Narra Escorpio
Recuerdo que de pequeño odiaba, y cuando digo odiar es con todo mi ser, bañarse en un río, por decirlo de una formas más refinada. Digamos que el hecho de sentir como todo la agua frío y sucia en el cuerpo no me agrada. Sobre todo si no sé que conlleva ese lodo. Podría llevar de todo, bueno de todo no, pero al menos sé que tiene algas y esas cosas
Esta bien, esta bien. Sé lo que pensáis, que soy un quejicas.
- Venga Escorpio, métete en el maldito río. ¿Acaso quieres perder contra ellos?- me anima Sagitario desde el otro lado del enorme río. Lo observo unos minutos, dando a entender que ni loco me meto yo ahí dentro, para luego no poder salir. Niego con la cabeza, adoptando una postura un poco infantil.- Joder Escorpio. ¡Métete en el puñetero río o si no, yo me encargaré de que te bañes todo el fin de semana!- grita atrayendo las miradas de los demás.
Podría decirse que este tipo de competición -digo "tipo de competición" porque en realidad nadie sabe a que estamos jugando-, no atrae mi sentido de la competitividad. Supongo que la brecha que ha provocado Tauro se está convirtiendo en un abismo demasiado profundo.
Mantengo la mirada contra la suya, hasta el instante en que siento como algo impacta en el lado derecho de mi cara. Me giro hacia la procedencia del mismo y me encuentro con una Tauro seria, con una montaña de tierra mojada en la mano.
- No vuelvas ha hacer eso.- le advierto con mis nervios a flor de pie. Limpio inútilmente mi cara, para luego recibir otra bomba de tierra en el mismo sitio. Vuelvo a mirar a Tauro, la cual sonríe lateralmente mientras que oigo de fondo a Sagitario reírse.- Tu lo has querido.- digo caminando hacia ella.
Ella ni se mueve, esperando a mi próximo movimiento, el cual nunca llega, ya que mis pies acaban hundiéndose en el fondo del río, quedando delante de ella con los pies enterrados hasta los tobillos.
Los que estaban a nuestro alrededor ríen al compás de Sagitario, provocando en mi una ira incontrolable. Intento levantar los pies pero lo único que consigo es patalear y con ello, conseguir que me inmovilice con más fuerza. Bufo ante mi patético intento de salir victorioso de este maldito río.
- ¿Necesitas ayuda?- oigo como Tauro me pregunta. Al observarla encuentro una sombra de mi persona, un ser frío y sin sonrisa.
Eso es en lo que se ha convertido Tauro desde lo ocurrido: en una viva sombra de mi. Y eso, me provocaba un cierto temor.
- No.- contesto esquivando la mirada.
Escucho el sonido del agua moviéndose. Levanto la mirada y me encuentro con Libra, la cual me mira preocupada.
- Deja, que te ayudo.- dice antes de agarrar mi brazo y tirar de él, consiguiendo sacarme de aquel barrizal. La observo por unos segundos, dándome de cuenta que tiene unos ojos azules eléctricos impresionantes. Ella se da de cuenta, ya que me mira directamente a los ojos.- Yo por ti dejaría los ríos por un tiempo.- comenta con una sonrisa.
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Tauro y Escorpio
Random𝐸𝓃𝑒𝓇𝑜 Tauro siempre ha sido el tipo de persona que esconde sus sentimientos para no salir dañada; el amor que siente hacia su mejor amigo, Escorpio, no es correspondido. Escorpio, en cambio, intenta alejar sus sentimientos por ella. Por este...