Capítulo 28

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Melliza

Pasamos a través de las enredaderas y ahí están todos, los papás de Harold, sus amigos y mis pocas amigas. En cuanto me ven entrar gritan todos al unisono.

- ¡Sorpresa! ¡feliz cumpleaños Melliza!

Todo está precioso, hay unas cuantas mantas, para que en medio tienen una canasta para hacer lo que yo supongo una especie de picnic. El pasto se ve verde y fresco, a pesar de que nos encontramos en medio del invierno, parece que este lugar estuviera en otro lugar, ya que también tiene varias flores que rodean una pequeña laguna que tiene unas pequeñas ranitas.

Me sorprende ver todo esto, de verdad es hermoso y nunca en mi vida me hubiera pasado por la cabeza el que llegaría a tener un cumpleaños así. Todos me empiezan a abrazar y a dar besos.

- No tienes idea de cuanto tiempo lleva Harold planeando este momento- me dice la mamá de él cuando me abraza- el de verdad te ama, no tienes idea de cuanto.

- lo se, señora. Y le aseguro que yo siento lo mismo por él

Después de pasar cada uno de los invitados y platicarme a cerca de lo difícil que fue guardar el secreto por al menos un mes; llega Harold de nuevo a abrazarme.

- Gracias- le digo susurrando mientras estoy recargada en su pecho a modo de abrazo.

- Y todavía hay una sorpresa más... - e besa la cabeza y acaricia mi cabello.

- ¿Qué? ¿otra sorpresa? ¿cuál? - levanto la cabeza para verlo a los ojos- nunca dejas de sorprenderme- dicho esto le doy un suave beso en los labios.

Harold

Todo está saliendo a la perfección, tenía un poco de miedo de que no le fuera a gustar.

- no seas impaciente, solo espera un poco más. Ahora ven- la tomo de la mano - ¿ Qué te parece si vamos a explorar más allá?

- bueno vamos- me dice con una sonrisa, que esconde un poco de duda.

Pasamos a través de muchos árboles y arbustos, la ayudo a que pueda brincar algunos montones de piedras. Se alcanzan a ver varios pequeños animalitos, como algunos conejos, ardillas; los cuales corren casi inmediatamente que nos ven.

- bueno, ¿qué hacemos aquí? ¿no veo nada interesante?

- en realidad, solo quería traerte a dar la vuelta, para que no vieras cuando trajeran tu otra sorpresa.- sonrío a modo de un poco de burla

- ¿ lo dices en serio?

- demasiado en serio- me cruzo de brazos y pongo una cara seria que no dura mucho antes de que ambos nos riamos.

- Eres de lo peor- finge darme un golpe en el pecho y me da la espalda.

La tomo de la cintura y apartando ligeramente el cabello de su cuello empiezo a besarla...

- ya no te enojes, solo fue una pequeña broma.

Ella voltea y empieza a besarme pero de una manera desesperada y lenta al mismo tiempo, como si fuera un postre que desde hace mucho tiempo anhelaba, pero que al mismo tiempo no quiere terminar, por miedo a que sea la ultima vez que lo pruebe.

Melliza

Caminamos de regreso, pasando nuevamente entre toda esa vegetación; se me empieza a hacer un nudo en la garganta, no tengo idea del por que, probablemente sean los nervios de saber cual es la sorpresa, pero me parece un poco extraño, ya que no puede ser nada malo.

Al llegar a donde están todos, ellos se encuentran al rededor de algo que cubren, por lo cual no alcanzo a verlo, y aunque trato de ponerme de puntitas para ver si veo algo, Harold me toma por los hombros para que regrese a mi altura normal.

La niña de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora