[ Capítulo 5 ]

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Narra Tauro:

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Narra Tauro:

Flasback

- ¡Tauro!- me llama por cuarta vez en menos de 10 minutos.

Ruedo los ojos para luego levantarme con mala gana. Camino en dirección a un pasillo pequeño y estrecho, pero bastante grande para dejarse ver cuatro puertas de madera oscura.

Frunzo el ceño al darme de cuenta que todo el pasillo está a oscuras, por lo que enciendo la luz sin apenas detenerme a mirar donde está el interruptor, ya que me conozco este piso como si fuese mi propia casa.

Avanzo mientras que estoy atenta a cualquier movimiento anormal, por decirlo de alguna manera.

Debo decir que Escorpio tiene una peculiar manera de saludar a alguien, ya que nos da a entender que solo sabe saludar dando un buen susto antes. Por eso, siempre estoy atenta a cualquier movimiento. No soy alguien fácil de asustar, pero Escorpio sabe el sitio y el momento justo para llevarme a la tumba con un susto.

Le odio por eso.

- ¿Escorpio?- le llamo mientras que apoyo mi mano en la segunda puerta a la izquierda del pasillo.- No intentes nada raro porque...- empiezo a decir pero oigo como del otro lado un gran estruendo me sobresalta.

Rápidamente abro la puerta, dejándome ver a un Escorpio con la camiseta en la cabeza mientras que intenta sacársela.

- Mierda.- suelta mientras que avanza aun intentando sacar la camiseta de su cabeza. Sonrío al verlo tan cómico, por lo que rápidamente cojo el móvil del bolsillo izquierdo de mi pantalón. Activo la cámara y en dos segundos tengo a Escorpio inmortalizado en mi móvil.- ¿Tauro?- me llama deteniéndose en seco. Me sobresalto, ya que no pensaba que me oiría.- ¿Tauro?- empieza a avanzar con las manos delante suya. Automáticamente empiezo a retroceder hasta que choco con algo procedente del suelo y hace un estruendo que lo asusta.- Tauro sé que estas ahí. Ayúdame con esto.- dice volviendo a intentar sacar la camiseta.

- Na'. Es más divertido ver como pareces un idiota intentando sacártela de la cabeza.- digo sonriendo.

Escorpio se detiene un momento, posicionando sus brazos como jaras a cada lado de su cuerpo. Una pose muy intimidadora si no fuera porque le conozco y porque ahora mismo está mirando la pared contraria a donde estoy.

- Ayúdame, mujer.- dice regañando a la pared. Suelto una carcajada, por lo que él se sobresalta.- Hey, deja de reírte. Yo te ayudé cuando te quedaste encerrada en el baño.- dice aun mirando la pared contraria.

Frunzo el ceño por ese recuerdo y decido hacer caso a mi primer impulso.

Me acerco rápidamente hasta su posición y le doy una colleja en el cuello, acto que lo sobresalta. Retrocedo antes de que se le ocurra golpearme, pero ni consigue acercarse a mi posición ya que le da un manotazo al aire para luego terminar entrelazando sus propios pies y cayendo con toda la boca en el suelo.

"Bum, un buen golpe." pienso sonriendo.

- Eso te pasa por desafiar las leyes de la gravedad.- le digo agachándome a su lado.

Lo oigo suspirar antes de que termine de sacar la camiseta de su cabeza.

- Gracias por provocar que me golpease la nariz con el suelo.- dice frunciendo el ceño.

- De nada, querido.- digo levantándome de nuevo con una sonrisa de victoria.

Fin de Flasback

- ¿Tauro, me estas escuchando?- pregunta Géminis a mi lado izquierdo.

Reacciono levantando la cabeza de lo que parece ser la mesa y en segundos siento el intenso mareo por haberme levantando tan rápido.

- La verdad es que no.- digo posicionando una mano en mi frente.

Parpadeo varias veces antes de aclarar mi vista en lo que parece ser la cafetería del instituto.

- Perfecto.- dice suspirando mientras que se cruza de brazos. Lo miro unos segundos antes de pasar mi mirada por las mesas contrarias, en busca de Escorpio. No hay ni rastro de él.- ¿Sigues buscándolo?- me pregunta él. Lo miro para luego esperar unos segundos a que me responda. Gira su mirada e indeciso, empieza a hablar de nuevo.- Deberías dejar de buscarlo. No te ha hablado desde lo ocurrido, ¿por qué iba a ser hoy diferente?- me pregunta apoyando los brazos en la mesa.

Bajo la mirada al oírlo y me fijo en los detalles de la mesa.

Tiene razón Géminis. Debemos de llevar como 3 días en los que ni uno ni el otro se ha dirigido ni una palabra, ni una mirada. Parecemos dos desconocidos. Y eso, en el fondo me duele.

Sí, admito que no ha estado bien por mi parte no haberle dicho nada sobre mis sentimientos hacia él. Pero, también tengo que admitir que no tengo claro que Escorpio me haya confesado sus sentimientos. Ni que yo realmente tenga esos sentimientos hacia él.

Podría ser una broma y ahora él se estará riendo de mí porque me lo he tomado muy a pecho. Aun que, eso no tendría tampoco sentido. Si hubiese sido así, entonces Escorpio me seguiría hablando o al menos, me miraría. Y no lo ha hecho.

- Supongo que tengo aun esperanzas de que lo haga.- respondo aun mirando la mesa.

Géminis niega con la cabeza antes de levantarse de la mesa y sentarse a mi lado.

- Esto no es una novela de adolescentes, Tauro. Él ha decido no volver a tener contacto contigo, un gran error por cierto, pero no puedes estar ilusionándote por eso.- me aclara apoyando una mano en mi hombro.

Lo miro de reojo, observando cómo sus oscuros ojos me miran con compresión. Pero yo no siento esa compresión, si no que parece más alegría.

Parpadeo rápidamente al darme de cuenta de algo que estaba bastante claro desde el principio y que no había notado hasta ahora.

Géminis se alegra que Escorpio se haya alejado de mí. Pero, lo que me pregunto es: ¿por qué?

Tauro y EscorpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora