[ Capítulo 6 ]

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Narra Tauro:

- Mira Tauro,- agita mi brazo una mano blanca y pequeña, mientras que una voz aguda me llama la atención.- ¿has visto? Esos dos niños se estaban besando. Buaj, nunca haré eso.- dice ella poniendo una mueca de asco al final.

Sonrió al ver a mi hermana pequeña Piscis opinando con tanta soltura en el tema.

Con lo pequeña que es y ya sabe distinguir muchas cosas. Por ejemplo, la semana pasada llegó a casa diciendo que había unos niños en su clase que se burlaban de otro niño porque no tenía papá. Piscis le defendió de esos niños.

Cuando la miro, es comos si viese a una pequeña heroína salvando a los demás de los prejuicios sociales o de los monstruos del pasado. Para mi ella es un claro ejemplo de que no hay que darle importancia a las cosas.

Levanto la mirada y observo a dos adolescentes, ambos en un banco mientras que dejan la vergüenza y las opiniones de los demás atrás, para seguir en su mundo paralelo y así, besarse. Sonrío amargamente, recordando una vieja situación antes vivida con Escorpio.

Flasback

Caminamos por el parque mientras que hablamos animadamente sobre cualquier cosa que nos imaginamos y aun que parezca estúpida, nos hace reír.

- Los caracoles son hermafroditas.- dice él imitando a nuestro profesor de Biología. Un hombre bastante conservador a la hora de hablar sobre la sexualidad y todo lo que conduzca a ello. Por eso mismo son tan divertidas las clases de Biología, según Escorpio.- O como dice Tomas: "Los caracoles poseen ambas partes sexuales."- empezamos a reír sin control, lo que provoca que mi estomago duela.

- Deberían de regalarle un libro sobre la sexualidad.- digo aun riéndome sola, ya que mi chiste no le ha hecho gracia a Escorpio.

- Debería comprarte un libro para contar buenos chistes.- dice.

Lo encaro mirándolo mal.

- Debería estamparte el paraguas en la cara.- aviso levantando un poco del suelo mi paraguas rosa.

Sonríe ante mi comentario.

- Me aprecias demasiado para romper esta carita.- dice elevando las cejas rápidamente.

Río ante su comentario.

- Si fuese así, entonces no haría esto.- y momentáneamente elevo el paraguas para darle en la rodilla, pero Escorpio me detiene a medio camino.

Frunzo el ceño ante sus reflejos.

- Aprende a no comentar tus movimientos antes.- dice para luego hacer un poco más de fuerza y sacarme el paraguas de la mano.

Lo veo jugar con el mismo mientras que yo ruedo los ojos. Elevo la mirada y de repente me encuentro con dos adolescentes ensimismados en su mundo paralelo de besos. Un nudo se forma en mi garganta y desvío rápidamente la mirada hacia otro lado.

Tauro y EscorpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora