capítulo 20

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Tengo que apurarme si quiero llevar a Melliza y a sus papás al aero puerto.
Así que me apresuro a vestirme, no quiero que lleguen tarde por mi culpa.
Aunque creo que la suerte no esta de mi lado. Por más que busco y busco las llaves de la camioneta no las encuentro.
- Harold, no te preocupes, ahorita llamamos un taxi.
Grita su mamá desde afuera. Talvez sería lo más sencillo, que simplemente los llevara un taxi, pero no señor, yo prometí que los llevaría y es lo que voy a hacer.
- no, no,no. Creo que ya las encontré.
Miento, sigo recorriendo la casa de pies a cabeza.
Y de repente...
- auch!!
Acabo de golpearme con la casa de shimi, ella maulla de disgusto, ya que acabo de interrumpir su siesta, se para bastante enojada, y sale. Me percato de que algo brillante se ve entre las cobijas de la camita.
Me agacho y reviso que es, son las llaves de la camioneta. ¿pero, cómo llegaron ahí?
- adios, Harold, ya esta el taxi aquí, no te preocupes.
Dice la mamá de Melliza desde fuera.
- no, no, ya estoy listo.
Salgo corriendo a la calle, con todo en mano. Llaves, teléfono, y dinero, para todo lo que se necesite. Termino de ponerme la chaqueta, mientras avanzo.
Le lanzo las llaves al papá de Melliza para que meta el equipaje grande que llevan.
Mientras que yo ayudo a acomodar las maletas de mano.
Nos subimos todos, el papá de Melliza de copiloto, su mamá y ella atras y yo como piloto. Meto la llave y la giro lo más rápido que puedo. Y arrancamos.

Al principio la carretera se ve muy tranquila y despejada; pero conforme vamos avanzando me doy cuenta que como era de esperarse hay un tráfico horrible.
Nos quedamos parados, quizá haya una manifestación.
- me temo que hubo un accidente. -Dice el papá de Melliza. - o al menos eso es lo que dice las noticias aquí en internet.
Trato de pensar un poco, tenemos menos de cuarenta minutos para llegar, así que tomo una desviación, y para colmo esta igual el tráfico. Es cómo si el destino no quisiera que llegaran al aeropuerto.
Pasan más treinta minutos y llegamos. Apesar de que llegamos literal a vuelta de rueda, estamos aquí justo diez minutos antes de que el avión se fuera. Ellos llegan a el lugar en el cual se entrega el equipaje grande. Después de que la señorita, nos atendiera muy amablemente, nos indica que vallamos a otro lugar, en el cual los registraran. Nos apresuramos, tenemos menos de cinco minutos. Al llegar, checan el pasaporte de los tres, junto con sis boletos de vuelo. Tengo que despedirme ya, no puedo pasar más lejos.
- Te amo, no lo olvides.
Le susurro a Melliza al oido al momento de abrazarla, le doy un beso rápido en los labios. A su mamá le beso la mejilla, y a su papá un ligero abrazo.
- No se te ocurra cambiarme por un rubio de ojos azules.
Le grito, cuando ya se estan alejando.
Voltea a verme y sonrie.
- ¡No, no lo haré!
Se dirigen ya a el último procedimiento de seguridad; un lugar donde los hacen quitarse, reloj, celular, aretes; todo aquello que sea metálico.
Pasan por ahí y empiezan a alejarse.
Melliza voltea y se despide nuevamente con la mano, y leo sus labios que dicen "Te amo".
Los observo alejarse a lo lejos, me quedo ahí hasta que los pierdo de vista.
Me siento en una banca, la cual tiene una ventana con vista a la pista de aterrizaje y despegue.

Melliza
Me despido de el con la mano. Lo voy a extrañar muchísimo. Vamos a estar casi un mes separados.
Aunque prometimos hablarnos todos el s días, es cierto que estoy muy acostumbrada a estar con el.

Caminamos por un estrecho pasillo el cual nos conduce al avión. La aeromosa parada en la entrada nos ve un poco irritada y dice.
- señores, su voleto decia 10:00am, no 10:05am. Por esperarlos a ustedes ya llevamos atraso de vuelo.
Mi papá ignora a la señorita, sin en cambio mi mamá si le contesta.
- Mire señorita, no se si usted tenga la capacidad de ser cortés con los pasajeros, ya que yo absolutamente en ningun momento la ofendí; ¿o si?
Su manera de hablar no pierde lo respetuoso, pero si hace que la chica se ponga pálida de la impresion que le causó aquella contestación.
-no, ciertamente es que no. Disculpe señora, pasen por aquí.
Contesta ella con la cabeza agachada.

Nos dirigimos a nuestros asientos, yo tomo asiento en la ventana, me fascina ir viendo el paisaje, mi mamá se sienta a un lado mio, y mi papá en los asientos debatras, junto con una señora mayor.

El despegue es tranquilo, la ciudad se ve cada vez más impresionante conforme vamos subiendo. Se ve todo, árboles, edificios y más.
Llegamos a el punto en que lo único que se ve son nubes, así que decido dormirme un rato, tengo tres horas de vuelo.
Mi interior me dice que este viaje traera grandes sorpresas.



Chic@s GRACIAS!! ya llegamos a más de 1K de vistas. Todo esto es gracias a ustedes, son mi apoyo.
Y esta historia sigue! Estámos a punto de entrar en el climax de élla. Así que porfavor no se pierdan los siguientes capítulos van a estar algo intensos.

La niña de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora