capítulo 4

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La luz que entra por la ventana me despierta. ¡¡mierda!! Me quede dormido en el escritorio.
Puajh! Llene la hoja de saliva.
Me arreglo lo mas rápido posible me tomo un vaso con leche. La verdad es que nunca me había preocupado llegar tarde un día de clases pero por alguna extraña razón hoy termino rapidísimo.
Cuando salgo veo que Melliza se encuentra en su puerta, no se si me esperaba o igual se le ha hecho tarde. Seguro es la segunda opción.
La saludo con la mano y ella me saluda sonriendo y camina hasta estar a mi lado, ya ahí me empieza a platicar sobre que la meteran al club de pintura que hay en la escuela; apesar de que a mi me encanta dibujar ese taller me aburre, siento que no hay gente chida aunque por ella igual y lo pensaría.

La semana pasa muy tranquila sin ningun problema. A Samara se le pasa el enojo y vuelve a ser la misma de siempre. Me alegra mucho que Melliza empiece a socializar , ya tiene bastantes amigos por alguna razón no soporto verla con chicos; de hecho adentro de la escuela es rara la vez que hablamos. A veces solo con la mirada nos entendemos, esto también me es muy raro, nunca había tenido esa conexión con alguién. Nuestros trayectos juntos se vuelven costumbre, a mi me fascina ir con ella porque asi puedo ser yo mismo y se que a ella también le gusta que nos vallamos juntos.
A partir de esas platicas eh podido conocerla mejor cada día y me doy cuenta que es muy fuerte y una chica de un corazón enorme. Hace menos de un año perdio a su hermano menor en un accidente de auto. Me dijo que ella se deprimio mucho después de eso, se refugió en las hojas y los lápices. Sus padres decidieron venirse para aca para iniciar de nuevo. Haber si de esa manera podria ser la chica feliz que solía ser.
Le dolió mucho contarlo, yo solo veía como las lágrimas se le juntaron en los ojos. La abraze muy fuerte y ella no dejaba de sollozar en mi pecho desde ahí entendi que no dejaría que volviera a llorar.

El viernes de regreso ella toca a la puerta pero no le abren. Asi que la invito a que espere a sus padres en mi casa. Llegamos y vemos que ahí estan. Al parecer también se volvieron muy amigos de lo mio.
Comemos los seis juntos unas milanesas con ensalada.
- los invitamos para mañana a ir a un lago.
Dice mi mamá.
La fiesta a la que hiba a ir mañana se cancela en mis planes. Honestamente prefiero ir a ese parque con lago.
- claro nos encanta la idea. Contesta la mamá de Melliza
A ella le brillan los ojos de emoción. Se que le encantará.
Se ponen de acuerdo, nos vamos a ir en la camioneta de mis papás ahí cabemos todos.
No hablo mucho con Melliza, por alguna razón se pone muy tímida.

Después de que se van me pongo a preparar mi maleta; no guardo mucho. Solo llevo un short para entrar a el agua una toalla y un par de tennis extra.

Me pongo la alarma, no se porque pero presiento que este viaje tendra algo especial.

La niña de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora