[ Capítulo 15 ]

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Narra Escorpio

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Narra Escorpio

Camino de un lado a otro, pensando en todo lo ocurrido este último mes.

Es impresionante como las cosas cambian y con ellas, otras se solucionan. Al menos algo me ha quedado claro y es que, Géminis no tenia intención alguna de ligarse a Tauro. Eso me alivia, ya que no me gustaría tenerle como enemigo.

Me detengo, frunciendo el ceño momentáneamente.

Hace unas horas atrás Tauro me ha comentado que quería hablar conmigo mañana. Bueno, al menos no es un día entre semana, ya que por la semana Tauro es más estricta a la hora de respectar su horario de comida y descanso.

Sonrío ante ese recuerdo. Me hace darme de cuenta que me gusta una chica muy exigente y con las cosas muy claras. Pero, eso a la vez me preocupa. ¿Y si no soy lo suficiente maduro como lo parece ella?

Eso me hace pensar que seguramente, si llegamos a estar juntos, no funcionemos.

- "No tiene por que." Eso es lo que me diría ella.- susurro sonriente. Elevo la cabeza, quedando de frente a la pared, una pared totalmente blanca.- Como ella dijo, tengo que enterrar el pasado para construir un futuro. Y no puedo permitirme que ella piensa eso de mi.- sigo hablando.

Frunzo el ceño, haciendo que mi rostro parezca más duro y decidido.

- Pareces idiota, mirando la pared.- comenta Capricornio, mi hermano mayor.

Me giro sobre mi mismo para encararlo. Somos tan iguales, que ha veces mamá nos confunde. Algo que detesto bastante.

- Cállate, idiota.- le exijo mirando hacia otro lado.

Él sonríe, para luego caminar hasta dejarse caer en mi cama, la cual hace minutos he hecho. Por culpa de que mamá no soporta ver nuestras habitaciones desechas. No soy un niño de mamá, si eso pensáis. Simplemente, prefiero no hacerla enfadar.

Ella es igual que nosotros dos, ya que tenemos un carácter bastante fuerte. Por eso, ella siempre dice que Cancer, nuestro hermano pequeño, es el ángel de la familia. Es un niño de 11 años, que le pides. Solo juega, come y duerme. Eso me recuerda bastante a Tauro, solo que en niño.

- ¿Sigues pensando en ella?- comenta Capricornio.

Lo miro confundido.

A decir verdad, Capricornio tiene una gran facilidad para enterarse de todo. Y eso es lo único que ha aprendido de mamá y que da miedo. Digamos que él es el más parecido a mamá de los dos.

- Ella está confundida.- afirmo. No sirve de nada esconderle, ya que acabará enterándose tarde o temprano.- Tengo que esperar, nada más.- finalizo cruzándome de brazos, mientras que suspiro.

Veo a Capricornio sonreír, lo que me preocupa.

- Siempre tan despreocupado, eso es lo que más admiro de ti y de papá.- afirma. Su sonrisa empieza a decaer, lo que hace que me confunda. Es extraño oír eso de Capricornio y aun más, con lo organizado que es.- Supongo que yo no tengo ese don.- sigue.

Camino hasta él para quedar a un lado. Observo como su mirada cae en el suelo, mientras que intenta sonreír forzosamente. Un silencio se hace presente, ya que yo no soy mucho de sentimientos y aun menos de consolar a alguien, por eso siempre permanezco en silencio a la espera de que el otro hable.

Es lo que siempre hago con Tauro, y ella conmigo.

- Me ha pedido tiempo.- dice en un susurro.

Mis ojos se abren, dejando a la vista la sorpresa. Él no dice nada más, por lo que sigo yo su camino.

- ¿Por qué?- pregunto sentándome a su lado.

- Dice que estoy muy metido en todo el asunto de la universidad y que no tengo tiempo para ella.- confiesa.

- Eso si es verdad, Capricornio. Todas las navidades que pasas con nosotros, siempre estas estudiando o haciendo cualquier cosa que te manda la universidad.- comento.

Él me mira con cierta tristeza.

- Pero ya sabes lo que supone entrar en la universidad y más sabiendo que esto es lo que me gusta.- prosigue.

Me quedo pensativo unos segundos para buscar algo que lo haga entrar en razón. Si no, puede que la pierda y eso sería injusto.

Carla ha sido y es, el amor de mi hermano. Aun me acuerdo cuando estaba en el bachiller y venia a casa con ella. Supongo que sería duro perder a alguien que ha estado siempre ahí para ti.

- Lleváis más de 4 años siendo amigos, y ahora suma los dos años de relación. ¿Crees que eso no es una razón por la cual deberías dejar un poco la universidad y dedicarte a ella?- comento. Él tensa su mandíbula, en signo de resistencia. No va a ceder tan rápido.- Casi llevo el mismo tiempo con Tauro, que tú con Carla, solo que ella aun no es mi novia. Pero, lo que ha pasado hace unas semanas me hace reflexionar, y entiendo que ella siempre ha estado para mi, igual que yo para ella. Aun que, esa semana no lo estuviese.- suspiro recordando.- Eso hace que me de cuenta de que la necesito. Es mi amiga, mi mejor amiga, pero quiero que sea algo más. Lo necesito. Y no hay nada que esté por encima de esto que siento. Ella es la primera en todo.- finalizo soltando un todo el aire que tenia en los pulmones.

Un peso ha vuelto a salir de mis hombros.

- Entiendo.- comenta.

- Si la quieres, entonces le dedicarás tiempo.- digo levantándome de la cama.

Capricornio eleva la mirada, para darme a entender que ha entendido mi cometido.

- Gracias.- susurra levantándose.

Nos miramos unos segundos más antes de que desaparezca por la puerta, decidido. Así, es como quiero sentirme yo mañana. Aun que, ya lo acabo de hacer.

Tauro y EscorpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora