligue a mi misma a responder. Estaba harta de ser tan cobarde, de esconderme siempre, de mentir.

Su voz del otro lado del teléfono me enmudeció por completo.

___ No entiendo porqué lo hiciste de nuevo, Sofia.

Fue lo primero que ella dijo, no me paso desapercibido el enojo y el dolor en su voz.

No supe que decir, no sabía como formular algo coherente que decir y palabras quedaron atoradas en mi garganta.

- ¿Por qué hiciste?...Ibas tan bien.

El dolor era palpable en su voz.

La desepción que sentí en ella me quedo tanto, me hirió, que incluso tuve que apartar el teléfono un poco para que ella no me escuchara ahogar un sollozo.

Sabía que tenía que responder, sabía que ella no colgaría hasta que le dijera algo.

Pero no sabía qué decirle, no sabía como justificarme, no sabia como hacerle entender que este tiempo me he estado sintiendo tan mal, tan vacía, tan sola.

Así que digo únicamente lo primero que me viene a la mente.

__ Me Pudo.

Fue lo único que salió de mis labios y cuando las palabras escaparon de mi boca y sonaron en mis oídos quise golpearme.

Si bien en parte era cierto, si bien en parte no estaba mintiendo porque aunque trate de evitarlo, aunque trate de contenerme, me pudo.

Pero sabía que esa no era una justificación, sabía que esa no era una escusa para causarme tal daño, pero era la pura verdad.

Ya no soportaba más, trate de contenerme, trate de evitarlo pero no puedo evitar lo inevitable.

Tras La Pantalla ||Abraham Mateo|| COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora